¿Te has sentido agitado? ¿Quieres hacer varias cosas a la vez, pero de repente no quieres hacer nada? Descuida, esto quizá sea a causa del TDAH, un padecimiento mental que afecta a varias personas a lo largo del mundo. Conoce las puntos más relevantes acerca de este trastorno cognitivo, desde dónde se origina, qué funciones afecta, entre otros.
No existe algún factor que ocasione el TDAH
Desde su descripción en el libro de Sir Alexander Crichton de 1798 Una investigación sobre la naturaleza y el origen del trastorno mental que menciona al TDAH como una «inquietud mental», hasta la primera descripción registrada del doctor George Still en 192, aún no se conoce a ciencia cierta cómo se origina este padecimiento.
Hay factores como la genética, el entorno de crianza, la cultura, situación socioeconómica de la familia que quizá influyan en los síntomas del TDAH como lo son la falta de atención focalizada, comportamientos impulsivos o la combinación de ambos estados.
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Hay tres subcategorías del TDAH
Como sus siglas lo indican, éstas significan Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y a su vez representan diferentes estratos de dicho trastorno. Estas variantes son las siguientes:
- TDAH con hiperactividad e impulsividad: Esta se caracteriza porque a la persona le cuesta mantenerse quieta o en un estado relajado. Además, mantiene una actividad física superior saltando sin parar o moviéndose de un lado a otro (en ocasiones), así como realiza múltiples actividades (físicas o intelectuales) de manera simultánea.
- TDAH con falta de atención: Al contrario de la anterior categoría, ésta se caracteriza por la carencia de atención hacia un objeto o actividad en cuestión, lo que propicia a distraerse con facilidad.
- TDAH combinado: Es la mezcla de ambos tipos de TDAH, en donde se presentan conductas impulsivas combinadas con problemas de atención, o la realización de varias actividades a la vez bajo una enorme concentración para pasar a un estado de inacción o procrastinación prolongados.
Hiperfoco: el arma secreta de doble filo para el TDAH
Como se mencionó antes, uno de los síntomas o conductas del trastorno recae en la falta de atención. Sin embargo, si predomina la conducta por hiperactividad e impulsividad existe la posibilidad de que una persona con este padecimiento se concentre demasiado en una actividad o tema.
Esta concentración única se denomina como hiperfoco, que consiste en prestar atención con mayor detenimiento a una actividad como leer, escribir, hacer compras o jugar videojuegos. Si bien, esto representa algo positivo para una persona a la que le cuesta prestar atención a los detalles, también resulta en una técnica de dispersión al enfocarse en una actividad, pero desconcentrarse en lo que ocurra a su alrededor.
Aunque el TDAH afecta algunas capacidades conductuales y cognitivas, no hay porqué asustarse, ya que la mayoría de los casos registrados no alteran ni afectan en gran medida las actividades sociales y cotidianas de una persona afectada por este trastorno.
Sin embargo, es importante hacer conciencia sobre este padecimiento y no tomarlo a la ligera. Existe un día y un mes dedicados a su concientización, que es el 27 de octubre y a lo largo de dicho mes para exponer e informar sobre los síntomas, tratamientos y posibles causas detrás del TDAH.
Además, no todo está perdido ya que si se diagnostican los síntomas a una edad temprana, sus efectos en la adultez se ven reducidos. No obstante, en la mayoría de los casos es difícil conocer las primeras señales de hiperactividad o falta de atención severos cuando se es adulto. Por ello es importante mantenerse bajo observaciones psiquiátricas con o sin medicamentos, junto con sesiones psicológicas para obtener mejores resultados.
Aún hay muchas cosas por descubrir acerca de esta enfermedad, en especial sus causas para tener un origen más preciso del mismo y contar con medidas más precisas para su tratamiento.
