Poesía, aquel vehículo para los nostálgicos amantes de la palabra.
Les compartimos 5 poemas que seguro llenaran tu día de deseo, placer, imaginación o bien, melancolía. Quizá, con ello te animes a escribir.
1. ‘Lo que me gusta de tu cuerpo…’de Julio Cortázar
Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo.
Lo que me gusta de tu sexo es la boca.
Lo que me gusta de tu boca es la lengua.
Lo que me gusta de tu lengua es la palabra.
A través del tiempo la poesía ha marcado la vida de muchos, ha permitido transformar las palabras en algo más que signos, embelleciéndolos, adornando su contenido y brindando para el que el poeta un pretexto más para seguir escribiendo.
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2. ‘El Tigre’ de Jorge Luis Borges
Iba y venía, delicado y fatal, cargado de infinita energía, del otro lado de los firmes barrotes y todos lo mirábamos. Era el tigre de esa mañana, en Palermo, y el tigre del Oriente y el tigre de Blake y de Hugo y Shere Khan, y los tigres que fueron y que serán y asimismo el tigre arquetipo, ya que el individuo, en su caso, es toda la especie. Pensamos que era sanguinario y hermoso. Norah, una niña, dijo: Está hecho para el amor.
Esperanzadora, meliflua, un medio de fuga para el sentir. No hay duda de que el ejercicio de escribir es para el poeta la transformación de su sentir, el desplazamiento inconsciente de si y del otro.
3. ‘Los Amorosos’ de Jaime Sabines
Te quiero a todas horas, hago como que estudio, voy a la escuela, paso algún examen, pero en el fondo sólo te estoy queriendo, pensándote, diciéndote muchas cosas. Las mismas que te voy a decir dentro de unos días. Las que te voy a hacer. Te adoro, soy eternamente tuyo…
Hipérboles, metáforas, sonetos, versos, todos elementos de una de las mas lindas creaciones del hombre: La poesía.
4. ‘Unión Libre’ de André Breton
Mi mujer de cabellera de llamas de leña
De pensamientos de relámpagos de calor
De talle de reloj de arena
Mi mujer de talle de nutria entre los dientes del tigre
Mi mujer de boca de escarapela y de ramo de estrellas
de última magnitud
De dientes de huellas de rata blanca sobre la tierra blanca
De lengua de ámbar y de cristal frotados
Mi mujer de lengua de hostia apuñalada
De lengua de muñeca que abre y cierra los ojos
De lengua de piedra increíble
Mi mujer de pestañas de palotes de escritura de niño
(…)
Si hay algo que no debemos ignorar es la idea de que “todo es lenguaje” como Derrida lo indica tan acertadamente en De la Gramatología, por ello, si nosotros somos parte de este lenguaje, de este cumulo de signos, depende de nosotros que nuestras palabras sean poesía.
5. ‘Una historia con el cielo color Mostaza’ de Fernando Axel Flores
Allá en donde las olas de tus caderas rompen eternamente
Contra las rocas áridas al chocar,
Esa noche en que la luna brillo más luminosamente
Durante la encantada hora crepuscular, tú y yo, después de caminar.
Donde en tus ojos brillaba el amor, gozaba.
Viendo en ellos pasar los días
Tú bella hechicera, tu magia me acariciaba.
Tu mano en mi mano, un mar en las manos. De nuestro amor un talismán.
Besándome con un cielo color mostaza, me dijo hermosa:
Guarda mi talismán que a ti llega.
¡Tienes una fuerza misteriosa!
Fue el amor, inocente, tímido y aprendiz, una tarde de entrega.