La literatura y el cine juvenil en la mayoría de los casos, y casi por la mayoría de la gente, está tachado de superfluo y extremadamente rosa. Es, tristemente, pocas veces tomado como algo serio o como una propuesta con algo real que ofrecer a la audiencia. Si bien es cierto que hay miles de historias cuyo único fin es el de entretener y enamorar, existen otras que están ahí para dejar huella: contar una historia para hacer eco y transmitir un mensaje.
Ya sea en la pantalla grande o en sus homólogos de la literatura (que claro, son los que inspiraron en primera instancia las películas) las siguientes cinco historias traen consigo más que emoción y romance; son historias que nos invitan a reflexionar el valor mismo de la vida a través de la muerte y la pérdida, pero no visto de una manera trágica en un sentido más literal, sino que buscan compartir una experiencia de vida, una lección.
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1. ‘Bajo la misma estrella’
Seamos claros y honestos: no hay nada más trágico que el cáncer. Y es que es un tema difícil de abordar pero, desde el punto de vista de dos adolescentes, un dolor imperial se convierte en nada más que una aventura con fecha de caducidad, lo que lo hace aún mejor. Más allá de la relación romántica que se forma entre los personajes, creo que el verdadero fondo de la historia recae en la pregunta: ¿qué te atreverías a hacer si supieras que tu vida, de un momento a otro, va a acabar? Y ojo, no necesitas tener una enfermedad terminal para podértela plantear, es sólo que nos hace más conscientes de la fragilidad de la vida y ahí es donde radica su aporte y el ver únicamente la superficie de la historia. Es una historia para atreverte, para disfrutar, pero sobre todo, para aprender a disfrutar de la vida a pesar de todo y de todos.
2. ‘Violet y Finch’
Quizá sea una de las historias que más me ha golpeado con su cruda realidad en los últimos años. Detrás de una historia que a simple vista parece una más de amor adolescente, hay mucho más detrás. La salud emocional es uno de los temas menos abordados dentro del mundo de la literatura y claro, del cine, pero que sin duda alguna, es uno de los tópicos cuya relevancia ha ido creciendo más entre los jóvenes en pleno Siglo XXI. Por ser una de las historias más recientes y que quizá no mucha gente conoce, sólo puedo adelantar que al dejarte atrapar por su realidad, Violet y Finch nos llevarán por un viaje para aprender disfrutar las cosas más sencillas de la vida, al tiempo que nos enseñan a sanar y a estar atentos de las señales: quizá quien más se afana en ayudar, es porque en el fondo pide a gritos de esa ayuda que brinda porque sabe lo que es estar en la oscuridad.
3. ‘Si decido quedarme’
Una historia corta que te absorbe a medida que avanza y que se basa en una premisa aunque sencilla, carga consigo un significado casi filosófico y cada vez más complejo: ¿Qué pasaría si estuvieras a medio camino entre la vida y la muerte? Y si pudieras elegir entre irte y quedarte, ¿qué elegirías?
Sí, sé que quizá sea una pregunta que muchos de nosotros nos hemos planteado alguna vez y cuya respuesta, se esconde en la reflexión profunda de nuestra vida, pues a medida que nos adentramos en el viaje de Mia, sufrimos su dualidad entre lo que perdió y las razones que se convierten en su motor para continuar. Todos tememos a la muerte hasta que la vemos de cerca y comprendemos nuestro papel en el aquí y el ahora. Piénsalo, ¿tú qué harías?
4. ‘Yo, antes de ti’
Una historia que nos enseña a dejar ir. Porque también es válido. Porque hay decisiones que duelen al estar destinadas únicamente para los valientes; porque aferrarte no siempre es la mejor decisión. Es de esas historias que te enseñan a no rendirte, a perder el miedo, a salir al mundo y vivir, porque no sabes cuándo es que las cosas pueden cambiar y con un giro inesperado, transformarlo todo para quedarte únicamente con el “hubiera”, que sí, tristemente no existe. Porque tenemos que aprender a reconocer lo que merecemos y no conformarnos con menos. Porque podemos ver de lo que somos capaces y más, porque lo único que se necesita, es tener fe. Porque el amor transforma.
La historia entre Louisa Clark y William Traynor es el ejemplo de que hay una persona que marca un antes y un después; que todo lo transforma, lo sacude y lo llena de sentido. Porque no es un cuento de hadas, es una realidad, sólo hay que tener los ojos bien abiertos para saberlo reconocer.
5. ‘La última canción’
¡Ah, la adolescencia! Qué etapa tan más difícil, ¿no? Los cambios a veces pueden ser tan arrebatadores y la realidad tan absurda, que las emociones pueden más que la consciencia. Y cuando uno es adolescente, en lo que menos piensa uno es en el futuro. Al menos no el futuro de alguien que no sea uno mismo. Pero quienes nos rodean no son eternos, por lo que no queda más que aceptar que sólo tenemos el hoy y estar enojado con el mundo no viene a bien cuando hay todo un universo de maravillas simples por admirar. El tiempo no perdona y sigue su curso, por lo que hay que hacer que cada minuto cuente. Esa, creo que es la lección que Rooney Miller aprende el verano que pasa en la playa con su padre y su hermano.
Así, el cine y la literatura pueden dotarnos de lecciones que bien aplicadas, pueden durar para toda la vida. ¿Verdad que la literatura juvenil no es tan banal como parece?
P.S. Sí, en todas las películas muere un personaje así que prepara tus pañuelos. ¿Quién? Eso te toca averiguarlo en un maratón.
