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Puntos ineludibles para conocer el pasado de México

En pocos lugares del mundo se pueden encontrar tantas maravillas arqueológicas concentradas como es el caso de México. Aprovechando su gran riqueza cultural, repasaremos algunas de las obras culmen de las sociedades mesoamericanas que nos han precedido. Una recopilación arqueológica en la que encontraréis algunas edificaciones capitales de nuestro pasado.

El primer espacio que se ha convertido por méritos propios en uno de los iconos más populares de México es Chichén Itzá. Se trata de un recinto arqueológico considerado como el epicentro del imperio maya, un paraíso histórico en el que se pueden encontrar diversas construcciones categorizadas como patrimonio de la humanidad.

La civilización maya ha causado siempre un gran impacto sobre la cultura popular, cuya huella sigue siendo tangible en productos de consumo. Sus magníficos diseños siguen vistiendo joyas, como es el caso de la archiconocida Piedra del Sol , prendas de ropa con inspiración arcaica e incluso elementos tecnológicos, como es el caso de la tragamonedas Betway Mayan Eagle de Betway o el anunciado videojuego Mictlan: An Ancient Mythical Tale. ¿Qué tiene la cultura precolombina mexicana que sigue maravillando al mundo moderno? Pues la respuesta la encontramos en uno de los edificios más importantes de Chichén Itzá: el Templo de Kukulkán, un recinto religioso construido en el siglo XII.

Su forma piramidal llama poderosamente la atención, y dispone de nueve niveles diferentes donde se rendía culto a la divinidad que da nombre al edificio. Tiene 24 metros de altura y 365 peldaños, que guardan relación con los días del año. En su interior se han descubierto algunos objetos relacionados con la cultura maya, como una figura de Chac Mool, un tipo de escultura muy llamativa cuya traducción literal es la de «Gran jaguar rojo«. La pirámide y la zona arqueológica de Chichén Itzá se alzan en la península del Yucatán, y es un punto turístico de gran actividad social.

Otro de los espacios que ha ayudado a construir el imaginario colectivo sobre los Mayas es la zona arqueológica de Tulum. Un recinto edificado muy cerca del mar, y una excursión imprescindible si se visita la región de la Riviera Maya. Antaño era una ciudad portuaria amurallada, y actualmente se encuentra en ruinas. Se puede visitar en el parque nacional homónimo, y es un punto fotográfico magnífico. Contrastan las aguas cristalinas del mar con los tonos grisáceos y oscuros del yacimiento. Entre los edificios que todavía se pueden visitar destacan el Templo de los Frescos y el Castillo.

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Fuente: Unplash

El tercer yacimiento arqueológico que no podía faltar en nuestra lista es Teotihuacán: “La ciudad de los dioses”. Se encuentra presente en el Estado de México y es una de las construcciones prehispánicas más relevantes de toda Mesoamérica. Es difícil establecer en qué contexto fue edificado, ya que incluso hoy en día se trata de un tema de discusión entre los investigadores. Lo que sí que es una verdad inapelable es que su inmensidad es síntoma de su importancia pretérita. El mayor edificio del yacimiento es también otra pirámide, concretamente la del Sol. Dispone de una altura de 63 metros y su nombre proviene de la civilización azteca, cuya sociedad llegó a la ciudad después de que esta cayera en decadencia y fuera progresivamente abandonada.

Por último, hay que detallar una serie de curiosos objetos que configuran uno de los registros arqueológicos más llamativos de Mesoamérica. Hacemos referencia a las Cabezas Colosales Olmecas. Representaciones gigantescas descubiertas mayormente en la zona arqueológica de Veracruz, cuyas efigies representan los rostros de antiguos líderes de la civilización. Pesaban varias toneladas, y medían casi 3 metros de altura. Para su construcción, se extrajo piedra de las diversas canteras de la Sierra de los Tuxtlas, una formación geológica de piedra volcánica que ofrecía un material de máxima calidad. En total, se han localizado un total de 17 cabezas colosales, y todas ellas se encuentran presentes en el territorio mexicano.

La mejor forma de conocer la historia de la civilización olmeca es trasladarse hasta el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México. Allí se pueden observar dos de estas representaciones megalíticas, junto con otros objetos y materiales relativos a la arqueología mexicana. Un museo de primer nivel donde se puede disfrutar, por ejemplo, de la anteriormente citada Piedra del Sol o de la Máscara del Dios Murciélago.

Ahora bien, la mayor agrupación de cabezas olmecas se encuentra en el Museo Antropológico de Xalapa, con un total de siete testas diferentes. ¿Echáis en falta algún vestigio de nuestro pasado común?

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