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Teorías, conspiraciones y caos social, el riesgo de sobrepensar durante la crisis

En estos días navegando en Facebook y Twitter, me han aparecido sin fin de memes y posts sobre la pinta apocalíptica y distópica que tiene el 2020. Varios de mis contactos comparten sin fin publicaciones sobre como este año ha sido uno de los peores o el peor de sus vidas, y creo que no es para poco que lo digan. Realmente este año ha sido caótico y se divisa como que lo seguirá siendo. Estamos viviendo una de las crisis de salud (y futuramente económicas) más fuertes de la historia moderna, acompañados de un montón de acontecimientos caóticos, desagradables y verdaderamente extraños que lo acompañan.

Sin embargo, una de las cosas más peligrosas que ha surgido de todo esto es la histeria social que han conllevado estos acontecimientos y problemáticas. Que ha llevado a muchas personas a sobre entender y pensar de más las cosas que están pasando, o simplemente a no pensarlas, y que han derivado fuertes olas de «conspiracionismo» y desinformación, que han ayudado a agravar poco a poco esta crisis.

Fuente: marketing.twitter.com

Sobre el coronavirus

Casi de la noche a la mañana, nos vimos obligados a dejar todas nuestras rutinas y hábitos comunes, y tener que encerrarnos por meses con el miedo de ser contagiados por un virus casi mortal. El COVID-19 es algo que llegó para marcar nuestra historia para siempre, y provocó un suceso que pocas veces se había visto antes. Por ello, para muchos, el que nunca antes allá sucedido algo similar como esta pandemia y este virus es algo bastante falso y sospechoso.

Algo que trasgrede tanto nuestro entendimiento común es difícil de entender normalmente. Nos es complicado dejar nuestras costumbres y nuestro confort para adecuarnos a algo que no entendemos bien. Debido a esto es que muchas personas han dudado y negado acerca de la existencia de este virus, así como sus orígenes, sus efectos en la salud, o la necesidad de una cuarentena para enfrentarlo. Esto lleva a pensar a muchos sectores de la población ideas acerca de conspiraciones gubernamentales para provocar una crisis global, u otras teorías como la fabricación del virus en laboratorios.

Sin embargo, basta tratar de razonar un rato para empezar a pensar que esto es algo bastante improbable. El sitio web de divulgación científica ScienceNews publicó una nota hace un par de meses donde se desmiente la teoría de que el virus haya sido creado artificialmente, en la que se aclara un poco los orígenes del SARS-CoV 2  en especies animales mediante el estudio de su genética. A pesar de tener certeza de esto, aún se desconocen muchas propiedades y características del virus, debido a su corta existencia. Durante todo este tiempo, investigadores y científicos han ido realizando estudios y publicaciones acerca de posibles aspectos sobre el virus. Aunque muchos de estos han sido sensacionalizados y mal interpretados por la gente y los medios dando por hecho que son confirmaciones y no meros estudios y pruebas.

Fuente: wsj.com

La subsecuente cuarentena por este virus ha sido interpretada por muchos como medidas de control social por parte de los gobernantes y la alta sociedad. Así como ha sido vista por muchos otros como una medida de estos para dar un golpe a la economía mundial y empobrecer a la población. Mucha gente está culpando a médicos, investigadores y laboratoristas por formar parte de estas y se han puesto en su contra y hasta han llegado a sufrir ataques por grupos de personas. Sin embargo también, no hay ninguna prueba de que este virus haya sido soltado como una especie de arma biológica contra las clases medias y bajas, y tampoco la hay de que médicos, científicos y enfermeros que están atendiendo pacientes y a su vez exponiendo sus vidas estén coludidos todos en algo así.

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Como he dicho antes, no porque esto nunca antes haya pasado significa que este año los gobiernos, aristocracias y supuestas logias de poder se hallan decidido por colapsar la economía y la sociedad mundial. El origen de algo puede ser mucho más simple de lo que se puede pensar, y los conspiracionistas a veces le otorgan un poder a estas personas que en realidad no tienen como se menciona en esta nota del sitio web The Conversation. Como dije, el origen puede ser simple, aunque aquellas cosas que vengan después de este si pueden ser más complicadas.


