Crea Cuervos

Por qué Julio Cortázar es uno de los mejores escritores latinoamericanos de la historia

«Un hombre respiraba hasta no poder más, se sentía vivir hasta el delirio en el ocio mismo de contemplar la confusión que lo rodeaba». Julio Cortázar, Rayuela.

Julio Cortázar, autor latinoamericano, nacido en 1914 en Bruselas y con nacionalidad Argentina, vive en París y obtiene su residencia en Francia. Forma parte del movimiento titulado como «El boom latinoamericano»; fue muy amigo de Borges, cuyo autor publica uno de sus cuentos en la Revista Sur.

julio-crotazar-joven

Julio fue gran colaborador para la Revista Sur; fue considerado por Borges como un autor grande de toda la vida.

Cortázar  también fue traductor y cosmopolita; tenía una obsesión y una fascinación enorme por los gatos y el jazz, además de escribir, Julio tocaba la trompeta; consideraba el jazz como una gran pasión dentro del ámbito musical, equivalente a un signo que prosperaba como sinónimo de relajación.

El jazz es equiparable a la improvisación y para Cortázar significaba sinónimo de libertad.

Algunas de las letras más destacadas de Cortázar para con la sociedad literaria, son:

‘Historia de cronopios y de famas’. Aparece en 1962, es una recopilación de 64 relatos cortos, con un humor mordaz y a su vez apacible, llenos de sarcasmo e incluso de ironía, ocultan reflexiones filosóficas acerca de la vida.

El libro se encuentra dividido en cuatro partes, la primera es: ‘Manual de instrucciones’; la segunda, ‘Ocupaciones raras’; la tercera, ‘Material plástico’; y la ultima, ‘Historia de cronopios y de famas’.

‘Historias de cronopios y de famas’ representa y ocupa un lugar importante dentro de la escritura de Cortázar, primero porque da inicio e inaugura una forma nueva de escritura y representativa en Cortázar, esta sería la de las “prosas breves e inclasificables”. Cortázar era conocido como cuentista y habría practicado todos los géneros: poesía, teatro y ensayo.

En 1946 Borges le publica ‘Casa tomada’ en Los Anales de BuenosAires, el género por el cual se sintió cómodo y desenvuelto fue el cuento fantástico. También podría decirse que ‘Historias de cronopios y de famas’ estrena la escritura jazz de Cortázar, esa escritura que se deja guiar por el swing y se construye a base de takes; a su vez, la narrativa de este libro deja entrever la anticipación de ‘Rayuela’ a un nivel anímico e incluso de principios, es decir su rechazo al orden establecido, en el lenguaje, en la cotidianidad y por consiguiente a ese trato con la realidad.

Cortázar también se preocupó por las relaciones humanas en el sentido afectivo, vistas en ‘Rayuela’ y ’62/modelo para armar’.

Las relaciones que plasma Julio en sus creaciones literarias, se basan en la libertad y en la cultura bohemia. Son complicadas porque son humanas, son frescas, basadas en lo cotidiano e incluso en lo lúdico, Julio siempre se muestra a favor de ese juego que se plasma y se perméa en lo contrario al destino, en lo fortuito y en la casualidad.

Las relaciones que plasma Cortázar son simbólicas, son repletas de miedos, son titubeantes, eso se plasma perfectamente en ’62/modelo para armar’ y en ‘Rayuela’, las parejas se encuentran en una constante vorágine de encontrarse en el otro y darse solución, pero esas relaciones no son tradicionales, son basadas en la libertad, pareciese que nadie se pertenece, aunque superficial y a veces profundamente se conozcan, no llevan una etiqueta, las relaciones que plantea Cortázar se mimetizan con la vida misma. Aunque a veces nos agrade pensar en lo “certero”, en lo “seguro”, y pensar también que pertenecemos a alguien y por lo tanto ese alguien también nos pertenece. ¿Qué más humano que la relación que lleva Olivera con la Maga o Juan con Helen?

