Imagina un mundo en donde tu vida es perfecta, sin prejuicios y sin miedo a los errores, sin deudas, viviendo en una casa propia y con una esposa que te ama así como eres. Y en ese mundo donde tu vida es PER-FEC-TA lo único que te interesa es la felicidad y el bienestar de todos los que te rodean, porque estás pleno, eres armonioso y lo mejor de todo es que ¡Estás completo! No te hace falta nada para ser feliz.
Suena difícil ¿No? Incluso un poco utópico y… ¡También suena increíble!
Y quizás la idea de visualizarlo te confunda y te asuste.
Ahora imagina que tú vida está siendo realizada con todo ese éxito que siempre deseaste, en lo personal, lo laboral y lo sentimental ¿Vamos bien, no?
Imagina que esa vida ¡Tu vida! La está llevando a cabo alguien más…
Que es mejor que tú, que se viste mejor que tú, que trabaja mejor y que además le cae mejor a tus compañeros de trabajo que ¡TÚ! y para acabarla de jod… trata a tu esposa mejor que tú. Pero qué rabia ¿No? ¡Qué impotencia! Y si te digo que… Ese otro eres tú. ¿Te odiarías? ¿Te tendrías envidia? ¿Tendrías ganas de matarte?
Suena ridículo e imposible pero… Esa es la historia de Miles, un hombre aburrido y rutinario, que vive bajo el yugo del automatismo, y su vida parece, (bueno, no parece) es: ¡GRIS!
[Te podría interesar: ‘No le temas al futuro, hacerlo puede causarte ansiedad, estrés y nerviosismo‘]
Paul Rudd interpreta a Miles, un hombre que luce cansado y fastidiado con su vida.
A uno de sus compañeros de trabajo le realizan un pequeño festejo y Miles le pregunta porque ha cambiado tanto, si él era un hombre que se escondía de la gente y ahora era distinto; su compañero le comenta acerca de un maravilloso y privado «spa» que le cambiará la vida. Miles se toma un par de días para pensarlo y al final acude al spa.
El proceso al que se somete Paul Rudd parecía bastante sencillo: El cliente acudía, lo anesteciaban y despertaba como un hombre nuevo, cien por ciento mejorado, sin prejuicios, sin miedos y lo mejor de todo: feliz. Pero no todo puede ser perfecto, tiene que existir un detonante que cambie la historia y la vida del protagonista ¿Verdad?
En el proceso ocurre un fallo, Miles (el original) despierta y se da cuenta que está enterrado en una bolsa de plástico en medio del bosque, logra quitársela y sale corriendo hacia su casa.
Cuando Miles llega se percata de que hay alguien más en su habitación, hace un pequeño ruido y Miles (el clon) baja para revisar que ha provocado aquello y ambos se encuentran de frente y se observan confundidos y agobiados.
Miles se enfrenta a los riesgos y peligros de vivir con él mismo, de tener que ver como ese otro él es perfecto, que no le tiene miedo al éxito, ni al fracaso, ni a la gente de su trabajo, ni a su jefa, ni a su propia esposa.
Ese otro Miles es el reflejo continuo del progreso y del éxito que el Miles original no tenía.
Miles aprende de el odio que siente por si mismo y lo acepta como parte de un proceso para crecer personalmente.
La existencia es un constante devenir en donde nuestra lección es el aprendizaje.
¿Por qué recomiendo la serie?
- El tema de la existencia es el eje rector de toda la serie, y lo que le brinda un plus es la existencia del doble mejorado.
- Los capítulos son cortos y maneja la doble perspectiva, es decir: en el primer episodio se ve la perspectiva de Miles y en el segundo la del clon.
- La serie te brinda esa sensación de renovación, como de tener un doble mejorado para aprender de él, amarlo u odiarlo.
- Paul Rudd es un actor, versátil, guapo y carismático.
- Y finalmente es una serie divertida, entretenida, con díalogos sencillos y situaciones muy bien pensadas.