Cuando te encuentras soltero es sólo cuando pareces notar que todo el mundo se encuentra en una relación amorosa, donde sea que voltees encuentras parejas exponiendo al mundo lo felices que son y las redes sociales terminan por poner la cereza en el pastel de que tu pareces ser el único que no encuentra a su igual.
Mientras que en las reuniones familiares, en vez de mejorar parece todo empeorar con clásica pregunta ¿Y la novia? como si fuera de ley inmediata conseguir una pareja para nuestra vida.
Como respuesta se ha dicho que a pesar de que nos torturamos con las fotos de “parejas felices” que inundan las redes sociales, se sabe que como seres humanos tenemos un fuerte apego al amor y generamos una adicción por querer vivirlo y una urgencia por querer que sea nuestra realidad, aunque esto signifique que sea a través de la pantalla o de una buena historia romántica.
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El amor como una necesidad
Con esta idea en mente, el director y cineasta griego Yorgos Lanthimos se creó un mundo distópico donde el amor debe de existir a toda costa. Algo que parece bastante romántico si lo ponemos así ¿no?
Pero que pasaría si te dijera que el amor en este mundo termina siendo deshumanizante y que el buscar a tu media naranja es mas ya una necesidad y no una forma de complementar tu felicidad individual.
‘The Lobster’ muestra la historia de David, un hombre que se siente extraño consigo mismo después de que su esposa lo abandona por otro hombre.
Él, entonces se encuentra solo y decide internarse por 45 días en un extraño lugar que tiene como objetivo buscarle pareja a cada una de las personas pero si después pasado el limite de tiempo la persona que no haya encontrado pareja está condenado a convertirse en un animal, la cual es visto como una segunda oportunidad para que puedan encontrar el amor.
En este universo distópico, los solteros son vistos como rebeldes y suelen producir en la sociedad una especie de repulsión.
Creando así a lo largo de la trama una metáfora sobre en lo que se puede convertir el amor cuando una sociedad esta mecanizada, es rápida y “eficaz”, pero que solo busca el beneficio económico general, nunca el individual. Porque, sí: tu felicidad profunda e interior ya no importa; formamos parte de una sociedad.
Asimismo, no existen puntos intermedios, así que sólo hay dos opciones o eres heterosexual o homosexual ya que el mundo creado por Yorgos está establecido y el hecho de escoger algo que se encuentre fuera de ello, te hace ser diferente y eso es algo que no será permitido.
La cinta de The Lobster se muestra extraña pero si se mira con detenimiento tiene mensajes importantes para reflexionar de la actualidad, donde el mundo nos recuerda que no esta hecho para los solteros y que el único modo de ser feliz es con una pareja a la cual se le debe de sumar una casa, trabajo, familia, hijos, etc.
Es por eso que en varias ocasiones dentro la trama The Lobster uno llega a empatizar con lo que esta viviendo y sintiendo el protagonista David.
Porque, en cierto modo, en algún punto de nuestras vidas todos hemos sido el y nos hemos sentido presionados a hacer lo que todos esperan que hagamos.