Las relaciones afectivas que se manifiestan en las obras de ‘Rayuela’ y ’62/modelo para armar’ siempre están en constante movimiento, pero uno decadente, la autodestrucción es inmanente, siempre está ese vacío existencial que se quiere cubrir como una especie de bache en el otro , pero ¿cómo encontrar en el otro lo que no se encuentra en uno mismo? Como la consciencia y el fluir psíquico solidificado en el poliedro: ese complemente invariable que constante y fortuitamente complementaba al otro en personalidad y en pensamientos. La relación que mantienen Lucia y Horacio es caótica, a Horacio como lo dice Gregoroviuos, le pesa el mundo, la cosificación y la circunstancia:

“Lamento usar un lenguaje abstracto y casi alegórico, pero quiero decir que Oliveira es patológicamente sensible a la imposición de lo que lo rodea, del mundo en que se vive, de lo que le ha tocado en suerte, para decirlo amablemente. En una palabra, le revienta la circunstancia. Mas brevemente, le duele el mundo”.

Lucia también le comenta que él tiene un pensamiento rígido como de doctor y no como de poeta. Lo maravilloso en las relaciones que nos plantea Cortázar es ese orden en el desorden mismo e incluso permear la existencia en actos amorosos, en donde el raciocinio siempre está plasmado, al menos por parte de Oliveira. En el capítulo 20 existe una pelea entre Lucía y Horacio, donde Oliveira le reprocha a la maga acerca de con cuántos hombres se había aventurado, así mismo también se permear el acercamiento de estos dos, la cercanía de vivirse juntos:

“Un mes atrás cada uno tenía todavía su pieza, después habían decidido vivir juntos”.

Así son las relaciones humanas, caóticas pero necesarias.

Julio siempre se opuso intelectual e ideológicamente a las dictaduras que existían en su país, y los golpes de estado tan violentos; afortunadamente supo diferenciar entre la realidad social y su realidad creadora, Julio siempre apostó por la libertad del hombre y en sus creaciones plasma divergencias; el mundo en el que está inscrito y parado Cortázar no pertenece, reitero: afortunadamente al que está viviendo, expone criticas sociales, sí, pero jamás deja que el ímpetu creativo que era algo demasiado suyo, se destruya con lo que pasaba en el mundo. Apoyo y estuvo a favor de la Revolución Cubana y más tarde dedica y brinda incluso ayuda a Nicaragua, en su libro ‘Nicaragua tan violentamente dulce’, podemos apreciar eso.

Existe una especie de libertad en la literatura que Cortázar no fusiona con los aspectos políticos de su país ni del mundo. Julio parte de Argentina cuando Juan Domingo Perón se instala; siempre existió un tipo de reticencia por parte de Cortázar para con el gobierno, se burla de la solemnidad, menciona que ya no obtiene tranquilidad, ya existe una especie de culto generalizado y huye de la solemnidad se va a Francia y se encuentra establecido en el mundo bohemio de Paris, y es el contexto de su obra: Rayuela.

El día 17 de Octubre de 1945, el coronel Juan Domingo Perón hasta fue Secretario de Estado de Trabajo, tomó el poder con la ayuda de Eva Duarte. Admiraba a Benito Mussolini y a Franco; se hizo elegir regularmente como presidente de la república en Febrero de 1946.

Los primeros años de su presidencia se ubican en un contexto importante para Argentina, en primera instancia estaban en los años que sucedieron a la guerra mundial la enorme necesidad de alimentos en el mundo entero y Perón asegura la prosperidad del país. Eva Duarte se transforma en la mujer de Perón, y pone en marcha medios sociales y les otorga el derecho al voto a las mujeres. El régimen Peronista se debilito rápidamente debido a la muerte de Eva Perón en 1952, la oposición creciente de la iglesia, la perdida de interés del ejército y la utilidad de Estados Unidos condujeron rápidamente a la destitución de Perón el 6 de Septiembre de 1955 y a la puesta en pie de la revolución libertadora.

