El circo ha sido por décadas uno de los espectáculos más llamativos e interesantes a los cuales podemos asistir en familia, sin embargo, este tipo de espectáculo es un concepto histórico que se remonta a culturas antiguas como Egipto, Mesopotamia, China y por supuesto la antigua Roma; y posteriormente ha seguido evolucionando década tras década hasta traernos un concepto tan innovador como el llamado mejor circo del mundo ‘Cirque du Soleil’.
En el antiguo Egipto, alrededor del año 2040 a.C. se encontraron pinturas representando acrobacias; mientras que en otras culturas antiguas como Mesopotamia, China, Mongolia e India hace más de 3,000 años ya existían malabaristas, acróbatas y contorsionistas que utilizaban todo tipo de objetos entre los que se encontraban armas, instrumentos de artes marciales, juguetes infantiles y utensilios de uso doméstico como jarrones de porcelana que lanzaban y recibían con diferentes partes del cuerpo.
[Te puede interesar ‘El perro: el mejor amigo y aliado del hombre durante la guerra‘]
El origen de la palabra “circo” se remonta a la antigua Grecia, sin embargo, esta hacia referencia a todo tipo de representaciones destinadas a la diversión y aptas para toda la familia, en tanto que, en la época romana, el “circo” era el espacio destinado a los juegos públicos, como las luchas de gladiadores, las competiciones ecuestres y de carros en donde la sangre en abundancia deitaba a los espectadores.
A partir del descubrimiento de América y los primeros viajes al llamado nuevo mundo, el continente europeo se percató que dentro de las costumbres practicadas por los nativos se encontraban acrobacias como el malabarismo con los pies, esto practicado por los Aztecas y también por los Shoshoni (tribu que se estableció principalmente en el Sur de California), sin embargo, estos últimos mencionados aumentaban la dificultad al incluir en ocasiones carreras de velocidad mientras se manipulaban tres pelotas.
Ante la llegada de la edad media, se vislumbró los primeros indicios del concepto del circo que conocemos, las compañías de circo recorrían ciudades usando el son de la música para brindar un mayor espectáculo a los acróbatas, malabaristas y a las artes circenses que incluían en el espectáculo. Durante el renacimiento se legalizaron las actividades que realizaba el circo, y el auge fue aún mayor, provocando una gran expectación cuando se instalaban sus carpas en las plazas de las ciudades.
En el año 1768, Philip Astley adquirió un terreno llamado “Halfpenny Hatch” en el barrio londinense de Lambeth y presentó un espectáculo donde hacia piruetas y brincos con ayuda de su caballo, un par de años mas tarde, en 1770, traslado su espectáculo a un lugar más espacioso al aire libre donde incluyó tribunas de madera, lugar que nueve años más tarde se convirtió en un anfiteatro cerrado denominado Astley’s Royal Amphitheathre, donde se presentaban números de equitación, danzas sobre cuerdas, acrobacias e incluyo a un nuevo personaje: el payaso.
La llegada del circo también trajo consigo la exhibición de individuos con características peculiares y diferentes como deformidades, a este tipo de shows se les conocía como “Freak shows” (espectáculo de fenómenos), teniendo su auge desde el siglo XVII, pero sobre todo desde el siglo XIX. Este tipo de números nos entregó historias como la vida de John Merrick, la cual fue inspiración para la película llamada “The elephant man” (El hombre elefante) dirigida por David Lynch y estrenada en 1980.
La inclusión de animales se hizo presente a lo largo de la historia del circo, actualmente se sabe que el mal trato a estos, así como incorporarlos a este tipo de shows les traen trastornos psicológicos, expresándolo en su forma de comportarse, muchas veces estos animales mueven la cabeza de un lado a otro continuamente. Actualmente en países como Canadá, Suecia y Dinamarca está prohibido el uso de animales en los circos.
El circo ha evolucionado con respecto al paso de las décadas, y los siglos, pasando de ser un espectáculo violento y sangriento como en Roma, a ser un espectáculo que exhibe y discrimina a las personas como los “Freak shows” incluyendo consigo números que incluyen la explotación y maltrato de los animales; sin embargo, la actualidad nos permite evolucionar el concepto circo, trayéndonos espectáculos para el disfrute familiar sin pretensión alguna de incitar la discriminación o la explotación de los involucrados.