La violencia en nuestros días es el acto que se ha manifestado y acentuado como algo ‘normal’ en nuestra cotidianidad.
Este tipo de actitudes se ha ido estableciendo poco a poco en nuestras conductas para con los demás, diversas acciones podrían manifestarse (por muy pequeñas que sean) en violencia y podrían ir aumentado si tú lo permites.
Las agresiones verbales son las más comunes, los insultos y las burlas, posterior a ello vendrá el lenguaje físico, que se manifestará en malas caras, modales incorrectos que carecerán de educación y si ello sigue creciendo, podría llegar a los golpes.
Establecer límites es sumamente importante, si algún familiar, amigo, o pareja te está haciendo sentir mal o te hace sentir extraño con su comportamiento, lo mejor será que lo expreses, y si esa persona sigue actuando de una manera que a ti te denigra, lo mejor que puedes hacer es alejarte definitivamente.
¿Por qué es importante que cuides de ti y te alejes de personas agresivas?
Las personas suelen tener conductas erráticas porque se han forjado así desde el inconsciente, debido a las diversas experiencias que tuvieron en su niñez, malos tratos del padre hacia la madre, infidelidades, golpes, palabras hirientes, y no solo para con la madre, la violencia también puede manifestarse hacia los hijos por parte de ambos padres.
La conducta del abusador se va forjando desde la infancia y se vuelve un círculo vicioso dirigiendo sus malos tratos a la gente que lo rodea.
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¿Qué pasa con tu dignidad cuando permites agresiones de cualquier índole?
Desafortunadamente este tipo de acciones se van normalizando en tu inconsciente y podrías llegar a generar justificaciones inmediatas ante situaciones violentas; la justificación es el medio perfecto para normalizar este tipo de actitudes e incluso funciona como evasión a la realidad por miedo a aceptar que estás siendo agredido o violentado de alguna manera.
Esto es muy sencillo, si no te gusta alguna actitud por parte de quien sea ¡No la permitas, no la toleres! No tienes ninguna necesidad de sentirte mal por comentarios pasivo-agresivos, insultos ‘inofensivos’ e incluso ‘ligeros’ golpes físicos.
Cuando permites este tipo de actitudes, tu integridad física, moral y espiritual se encuentran en peligro, porqué (insisto) vas dejando que conductas inapropiadas se vuelvan ‘normales’.
Recuerda que tú eres un ser humano maravilloso, así que no debes aceptar mierda de nadie.
¡Tú vales mucho!
Recuerda que si permites agresiones físicas o verbales tu dignidad y tu amor propio se van quebrando.
Este tipo de acciones te van aniquilando anímicamente, hasta al punto en el que ya no te reconozcas y sufras de otro tipo de trastornos emocionales como codependencia emocional o Síndrome de Estocolmo.
Quiérete, valora con quien compartes tu espacio y tu tiempo, convive con personas que te motiven a ser una mejor persona en todos los aspectos (o por lo menos en su mayoría).
Es importante recordar que todos somos seres humanos y merecemos un trato digno y adecuado, merecemos ser amados y respetados.
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Foto portada: fuente/capitalcoahuila.com.mx