Laurie Lipton es una ilustradora originaria Nueva York, desde los 4 años comenzó a dibujar, siempre le gustó el blanco y negro en sus pinturas, creía le daban cierto grado de misticismo y un toque escalofriante.
Y es que si de algo se distinguen las ilustraciones de Laurie es que son intrigantes, macabras, tenebrosas… Traumáticas. Sus obras no pasan desapercibidas, pues perturban e intrigan a quien las ve. Podrías preguntarte si eso que dibujó pasó en realidad o porqué es que plasmó eso.
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Su obra nace de una necesidad terapéutica temprana. Cuando tenía 5 años sufrió un ataque sexual de un prófugo del manicomio, lo que la marcó para siempre. La única manera que encontró la pequeña niña de aliviar ese trauma era dibujando. Pero las ideas que se le venían a la mente eran hombres ahorcados, cráneos, expresiones perversas, cuerpos mutilados o cadáveres con penes gigantescos que se transforman en serpientes.
Laurie Lipton habló en algún momento de su agresor. «Sé que suena muy raro, pero le estoy agradecida. Sufrí, pero ahora estoy muy agradecida. Nunca sabes qué regalo puede venir del sufrimiento. Nunca lo sabes».
«Mi agresor sexual me convirtió en artista»
