A continuación daremos un rápido vistazo a la historia, en tres partes, utilizando la ficción vertida por sus autores en diferentes novelas, a través de sus personajes, contextos y situaciones.
La historia de la humanidad no solo se puede contar desde una perspectiva académica, los hechos no lo son todo, las voces de quiénes vivieron las diversas épocas de nuestra larga travesía en éste mundo son importantes también. Muchos autores han creado historias y personajes que nos presentan ópticas diferentes de los sucesos históricos que conocemos, narrando la historia a través de la ficción literaria.
Historia y literatura
El estudio de la historia tiene un carácter científico que no podemos poner en duda. Se requirieron de muchos años para que la ciencia de la historia fuera tomada en serio, se institucionalizara y pudiera acceder a la élite académica de las universidades del siglo XIX, y era a mediados del siglo XX una de las únicas Ciencias Sociales reconocidas, con una objetividad y técnica por demás positivista.
Las narraciones de triunfos de reyes y emperadores, de las grandes conquistas y de los héroes del pasado se valieron de la tradición ora en un primer momento para enaltecer la posición de sus gobernantes, quienes alcanzaban un lugar casi divino o divino, otorgándose características similares a los dioses que adoraban; se convierten ahora en historias de los gobiernos mundiales que buscan legitimar las acciones que se han tomado por, para y en algunos casos contra sus ciudadanos.
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Del mismo modo se han escrito numerosas historias de ficción que nos dan una perspectiva diferente de los sucesos que reconocemos como históricos, permitiéndonos una mirada caricaturizada de algunos personajes emblemáticos o bien, lejos de la burla, la humanización de los grandes villanos de la humanidad.
A continuación daremos un rápido vistazo a la historia, en tres partes, utilizando la ficción vertida por sus autores en diferentes novelas, a través de sus personajes, contextos y situaciones.
La Edad Media
Comprendida entre el milenio del siglo V al XV, de la caída del Imperio Romano de Occidente a ala del Imperio Romano de Oriente. En la sociedad medieval el poder central no podía garantizar su seguridad y organización, por lo que se originó un sistema social basado en la servidumbre, estableciendo una pirámide donde un señor feudal debe obediencia y vasallaje a un superior, hasta culminar con el emperador. El primero de la pirámide, el siervo, no era propiedad del señor feudal, pero tampoco libre.
Además, se intentaba crear una fusión entre los griegos y el pensamiento bíblico por parte de la iglesia. En el libro El nombre de la rosa de Umberto Eco, vemos a los monjes de la abadía recopilar textos de diversos filósofos y esconder uno no tan bien aceptado entre la comunidad, que será el punto clave de la historia; vemos también las condiciones de los siervos que vivían en la miseria y la persecución sufrida por muchos miembros de la sociedad por la Santa inquisición.
Follet en Los pilares de la tierra, nos ofrece un centro de la trama que es la construcción de una catedral gótica y los pormenores para llegar a su término; una visión muy cercana a través de sus personajes de la sociedad medieval con sus pequeños niños, las acatadas mujeres y los miembros del gremio de la construcción y demás durante su historia. Y no podríamos cambiar de época sin mencionar Nuestra señora de París de Víctor Hugo, quien hace una reflexión personal de la sociedad parisina: desde el rey, hasta la rata menos afortunada, sin olvidar a Quasimodo, rechazado por la sociedad y por su misma iglesia.
El Renacimiento
Con la caída del Imperio Romano de Oriente hubo una enorme migración de personas a Italia, llevando consigo el conocimiento perdido de los filósofos griegos y romanos de la Edad Antigua. La cultura, las artes y el pensamiento humanista son características muy generales de éste tiempo que para algunos autores se compone de varios renacimientos entre el siglo XV y el XVI. El norte de Italia monopoliza a los grandes maestros de la pintura y la escultura, posteriormente, iniciarían diversos renacimientos en el resto de Europa, cuando los nuevos maestros migraron para compartir sus conocimientos o perseguidos por la iglesia católica.
En Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam, todas las malas prácticas de la iglesia y supersticiones del pueblo serán mencionados, así como las ventajas de la ignorancia sobre la razón y la razón. Amigo suyo, Tomás Moro, buscará una salida a una forma utópica de gobierno fruto del pensamiento renacentista con su obra cumbre Utopía, describiendo una isla con características y un gobierno único.
Es durante estos siglos que se da el «descubrimiento», conquista y saqueo de las colonias españolas en el Nuevo Mundo. Carlos Fuentes utiliza al naranjo como símbolo de la cultura transterrada que recorre el mundo y se va fusionando a otras culturas en El naranjo o los círculos del tiempo, al mismo tiempo que nos da una visión en cinco relatos de la irrupción violenta de un mundo dentro de otro y el sincretismo cultural al que da origen sin buscarlo. Los frutos de la horrible conquista cultural y los vástagos de una destrucción todavía palpable, tres siglos después serán relatados anacrónicamente en El general en su laberinto de García Márquez.
En el artículo de la siguiente semana, regresaremos a Europa para analizar las revoluciones burguesas, la revolución francesa y su influencia en otras grandes obras de la literatura universal. Posteriormente nos adentraremos en la revolución industrial para llegar a los acontecimientos del siglo XIX y XX de la mano de novelas ejemplares.