La Navidad es una de las fechas más importantes y celebradas en el mundo, se marca el inicio de las vacaciones, en el caso de los niños significa tiempo de regalos, festejos, reuniones familiares, ademas de que comienza la cuenta regresiva para terminar el año.
Pero no podemos negar que aunque se trata de una celebración en donde se suele reunir la familia, suele tener una connotación religiosa en donde se celebra el nacimiento del niño Jesús, aunque a estas alturas se sabe que su origen es mas un hecho histórico que tiene detrás al poderoso Imperio Romano, a ritos paganos y muy poco con la religión cristiana.
Hoy en día gracias a la publicidad se le ha atribuido mas la Navidad a la figura de Santa Claus, el cual es un personaje que vive en el Polo Norte junto con su esposa la Señora Claus y una enorme fabrica que es donde salen los juguetes los cuales son fabricados y envueltos por un ejercito de duendes.
Como bien se sabe Santa Claus trabaja días antes previos a la Navidad para tener listos los reglaos de cada uno de los niños de todo el mundo, es por esto que para hacer bien su trabajo se ayuda de un enorme saco mágico sin fondo, el cual es cargado por su carruaje que es jalado por renos voladores que son liderados por el famosos reno de la nariz roja; Rodolfo El Reno.
El lado oscuro de la Navidad
Sin embargo, la Navidad no es de toda de color de rosa y hay un castigo para quien no se ha portado bien en el año, por lo que Santa Claus tiene a alguien que le ayuda a hacer el trabajo sucio de tener que castigar a los niños malos.
Krampus es el nombre de esta criatura y según cuenta la leyenda este demonio aparece en la noche del 5 al 6 de diciembre, merodeando las calles durante la noche en lo que se conoce como Krampusnacht (La noche del Krampus, en alemán) a veces viene acompañado de Santa Claus para que le indique los nombres de los niños malos, pero siempre viene arrastrando y haciendo sonar pequeñas campanas y cadenas oxidadas para asustar con su presencia.
[Te podría interesar: ‘¿Qué es la Fundación SCP y porqué han creado historias de culto?’]
Por ende la apariencia de Krampus no es nada lindo de ver, ya que su rostro está adornado con cuernos en la frente, una larga lengua roja y una cabellera negra. Tiene el cuerpo cubierto por un tupido pelaje oscuro, y sus patas son de cabra, similares a las de un fauno y en su espalda carga siempre consigo una canasta que es en donde coloca a los niños malos para llevarlos al infierno y comérselos.
Algunas personas le han llegado a llamar el Anti-Santa Claus pero poco se sabe de donde viene su origen.
Su nombre es una palabra que viene derivada del alemán conocida como krampen, que significa garra, y se cree que es el hijo de Hel en la mitología nórdica, la cual es una figura femenina que es encargada de llevar a los muertos al inframundo y se le suele representar con tener la mitad del cuerpo hermoso y la otra igual al de un cadáver en putrefacción.
Asimismo no sólo tiene rasgos la mitología nórdica sino que también tiene características de las criaturas demoníacas y terroríficas de la mitología griega, como lo sátiros o los faunos.
Pero su celebración y reconocimiento se le confiere dentro de las festividades navideñas de Alemania, las cuales comienzan a principios de diciembre donde los niños alemanes comprueban si el zapato o la bota que han dejado la noche anterior contiene regalos o una vara si fueron malos.
La tradición del demonio de la Navidad
Pero no sólo en Alemania se reconoce a la figura de Krampus, sino que esta se ha extendido en Austria, Alemania, Hungría, Eslovenia y la República Checa, en donde consiste en que hombres borrachos se vistan de demonios y vaguen por las calles en un Krampuslauf, una especie de carrera de Krampus en la que persiguen a la gente.
Y aunque en vano la Iglesia católica y los fascistas de la Segunda Guerra Mundial han intentado en vano prohibir esta celebración, lo único que se ha conseguido es que ahora Krampus comience a ser reconocido fuera de Europa e inicie su reinado de terror por Estado Unidos, donde ahora la gente comienza a sumarse a la moda de las «fiestas de Krampus», ocasionando que Santa Claus tenga competencia.