El organillo, instrumento musical hecho de madera con unos pocos remaches de metal, llegó a México durante el Porfiriato. Oriundo de Alemania, se comenzó a ver en las calles de las ciudades del país para musicalizarlas y otorgarles otro sentido. Poco a poco fueron tomando fuerza las canciones que salían de aquellos afinadores de madera, para así convertirse en un sonido típico.
Foto: organillerosdemexico.org
La casa instrumental ‘Wagner & Levien’ fue la primera en pisar tierras mexicanas con los organillos en 1884. Poco a poco se fueron esparciendo por todo el territorio en aquella época. Muchos continúan sobreviviendo hasta la fecha; algunos se encuentran en manos de coleccionistas, y otros vagan por las calles del país.
¿Cómo es un organillo?
El organillo contiene un cilindro metálico grabado con ocho canciones, las cuales se reproducen al girar la manivela. Cada organillero debe saber qué canciones tiene, porque si se requiere un cilindro nuevo, grabado con música diferente, el costo es de 3500 dólares en Latinoamérica.
Foto: organillerosdemexico.org
Muchas personas rentan el instrumento. El precio varía según la familia que lo rente, pero ronda entre los 50 y los 200 pesos, aunque no se lo rentan a cualquiera, debe ser a un familiar o a alguien de mucha confianza, así se evitan robos, pues un organillo antiguo y bien cuidado, actualmente, tiene un costo cercano a los 10 mil euros.
Organilleros en México
Diario se oye música proveniente de estas cajas de madera sostenidas por un hombre o una mujer. Es un sonido inconfundible que en cuanto es escuchado, se sabe llegado a nuestros oídos de la mano de estas personas vestidas de color beige, vagantes en las calles más reconocidos del país, investidas por el manto de la tradición.
Foto: Ana Paula Fuentes
La Unión de Organilleros del Distrito Federal y la República Mexicana es la asociación que tiene a cargo a los más de 500 trabajadores en el país. Además, se encarga de conseguir instrumentos nuevos y gente para reparar los dañados, pues no es tarea de cualquier persona.
Color distintivo
Esta tradición sobrevivió a la Revolución Mexicana. Por eso, muchos son los significados que lleva consigo el organillero, pues fue una etapa que marcó la historia de nuestro país, de su población y de los intérpretes del organillo.
Foto: adn40.mx
Los famosos uniformes beige hacen alusión a los Dorados de Villa (escolta del revolucionario Pancho Villa). También fungen como distintivo solicitado por el gobierno para distinguirlos de las demás personas.
Organillos, tradición inagotable
La gente todavía no pierde el gusto por el organillo, pero sí hay temporadas en las que las personas casi no dan dinero, o no salen los trabajadores a amenizar las calles. La tecnología no es del gusto de los organilleros, pues no pueden sacar discos como lo hacen los artistas actuales. Sin embargo, es preferible que se mantenga la tradición de salir a tocar el instrumento de madera.
Foto: organillerosdemexico.org
Un organillero soporta muchas cosas durante el día: malas caras, algunos insultos y en ocasiones no consigue el monto requerido, pero su gusto por el instrumento no cesa, y cada día continúa su viaje en la ciudad para sacar adelante a su familia y mantener viva la tradición.
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Foto portada: vivirenmexico.tumblr.com