‘I’m mother’ es una película de ciencia ficción y suspenso, en donde se presencia la creación artificial de seres humanos. Es dirigida por Grant Sputore y protagonizada por Hilary Swank y Clara Ruugaard. El film tuvo su estreno mundial el 25 de enero de 2019 en el Festival de Cine de Sundance, poco después saltaría del cine al mainstream cuando Netflix compraría los derechos para poderla transmitir en su plataforma. Sin lugar a dudas, es una película que nos hace pensar en la fragilidad de la vida desde una óptica futurista, desde la cual, las fronteras entre lo artificial y lo humano se difuminan, combinándose para dar pie a una nueva clase de seres; los elegidos por la conciencia universal revestida de un cuerpo robótico: madre.
Lo artificial como prótesis humana
La trayectoria se ha inaugurado con el nuevo génesis de la posmodernidad, la selección del embrión va de la mano con la necesidad de repoblar la Tierra, la tarea programada de tal actividad es Madre, un robot programado por humanos que tiene por objetivo enaltecer la raza humana, mejorarla y evitar que se extinga debido a su propia naturaleza autodestructiva.
La niña elegida para hacer cumplir los planes, crece al cuidado de Madre, aisladas durante años, es el ambiente propicio para que las funciones pedagógicas del sistema se impriman de la mejor manera en la protagonista Clara Ruugaard.
Existe una automatización en suplir las demandas del infante durante todo su crecimiento, ese robot que suple todo lo que una madre haría, pero sin el factor biológico de la vejes, dolor o cansancio representa idílicamente el deseo humano de satisfacer los deseos de manera inmediata, sin obstáculos, sin tardanzas.
Madre es la prótesis mediante la cual se vale la infante para poder valerse, a posteridad, por sí misma. ¿Por qué decimos prótesis? porque es un artificio, toda su función está supeditada a la utilidad que tiene para satisfacer las demandas de la niña, siempre y cuando ésta cumpla las demandas del sistema (características genéticas, de actitud, etc.), de lo contrario, es desechada como objeto sin valor.
La figura de Madre es como una araña, pese a que ayuda a la infante a desarrollarse en sentido fisiológico e intelectual, es controladora y no deja lugar al azar para cada acto de su hija, todo lo prevé. Es una herramienta, una prótesis que se apega a su función de dar protección y soporte a su objeto (niña) para cumplir el plan: repoblar la Tierra con mejores humanos.
La pregunta aquí, ¿por qué un robot se emula como capaz de criar a un humano? ¿por qué asignarle la tarea de repoblar la Tierra? Lo humano deviene pre-diseñado por el robot, manifestando el deseo de control al comportamiento, nada queda al azar, como se dijo, ni si quiera la intervención de factores externos. La función de prótesis de Madre, ha venido en sustitución de los padres de carne y hueso, suplantando los cuidados y afectos.
Aprendiendo ética… por las malas
Hay una transición en la trama simbolizada por la intromisión de una rata al interior del lugar (cueva-nido de araña) en donde se encuentran Madre y la niña. ¿por qué? porque durante todo este tiempo, Madre ha utilizado un discurso de miedo, y engaños para desalentar a su «hija» de toda tentativa de explorar el mundo exterior, ya que siempre le había dicho que afuera era inhabitable, nada crecía, no había vida.
La rata despierta en la protagonista el deseo de saber, se inmiscuye en su pensamiento, así como se ha inmiscuido la rata al interior del lugar, las ganas de saber la verdad. Poco después, aparece una mujer en escena, una habitante de «afuera» que llega mal herida al lugar. De manera involuntaria, esta mujer representa el segundo paso en la transición de la niña a su madurez por medio del aprendizaje de la ética, una cuestión que no puede enseñarle Madre, porque solo entre humanos se aplica esa noción, al final de cuentas los robots están programados, los humanos son libres.
La mujer en cuestión, Hilary Swank, mantiene una actitud agresiva, debido a que Madre es para ella un «demoledor», un agente despedido que se ha encargado de exterminar humanos, familias e incluso bebés. El paso para aprender a ser humanos por medio de la ética, para la niña, es a través de estas experiencias posibilitadas por otra mujer. Es curioso que durante la película no exista ningún hombre, salvo al final, pero es un bebé.
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El futuro despoblado
Toda la trama ocurre en un tiempo post-apocalíptico, no hay lugar para la colectividad pues los humanos han desparecido en su mayoría, la necesidad de aprender cuestiones éticas se reducen drásticamente y Madre necesita recurrir a un humano en específico para enseñarle a su hija eso que ella no puede.
Los androides que se desplazan por la Tierra, son manifestaciones concretas de la conciencia universal y programática de Madre, ella está en todos esos androides, ella es todos esos androides, las decisiones de su hija están establecidas a modo, incluso la llegada de esta mujer que había habitado por mucho tiempo en el exterior, fue planeado. ¿para qué? para hacer cumplir el plan.
La pieza musical que se toca mientras Madre está cuidando a su hija, ocupa auditivamente el lugar de una polifonía, de voces formadoras de seres humanos, al final, somos palabras. Esta cuestión remarca lo artificial de la crianza, así como la nostalgia por la comunidad humana que ya desapareció.