El elemento del absurdo en el mundo de ‘Rayuela’ se desenvuelve y se manifiesta para dar paso a la explicación del universo caótico en el que viven sus personajes, incluso en su orfandad, si me permites decirlo, son seres que no tienen a nadie más que así mismos y a los del club, si, son independientes, bohemios, aficionados al jazz, pero en su constructo hay algo que siempre va en decadencia, el amor que mantiene la maga con Oliveira es detonante todo el tiempo, son y no son. Si me permites, citaré una parte de Rayuela en la que se manifiesta con toda claridad el absurdo. Este dialogo es entre Ronald y Oliveira:

– Yo estoy en el suelo – dijo Ronald –y nada cómodo para decirte la verdad. Escucha, Horacio: negar esta realidad no tiene sentido. Esta aquí, la estamos compartiendo. La noche transcurre para los dos, afuera está lloviendo para los dos. Qué se yo lo que es la noche, el tiempo y la lluvia, pero están ahí y fuera de mí, son cosas que me pasan, no hay nada que hacerle.

– Pero claro – dijo Oliveira –. Nadie lo niega, che. Lo que no entendemos es porque eso tiene que suceder así, porque nosotros estamos aquí y afuera está lloviendo. Lo absurdo no son las cosas, lo absurdo es que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas. A mí se me escapa la relación que hay entre yo y esto que me está pasando en este momento. No te niego que me esté pasando. Vaya si me pasa. Y eso es lo absurdo.

[Te podría interesar: ‘Lo que tienes que saber acerca del body positive‘]

El absurdo radica en dejar que el acontecer invada a los personajes, en que el promover el cambio no sea para algo positivo, las mismas acciones innecesarias que terminaran en un mismo fin; Oliveira menciona lo siguiente:

– El absurdo es que no parezca absurdo – dijo sibilinamente Oliveira -.El absurdo es que salgas por la mañana a la puerta y encuentres la botella de leche en el umbral y te quedes tan tranquilo porque ayer te paso lo mismo y mañana te volverá a pasar. Es ese estancamiento, ese así sea, esa sospechosa carencia de excepciones. Yo no sé, che, habría que intentar otro camino.


Rayuela, la obra más conocida de Cortázar

Es pertinente mencionar a grandes rasgos la obra y quizá algunas propuestas filosóficas que aborda Cortázar como la idea del absurdo, la alteridad y lo lúdico.

El juego se mantiene desde la estructura narrativa plasmada en el inicio. Rayuela contiene un tablero de direcciones en donde el lector podrá leer de dos maneras el libro:

“El primer libro se deja leer en la forma corriente y termina en el capítulo 56, al pie en el cual hay tres vistosas estrellitas que equivalen a la palabra fin. Por consiguiente el lector prescindirá sin remordimientos de los que sigue”.

También la parte lúdica se manifiesta en los encuentros fortuitos que tiene Oliveira con la maga, ese siempre jugar a encontrarse “¿Encontraría a la maga?”.

“Pero ella no estaría ahora en el puente. Su fina cara de translucida piel se asomaría a viejos portales en el ghetto del Morais, quizás estuviera charlando con una vendedora de papas fritas o comiendo una salchicha caliente en el boulevard de Sebostopel”.

Lo cotidiano que se plasma en los referentes reales de Paris, hacen que eso que parece tan sencillo se perme en la casualidad del juego, en la magia que fluye en la psique del narrador, con poesía y lenguaje común.

