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‘Vaquero del mediodía’, un documental sobre el poeta más inspirado de su generación

Octavio Paz llegó a decir que Samuel Noyola era uno de los poetas más inspirados de su generación, el documental ‘Vaquero del mediodía’ de Diego de Osorno gira a través de la búsqueda del poeta desaparecido, pero sobre todo, rememora las palabras de un personaje mítico y apabullante.

La decadencia de Samuel Noyola pudo haber comenzado con el fallecimiento de Octavio Paz en 1998, a quien veía como una figura importante de la literatura e incluso como una figura paterna. Samuel Noyola, poeta y diseñador gráfico, nació el 8 de febrero de 1965 y se encuentra desaparecido desde hace más de 10 años. Conoció en una reunión literaria a Diego Osorno, director de ‘Vaquero del mediodía’, documental sobre la vida y la búsqueda de Noyola, el propio Osorno, —quien comenzó su carrera haciendo poesía— afirma carecer de talento como poeta al lado de Samuel Noyola, esa declaración, aunque vaga es ya decir algo sobre el mítico personaje, además, Noyola fue uno de los escritores jóvenes que en su momento fue apadrinado por el nobel mexicano de literatura, de entrada nos queda ya una imagen de un personaje con matices, de amigos y enemigos.

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El documental tuvo su primera exhibición en 2019 y recientemente se encuentra disponible en Netflix. Es un trabajo de investigación que ha llevado años. Se recogen entrevistas a las personas cercanas a Noyola, en específico a la comunidad literaria a la que perteneció, entre ellas los testimonios de Eduardo Antonio Parra, Juan Villoro, quien rememora el porqué del apodo vaquero del mediodía del que Noyola se apropió, los entrevistados no parecen muy sorprendidos de la desaparición, quizás por su personalidad nómada e irreverente.

El documental es un viaje de voces, historias, recuerdos, también de lugares, Monterrey, Ciudad de México, Nicaragua, —lugar donde conoció a Ernesto Cardenal y reafirmó su vocación como escritor—, incluso se recorren los albergues, los vecindarios, pues de lo último que se sabe de él es que vivía en la calle. Noyola se había hecho de bastantes enemigos debido a su actitud conflictiva. No hay datos exactos de su desaparición, quedan las anécdotas, si bien, su desaparición ocurrió dentro un gran número de desapariciones a causa del narcotráfico, no hay pruebas de nada, sólo posibilidades, incluso se sugiere que no sería descabellado pensar que, en alguna borrachera o pleito alguien pudo haberle disparado.

Robert Walser escribe: Me horroriza la idea de triunfar en el mundo, palabras que evocan a un Noyola irritante, empeñado en ser odiado como dice de él uno de los entrevistados, la imagen del poeta maldito podrá estar muy gastada, pero se habla de él como si en el fondo buscara sólo la destrucción o, en otras palabras, desaparecer.

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El trabajo de Enrique Osorno como periodista va mas allá de encontrar a un amigo o a un desaparecido, es buscar también la poesía, los tiempos de los poetas. ¿Será que  a veces pareciera que la poesía también está desapareciendo? La crítica de cine no salvará personas e incluso carecerá de un propósito concreto, pero al menos, los buenos poetas pueden salvar vidas, la poesía de Noyola quizás no lo salvó o aún no lo salva, pero aun nos quedan sus letras.

…Porque desde la firme rosa madre vengo cayendo,
como abeja en celo volaba vagabundo
hacia la soledad de un jardín más oscuro,
caí largo hasta que el vértigo me hizo mártir,
luego me perdió para siempre el infarto del amor.

Vértigo cantado