No hay peor enemigo a la hora de escribir, que la temible “hoja blanca”. Ya sea que busques iniciar un ensayo escolar o un proyecto en tu área de trabajo, o quieras dejar correr la tinta de tus ideas y emociones, siempre surge la misma pregunta: ¿por dónde comenzar? Y bien, debes saber que es algo por lo que pasa hasta el más experimentado de los escritores.
Stephen King es no sólo considerado el Rey del Terror por su fabulosa prosa e imaginación, sino además, es uno de los escritores más prolíferos puesto que en los últimos 46 años ha publicado alrededor de 62 novelas, 11 antologías de cuentos y relatos cortos, 5 ensayos de no ficción y ha colaborado como guionista de 11 producciones cinematográficas y de televisión.
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Así pues, ¿cuál es entonces el secreto? Y más que talento (que según King sólo se adquiere de la misma práctica), son estos 5 consejos que el Rey del Terror tiene para ti:
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Lee mucho y escribe mucho
King afirma, que la única manera de construir lo que él llama “la Caja de Herramientas” a la hora de escribir, se logra solamente de dos maneras: leer mucho, que es lo que te llenará de herramientas verbales y elementos descriptivos y explicativos para construir tu texto. Y lo segundo, es escribiendo. La práctica, según King, es el mejor maestro y con lo que podrás desarrollar un estilo propio.
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Utiliza lenguaje directo y cotidiano.
“La primera regla del vocabulario es usar la primera palabra que se te haya ocurrido, siempre y cuando, sea la adecuada y dé vida a la frase”. King dice que no hace falta ser rebuscado en el lenguaje a la hora de construir un texto. Basta con elegir las palabras adecuadas y que se adapten a la visión de lo que quieres transmitir, para dotar de un ritmo y una estructura lo que sea que se busque escribir.
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Designa un espacio de trabajo.
Otro de los consejos de King para quienes buscan ser escritores, o simplemente ser mejores a la hora de comunicar sus ideas por escrito, es designar un espacio específico de trabajo. De acuerdo con su experiencia, el arte de escribir es solitario, por lo que elegir un espacio físico: una buena mesa, una silla cómoda, un lugar donde puedas estar a puerta cerrada (lo que es muy importante), ayudarán a la concentración y a dejar fluir las ideas al situarte en un lugar donde puedas estar cómodo.
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Toda gran idea, parte de una pregunta.
A veces, dice King, a pesar de tener una buena idea en mente, no se sabe cómo comenzar, y su consejo recae en comenzar a cuestionar la realidad: ¿qué pasaría sí…? Tomando dos elementos y juntarlos para ver qué pasaría, dejando que la propia historia se vaya construyendo a sí misma.
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Dejar de lado el “quiero” por “debo”
Stephen King se toma su trabajo muy enserio, por lo que hace de escribir, una labor rutinaria de todos los días: dice no poder estar en paz (creativamente), hasta haber completado alrededor de dos mil palabras, lo equivalente a diez páginas. Asegura que aunque el resultado no sea bueno en principio, vale la pena dejar salir las ideas para después pulirlas, puesto que la rutina y el ponerse metas por día o mes, ayudan a darle un ritmo a su creación.
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«Se trata de enriquecer la vida de las personas que leen lo que haces, y al mismo tiempo, enriquecer la tuya. Es levantarse, recuperarse y superar lo malo. Ser feliz, vaya. Ser feliz […] Tú puedes hacerlo, debes hacerlo, y si tienes la valentía de empezar, lo harás. Escribir es mágico; es, en la misma medida que cualquier otra arte de creación, el agua de la vida. El agua es gratis. Coque bebe. Bebe y sacia tu sed».
Sin duda, esta frase final del libro ‘Mientras escribo’ (Ed. Plaza & Janés, 2001) en el que está basado el presente texto y en donde además, encontramos una pequeña autobiografía del autor y más consejos editoriales y de estilo, son las que podrían transformar la vida y los sueños de alguien. Alguien como tú o alguien como yo.
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Foto portada: Steve Schofield.