Nunca cuentes los años atrás, de cualquier cosa comienza ya a ser mucho tiempo. Checa esta pequeña fórmula con la que puedes empezar el hábito de la lectura, una página al día, y así convertirte en un lector en toda la extensión de la palabra.
Mientras transcurre el primer minuto del año y la gente apresurada come uvas y piensa en lo que le traerá el año que inicia, muchos se proponen hacerse de nuevos hábitos. Cambios. Mejoras. Y aunque en ese momento todo parece fácil y alcanzable, llega entonces la aplastante y agobiante realidad del día a día, pero sobre todo de no saber cómo hacerlo o por dónde empezar. Pero tranquilx, que a todos nos pasa y no nada más con la lectura, cualquier cambio en nuestras vidas representa un reto y un pequeño esfuerzo constante de todos los días.
Desde mi experiencia, y con más de doce años con el hábito de la lectura ininterrumpido —nunca cuentes los años atrás, de cualquier cosa comienza ya a ser mucho tiempo— te comparto la pequeña fórmula con la que puedes empezar, una página al día, a convertirte en un lector en toda la extensión de la palabra.
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1. ¿Por dónde empezar?
Aunque parezca que es algo obvio, la razón principal para formarte del hábito es querer hacerlo. Pero de verdad querer hacerlo y no obligarte a hacerlo. Las razones pueden ser muchas: académicas, de esparcimiento, creativas… pero el punto es querer. Aquí está, al mismo tiempo, el motor secreto de todo lo demás.
No lo hagas nunca por imitación y mucho menos, por obligación. Cualquier hábito que quieras forjar en tu vida, debe nacer del gusto y la pasión.
2. Deja que el libro te elija
Quizá otra de las dudas es que no sabes qué libro elegir o cómo empezar y la respuesta puede sonar mística, pero es cierta: deja que el libro te elija. Puede ser por el título, la portada, la sinopsis, el autor, alguna película o serie basada en él… Simplemente preséntate en la librería y camina por los pasillos, toma cuantos títulos te llamen la atención, y al final déjate guiar por el instinto. Deja que sea esa historia de la que quieres saber más, la que te intrigue, en la que quieras vivir, la elegida para comenzar.
Si quieres estar segurx y llenarte de una dosis de intriga extra, puedes buscar reseñas de otros lectores en YouTube o blogs literarios.
3. Establece una rutina – tiempos
Bien, ya tienes el libro. ¿Y ahora qué?
Tan sencillo como empezar a leer. Así sin más. Lo ideal, es elegir un momento del día donde puedas dedicarte exclusivamente a leer sin tantas distracciones: adiós celular, adiós redes sociales, adiós Netflix… es el momento de intimidad entre tu libro y tú. Deja que las palabras se transformen en imágenes y navega en ellas.
Para poder leer un libro con un promedio de páginas entre 200 y 350, el tiempo idóneo para dedicarle es de 30 minutos al día. ¿Qué lo convierte en hábito? Exacto, que sea diario (por eso se llama rutina).
4. Viaja siempre con un libro
Okay, y antes de que siquiera lo pienses, mataré ese pensamiento: si no tienes tiempo, viaja siempre con un libro. Y si tienes tiempo y no te puedes despegar de la historia, los tiempos de traslado son los idóneos para perderte entre surcos de papel y tinta. A veces, invertimos justo esos 30 minutos en trasladarnos de un lugar a otro todos los días, ¿por qué no darles otro uso?
Cuando ya eres un lector alfa, y al menos lo que a mi me gusta hacer, es cargar con una lectura alterna, algo un poco más ligero y fácil de llevar que los tomos de 700 o 900 páginas que me gusta leer en casa. Así, abarcas más historias, lo que significa más libros.
5. Elige tu espacio
Si en tu casa viven Blancanieves y los Siete Enanos y toda la comarca Hobbit, lo ideal es que encuentres ese lugar donde te sientas a gusto y sin muchas distracciones, o al menos, las menos posibles: ruidos, pláticas y demás. Hay quienes gustan de leer acompañados con música y otros más, somos amantes del silencio. ¡Puede ser cualquier rincón de tu casa! Hasta un sofá o silla se pueden transformar en tu espacio de lectura, ¿o porqué no? Ese parque cercano a tu casa o el café de la esquina. Búscalo. Al igual que el libro, está esperando a por ti.
6. Súmate a grupos de lectura en redes sociales
He de advertirte: llega un punto en el que necesitas interactuar con más lectores porque sí: para saber de nuevas lecturas, recomendaciones, experiencias, consejos, e incluso clubes de lecturas conjuntas son el complemento perfecto y un motivador ideal pata compartir experiencias y puntos de vista sobre tus libros favoritos, porque sí, llegará ese momento en el que quieras hablar el mismo idioma con alguien y se emocione de la misma manera que tú y en estos grupos, encontrarás más de uno que seguro, serán tu alma gemela literaria.
7. No tengas miedo de decir ¡no!
Sucede y no te sientas mal: si un libro no te está gustando, ¡déjalo! No te obligues a terminar algo que no te está gustando pues lo único que hará es matar el avance y desanimarte. Se vale cambiar de opinión; se vale que el libro no cubra tus expectativas, incluso se vale que la voz o decisiones del narrador te saquen de quicio y digas ¡basta!
La idea de la lectura es disfrutarla, no sufrirla.
8. Búscate un cómplice
Sí: entre amigos/pareja es mejor. Una vez que tú ya te hayas convencido que esto de leer está más padre de lo que parece, induce a más al vicio. Y es que es un vicio bien sano y divertido. Así podrán recomendarse y prestarse libros y encontrarán algo más en común que fortalezca ese lazo como ir a librerías de viejo o a tianguis de libros, librerías o firmas de libros. ¡Hay todo un mundo literario allá afuera esperando por ustedes!
¿Ves como no es difícil? Lo más difícil, como muchas cosas en la vida, es decidirse y comenzar.
¿Quieres un amigo librero? ¡Escríbeme! Tengo algunas recomendaciones que seguro, no te dejarán moverte de tu asiento.