La música tiene el poder de remover las fibras más profundas del sentimiento humano, llega a la parte más sensible de nuestro ser, la música nos acompaña la mayor parte de nuestro día a día, nos conecta o nos descontenta con la realidad, independientemente del género musical predilecto la música nos provoca alegría, tristeza, euforia, melancolía o molestia.
¿Quién de nosotros no ha relacionado alguna canción con un momento significativo de nuestra vida? O ha intentado componer alguna melodía con algún silbido o chasquido de los dedos, la música es un diálogo sonoro entre quien la compone y quien la escucha, de forma indirecta establecemos una relación emocional con el compositor pues pareciera que a través de su canto o la melodía que interpreta intuyera lo que estamos sintiendo.
El proceso creativo de un compositor es exigente, desgastante y en ocasiones frustrante, a lo largo de la historia varios de ellos han llegado al límite de sus emociones y acciones con tal de hacer que su música transcienda en el tiempo, que cada composición sea mejor que la anterior, única e irrepetible.
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Giuseppe Tartini así lo deseaba, este músico italiano, prodigioso violinista, compositor y estudioso de la música nació en Pirán, en la entonces República de Venecia, hoy Eslovenia, el 8 de abril de 1692 y murió el 26 de febrero de 1770 en Padua. Giuseppe Tartini fue uno de los violinistas más talentosos de su época, compuso alrededor de 200 sonatas y conciertos para violín, las piezas musicales que ejecutaba estaban llenas de complejidad haciendo notar no solo su enorme talento, también la dedicación y el conocimiento que tenía de la armonía y acústica, incluso se le atribuye el descubrimiento de lo que se llama “el tercer sonido”, que es una armonía producida cuando dos notas de una cuerda son tocadas en perfecta sintonía.
Tartini dedicó toda su vida al violín, su capacidad para tocar este instrumento era tan grande que en Italia lo llamaban “Il maestro delle Nazioni” (el mejor músico del mundo) y en Francia lo conocían como “Le legislateur de l’archet” (el legislador del arco). Sin embargo, la razón por la que su nombre paso a la historia es por la tenebrosa anécdota sobre como logro componer una de las melodías más hermosas del mundo ‘El Trino del Diablo’
Giuseppe Tartini le contó a su amigo, el astrónomo francés de nombre Joseph Jérôme Lalande, que una noche mientras dormía, el diablo se le apareció ofreciéndole ser su siervo a cambio de que el músico le vendiera su alma, para aceptar el trato Tartini reto al diablo a tocar una melodía romántica en su violín creyendo que este no tendría la capacidad de cumplir con el desafío, para su sorpresa lucifer comenzó a tocar con gran bravura e inteligencia una sonata tan singular y romántica como nunca antes Giuseppe había oído, la conmoción de sentimientos que le provocó fue tal que despertó de una forma violenta, tomo su violín e intentando recordar las notas compuso la sonata, aunque para Tartini su composición estaba muy por debajo de lo que había escuchado en el sueño
El Trino del Diablo o Sonata del Diablo es una de las piezas musicales más bellas y tremendamente complejas de ejecutar ya que exige una gran técnica en el violín principalmente en los últimos movimientos de la obra donde se deben tocar trinos con una cuerda mientras acompaña con una melodía en el resto de las cuerdas, a este sonido se le conoce como tritono que por cierto la iglesia prohibió durante mucho tiempo ya que estos tres tonos producen un sonido que evoca tensión, tenebrosidad y un aura espeluznante, según los eclesiásticos era una de las formas de invocar al diablo, incluso había quienes decían que era la puerta que el residente del infierno usaba para entrar a nuestro mundo.
‘El Trino del Diablo’ cuenta la historia de lucifer, comienza con dulzura y delicadeza (su creación) evolucionando hasta el engaño, la ira y decepción (la caída del ángel) terminando con fuerza, desprecio y dolor desgarrador (su destierro al infierno). Parece que el diablo quería contar su parte de la historia y uso a Tartini para ser escuchado.
Si estas letras han despertado tu curiosidad por escuchar esta bendita obra del mal, te dejo un enlace para que puedas deleitar tus sentidos con esta sublime obra de Giuseppe Tartini.