Sonia Madrigal se levantaba temprano todos los días. Tomaba un baño, se arreglaba y salía de su casa en Ciudad Nezahualcóyotl hacia su destino en la Ciudad de México. Para llegar ahí debía viajar en transporté público: micro, combi y metro. Si le iba bien, hacía alrededor de cuatro horas de viaje, pero, a veces, llegó a estar más horas. ¿Qué hacer durante ese tiempo? Madrigal se propuso hacer fotografía.
Su trabajo, ‘Tiempos muertos’, fue el resultado de 10 años de sus viajes en transporte público. En este ensayo fotográfico retrata los largos trayectos que más de 15 millones personas de la Zona Metropolitana del Valle de México viven (¿o soportan?) día con día.
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Los Tiempos muertos de Madrigal
Madrigal se define como una mujer periférica. Una mujer que muestra la visión de “los otros”, aquellas personas que viven lejos, que habitan lugares estigmatizados por la sociedad y golpeados por la violencia; lugares que nadie visita si no es por obligación, espacios llenos de miedo donde se piensa que la “gente de ahí” es diferente.
“Para mí, durante estos desplazamientos la iluminación y la temporalidad se han convertido en elementos protagónicos, por lo que mi espera se ha tornado en un acecho constante, en un afán por atestiguar cómo la luz viaja y se dispersa para dar vida a los Tiempos Muertos”
Las reflexiones de su arte giran en torno al cuerpo de las personas viajeras, los territorios que abandonan y a los que llegan, las fronteras que cruzan, las diferentes violencias que viven, y las distintas señalizaciones que sufren los hombres y mujeres, niños y niñas, periféricos que retrata.
‘Tiempos Muertos’ comenzó en 2009 y finalizó en mayo de este año. Fue un proyecto desarrollado con el apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) a través del programa Jóvenes Creadores 2013–2014.
¿Quién es Sonia Madrigal?
Ciudad Nezahualcóyotl fungió como su ciudad habitación durante varios años, y fue el lugar donde nació su visión fotográfica, la cual desenvuelve temáticas socioculturales en el oriente de la Zona Metropolitana de la Ciudad de México.
Estudió en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Oriente; cursó la licenciatura en informática en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); tomó talleres fotográficos con Mark Powell en los FAROS (Fábricas de Artes y Oficios) de Oriente y de Tláhuac entre 2009 y 2014.
En 2018 fue seleccionada para participar en la Bienal de Fotografía del Centro de la Imagen, y su trabajo ha sido expuesto en Brasil, México, Italia, Argentina, Perú, Chile y Estados Unidos.
El FARO en su vida
El lago de Texcoco tenía una parte conocida como la laguna de La Salda, la cual fue desecada y varios años sirvió como tiradero de basura para el tianguis del Salado. Este espacio fue rescatado para convertirse en el FARO de Oriente donde, en 2009, tomó su primer curso de fotografía con Mark Powell.
“Tanto Neza como el FARO forman parte de mi contexto y son punto de partida dentro de mis procesos”
(Aseguró Madrigal en una entrevista para Revista Código).
Aquí no sólo comenzó sus andares individuales en la fotografía, pues conoció a Tonatiuh Cabello (Tona), con quien comparte ideas y proyectos para retratar su entorno periférico en Ciudad Nezahualcóyotl.
Feminicidio, otro tema de interés
De acuerdo al Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, en México mueren nueve mujeres diario a causa de la violencia feminicida. El Estado de México es la entidad federativa con mayor número de casos (106 en 2018), concentrados principalmente en Ecatepec, Chimalhuacán y Nezahualcóyotl, municipio donde vive Madrigal.
Actualmente, Sonia elabora su proyecto ‘La muerte sale por el oriente’, el cual comenzó en 2014 y está sustentado por tres ejes: fotografía documental, intervención del territorio y mapeo digital de casos de feminicidio.
Sonia Madrigal es una fotógrafa periférica a quien tenemos que seguirle la pista. Retratar los que se consideran otros mundos es su labor, y seguirá enfocándose en ellos. Si quieres conocer más de ella visita su cuenta de Instagram y checa sus trabajos que poco a poco irán creciendo.
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Fotos: Sonia Madrigal