Sobre poder, logias y filtraciones

Para finales de mayo y principios de junio las teorías y conspiraciones llegaron más fuertes. Cuando en medio de la pandemia y el confinamiento surgieron las protestas y disturbios en Estados Unidos y varias partes del mundo (incluyendo México) derivadas del caso de la muerte de George Floyd y otros abusos de autoridad cometidos por policías. Sin embargo, esto último no fue la causa si no el contexto, ya que durante este se dio el conocido regreso del grupo «hacktivista» Anonymous con filtraciones acerca de abusos de poder por figuras reconocidas, así como información acerca de personalidades famosas relacionadas con redes de pedofilia clandestina por Estados Unidos y el mundo.

Tras salir estas noticias, las redes explotaron en hilos de teorías, explicaciones y posibles implicaciones sobre todos estos casos. En realidad, hay bastante veracidad en muchas de las cosas expuestas por el grupo de hackers, o que es bastante posible que la haya. Sin embargo, tras pasar largo tiempo investigando sobre el tema, me di cuenta que gran parte de las fuentes de información eran publicaciones que derivaban de otras publicaciones Facebook o posts en Twitter. Muy poco encontré directamente de la fuente original, lo cual me hizo pensar si aquellas noticias acerca de las revelaciones de Anonymous no estaban armadas como una especie de «teléfono descompuesto».

Algo que es innegable es que todas estas listas de información fueron soltadas durante uno de los momentos de tensión más fuertes en Estados Unidos. No es coincidencia, pero tampoco fue precisamente planeado como distractor. Es probable que estas noticias hayan salido en el momento en que la gente les prestaría más atención y tomaría más acciones al respecto. Con ello, es importante entender que las manifestaciones que hemos estado viviendo hoy en día fueron detonadas en gran parte por este estrés caótico, sin embargo, las razones vienen siendo arrastradas de tiempo atrás. No es la primera vez que se hace pública y viral una manifestación tan atroz de racismo en Estados Unidos, ni la primera vez que se evidencia el abuso de la policía hacia grupos minoritarios.

Fuente: RT.com

Sobre «nuevos órdenes mundiales»

Hay muchos por ahí escondidos que desde hace un tiempo vienen hilando ideas sobre una supuesta conspiración global. En esta los principales actores son la izquierda internacional, grupos judíos, y minorías como la comunidad LGBT y grupos feministas. Aparentemente, estos llevan a cabo el plan de la decadencia de occidente mediante una especie de «nuevo orden mundial», donde se perderán los valores conservadores y se impondrán ideales progresistas atentando contra la familia, la religión y la naturaleza.

Es importante resaltar que todas estas ideas se derivan también del miedo a lo desconocido, a aquello que va en contra de los principios instaurados desde el nacimiento, y que los idealizamos como algo negativo porque trasgreden nuestras costumbres. A muchos conservadores les es difícil cambiar sus formas de pensar (de ahí el nombre de conservador), y en un mundo que cada vez acepta más a la comunidad LGBT, que condena más el racismo y el clasismo, y que lucha por la disminución de la desigualdad hacia la mujer y otros grupos que siempre han sido afectados históricamente, es un fuerte salto para ellos.

Y aunque la razón de ser de este grupo de personas tenga justificado su origen, no significa necesariamente que deban mantenerse en su estado actual y seguir siendo agresivos y manteniendo esos ideales. Es importante saber que el mundo ha cambiado demasiado en estos últimos años tanto para bien como para mal, pero a la vez lleva haciéndolo desde hace mucho. Nuestro estilo de vida y las formas de percibir la sociedad han cambiado, pero hay muchos que aún tienen miedo al cambio. Y no, no estamos entrando a un «nuevo orden mundial» como se explica en esta nota en el sitio web World Politics Review. Aquellas personas que nos gobiernan y dirigen siempre se adecuarán a los pensamientos de cada generación, tanto en sus corrientes principales como a aquellos que supuestamente «reman a contracorriente contra el sistema».


Mantener la razón

Aún falta tiempo para que la pandemia acabe, y nadie sabe cómo serán las cosas después de que termine. Durante este periodo de encierro es posible que muchos caigamos en ese estrés, esa histeria y esa necesidad de pensar demasiado las cosas. Sin embargo hay que mantenernos realistas y no dudar de todo lo que nos llegue y aislarnos en nuestro propio pensamiento, así como tampoco creer al 100% todo lo que veamos en los noticieros y en internet. En estos tiempos necesitamos sobre todo empatía por las personas que nos rodean, y tratar de entender al menos un poco todas esas problemáticas por las que se está luchando.

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