La historia del Chester cuenta que el sofá más cool de la actualidad surgió por casualidad, y lo que hoy es parte de muchos departamentos de diseño trendy, en un pasado solo era parte de exclusivos clubes burgueses elitistas.
El Conde IV Philip Dormer Stanhope de Chesterfield, miembro de nata burguesa inglesa del siglo XIX, fue un hombre que gustaba de las buenas conductas y modales estrictos. Por ello mando a construir un sofá a un ebanista local. Las características del sofá eran que el respaldo estuviera a la misma altura de los posa brazos, de esta manera las personas tendrían que sentarse erguidas, pues la parte alta de la espalda no tocaría el sofá. Su intención era crear un sofá para que las personas se sentasen correctamente sin importarle si era o no cómodo.
Ese sofá era un diseño único, pues fue hecho a pedido del Conde; por ende, solo unas cuantas personas se habían sentado en el, pero la persona que más lo usaba hasta el momento era su mayordomo, quien fue el motivo de su construcción, pues el fin de permanecer sentado con las espalda erguida era para no arrugar su traje.
El Chester sale a la luz
Parte de la historia dice que el Conde en su lecho de muerte fue visitado por un diplomático de nombre Solomon Dayrolles, quien al llegar a la habitación no tenía donde sentarse y el Conde dijo a su mayordomo: Please, give a seat to Mr. Dayrolles (por favor, dale un asiento al Sr. Dayrolles), orden que el mayordomo siguió al pie de la letra y al marcharse el diplomático pidió al servicio le dieran el sofá para que se lo llevará a petición del Conde (quizá para que él ya no tuviera que sentarse ahí).
Después de un largo viaje a casa, el Sr. Solomon Dayrolles se dio cuenta que dicho sofá tenía un gran diseño y que pese a la intención de servir para permanecer erguido, sí era un sofá cómodo y muy bonito.
Nace el capitoné en el diseño
El estilo que imprimió el ebanista fue el primer diseño de capitoné, ese estilo de botones que se hunde en la piel y forma un patrón de rombos único. Ese estilo permanece hasta nuestra época.
El sofá gustó a su nuevo dueño y sus visitantes, lo veían como un diseño de status, que a diferencia de otros tantos accesorios burgueses, sí era un objeto cómodo, útil, de buen gusto, calidad, durabilidad y diseño.
Años después se construyó para amueblar los salones de alta sociedad de la Inglaterra victoriana y poco a poco empezó ser conocido en toda Inglaterra y con los años en el resto del mundo.
El Chester en la actualidad
Hoy en día el Chester ha sido utilizado en la cultura pop como una pieza de diseño formal-informal, pues denota gusto y a la vez es parte de decorados informales. Ha tenido apariciones en series como Friends, dentro de la cafetería Central Perk y ha sido parte de varios consultorios psiquiátricos que lo utilizaban como diván.
Una de sus apariciones más emblemáticas daba el nombre a un programa llamado ‘Viajando con Chester’, una transmisión de televisión española que funcionaba de talkshow y que consistía en entrevistas informales con diferentes invitados.
El programa consistía en intervenir un Chester con motivos relacionados con la profesión del invitado y llevarlo a diferentes locaciones fuera y dentro de un estudio para hacer la entrevista. Posterior a cada programa el sofá se subastaba y las ganancias se donaban a causas benéficas.
El sofá Chesterfield sobrevive a las tendencias del diseño de interiores y hasta la fecha es un accesorio único que denota buen gusto y elegancia. Sus adecuaciones en forma, color y textura hacen que se adapte con el pasar del tiempo y aún sea una pieza de moda.