“Ahora la maga no estaba en mi camino, y aunque conocíamos nuestros domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en Paris…”

Se podría decir que ‘Rayuela’ es la obra cumbre de Cortázar, donde toma la novela y la desarma para construirla una y mil veces de distintas maneras; posee la capacidad de tener múltiples y distintas direcciones: es una novela pasional, lúdica, erótica, en donde también se plasma poesía y utopía. Cortázar cree fiel y fidedignamente en el juego, en lo simbólico del mundo creativo para exponer y expresar la capacidad de jugar y de ser libre por medio de este. El juego en Cortázar asciende hacia lo sublime, es una especie de caleidoscopio, con colores, formas e incluso simetría, aspiró a una forma de literatura que tiende ostensiblemente a lo fragmentario y eso no hace que renuncie a la imagen de conjunto, cierta imagen que solo se puede entrever brusca y fugazmente, si el lector participa activamente, sería como una cristalización ubicua y total.

Lo cotidiano puede volverlo extraordinario, altera la realidad y coloca a sus personajes en planos diferentes, en universos que se entrevén como cotidianos, pero son universos únicos.

El absurdo como lo plantea Oliveira, es una traducción clara de que los acontecimientos suceden y nosotros nos permeamos en momentos, en instantes en los cuales hay situaciones que meramente no nos corresponden a nivel personal, cosas que no se pueden controlar, como el clima, o las mismas acciones que tienen los demás personajes respecto a él.

“El absurdo se explica como la confrontación entre las inquietudes del hombre y esa respuesta muda del mundo. El absurdo está en la incoherencia de esas de esas dos presencias sin comunicación.

Para ser absurdo se necesita, en una cierta medida, estar consciente de la utopía de la lucha y de continuarla sin embargo aun sin esperanza, pero así mismo habiendo vencido el miedo.

Hay que ser como Don Quijote, como Don Juan o como Sísifo. Y ser como ellos es también ser rebelde. Pero también es ser absurdo, porque el absurdo no se puede resolver, hay que vivirlo. La sola medida de la resolución del absurdo es el suicidio.”

El absurdo deviene en la existencia misma, en el esfuerzo que se manifiesta para lograr concebir y dar objetivos, e incluso rumbo al ser y el deber ser, para lograr concretizar un rumbo, un camino y un cambio.

¡Cortázar era un genio! Tenía la capacidad de mimetizarse con su país, estando en otro, echa de menos Argentina y sus tangos, lo manifiesta en su escritura y a pesar de tener la residencia en Francia, el sigue siendo argentino, y sigue siendo bohemio en Europa. Su padre fue funcionario de la embajada de Argentina en Bélgica, y en 1951 fija su residencia definitiva en Paris, Cortázar retorna a su país en 1983, cuando regresa la democracia en Argentina. Es tan genial, que aun estando fuera de Argentina, escribe Rayuela en español y precisamente en argentino, Julio siempre tiene una disputa y una unión bastante fructífera para con la ciudad y sus entornos. Se siente Argentino porque vivió allá, quizás entremos en polémica por lo siguiente que diré, pero Cortázar era un ciudadano del mundo, y su corazón pertenecía a él.

Cortázar era un hombre comprometido con la política, llega a Cuba en 1968, se preocupa enorme y profundamente por revolución y también por lo que pasa en Nicaragua. Podría colocarse como elemento fundamental que a Cortázar le fascinaban las emociones humanas, porque de eso se compone, así está construido el ser humano: de fragilidad.

En su cuento ‘El perseguidor’ muestra la vida de Charlie Parker, músico de jazz que muestra un devenir constante; su arma es la autodestrucción, monstruos que habitan en el corazón humano, monstruos profundos, el personaje perdía constantemente su instrumento: el saxofón. Juega y permea en sus obras la libertad del alma y la antepone siempre a ese deber ser.

Quizá a Cortázar también le pesaba el mundo y las acciones que inevitablemente acontecían a su alrededor sin poder hacer nada; las relaciones afectivas caóticas, los talentos desperdiciados, y esas relaciones efímeras que vienen y se van de la vida misma, no somos más que una incidencia:

“Los queridos amigos tan desconocidos ayer y mañana, la gente que era más que una nimia incidencia en el lugar y el momento”.

Salir de la versión móvil