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Sealand, la micro nación flotante

¿Habías escuchado hablar sobre el Principado de Sealand? Si tu respuesta es “no” en esta nota te contaremos al respecto.

Es considerado el país más pequeño del mundo; un pequeño principado frente a la costa inglesa, pero lo que lo hace único es la peculiar historia de su formación como nación.

Se podría pensar que está construido sobre tierra firme, la realidad es que no es así; esta micro nación es una plataforma antiaérea construida en el año 1942 y conocida en su momento como HM Fort Roughs.

En su momento llegó a estar ocupada por hasta 300 miembros del personal de la Royal Navy  durante el apogeo de la guerra.

Sealand es pues un disputado micro-estado de cemento y hierro que se sostiene estoico en aguas internacionales, aproximadamente a 12 kilómetros de la costa de Inglaterra.

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Para entender mejor como fue que surgió Sealand, aquí un poquito de historia: La plataforma es uno de los cuatro fuertes navales diseñados por Guy Maunsell para la Marina de Guerra Británica que remontaban el Támesis buscando llegar a Londres con el objetivo de defenderse de los bombardeos alemanes en la Segunda Guerra Mundial.

sealand
Fuente: metrord.do

En 1956 el fuerte fue evacuado, pronto se abandonó a su suerte y se fue deteriorando con el tiempo.  Para el año 1965, Roy Bates era un operador de radio pirata en el Knock John, otro de los fuertes antiaéreos de la Segunda Guerra.

En esa época el gobierno británico no permitía la comercialización en las radios dentro de su territorio, lo que dejaba fuera del sistema a cualquier otro medio que no fuera la BBC.

El fuerte en el que se encontraba Bates estaba a solo 4.5 kilómetros de la costa por lo que legalmente se trataba de aguas territoriales británicas.

Esto hizo que Roy fuera enjuiciado y su radio silenciada, pero Bates no se dio por vencido y se mudó con su familia a la lejana Roughs Tower, fundando así una nueva y diminuta nación conocida hoy en día como el Principado de Sealand.

Por lo que se trata de un fuerte marítimo de la armada que se sitúa fuera del límite territorial de Reino Unido  en el mar del norte.

A la vista no es nada especial: una plataforma casi en ruinas, con un puñado de edificios en forma de contenedor en la parte superior.

Fuente: tellerreport.com

Su forma de gobierno es la monarquía por lo que su gobernante es el Príncipe Michael Bates, quien creció a siete millas náuticas de la costa de Inglaterra en una plataforma hecha de concreto y metal.

Desde 1967 han surgido toda clase de debates sobre si Sealand es una nación. “Nunca hemos pedido reconocimiento y nunca hemos sentido la necesidad de pedirlo” señala Michael Bates en entrevista para la BBC.

“No tienes que tenerlo para ser un Estado. Sólo tienes que cumplir con los criterios de la Convención de Montevideo que son población, territorio y gobierno y la capacidad de entablar negociaciones con otros estados”.

“Nosotros podemos y hemos hecho todas  esas cosas. Una vez tuvimos al embajador de Alemania de visita para discutir algo, eso fue un reconocimiento de facto. “manifestó el Príncipe en la misma entrevista.

La Convención de Montevideo fue firmada en 1933 en la Conferencia Internacional de Estados Americanos y según la American Society for International Law “la Convención de Montevideo se considera generalmente como la definición estándar de Estado”.

Actualmente en Sealand solo residen tres habitantes, quienes se dedican a tareas de mantenimiento y como dice el príncipe, a enfrentar al mar y el clima. Aunque también están en el  lugar por cuestiones de seguridad ya que ésta micro nación registra revueltas internas e intentos de colonización que incluyen el secuestro del príncipe hace unos años.

Ya en la modernidad, Sealand cuenta con teléfono e internet, acuña su propia moneda, cuenta con una tienda de souvenirs, pasaportes (aunque dejaron de emitirlos después de los atentados del 11 de septiembre, pero planean pronto volver a otorgarlos).

Fuente: briantellsstories.com

Además, en el sitio durante el año 2000, inició una empresa de almacenamiento de datos llamada Havenco, sin dejar a un lado el hecho de que tiene un equipo de fútbol y su bandera está en la Cumbre del Monte Everest.

Sealand cuenta con 300 ciudadanos reconocidos en el mundo y solventa sus gastos con la venta de souvenirs, remeras, tazas, estampillas, monedas y todo lo que se pueda comercializar online.

Incluso al ser una monarquía, esta pequeña nación vende títulos nobiliarios de Barón y Baronesa; como dato curioso el músico Ed Sheeran es el Barón Von Edward Sheeran de Sealand desde 2012.

Otra de las fuentes de ingreso de Sealand es la venta del libro del Príncipe Michael “Holding the Fort” que es algo así como “mantener el fuerte”.

Sin embargo el turismo no es una opción a considerar por el momento para hacer crecer los ingresos de la nación; a pesar de que anualmente reciben cientos de solicitudes de visita, todas son negadas, principalmente por cuestiones de seguridad y la responsabilidad e infraestructura que ese arribo implica. Aunque no se descarta en un futuro.

El príncipe Michael Bates, quien vivió  los primeros años de su vida en Sealand, ahora reside en Reino Unido con su familia.

Desde allá maneja y representa las cuestiones centrales de su principado y busca alternativas para llevar adelante el futuro de su micro nación y mantenerla viva y presente por mucho tiempo más.

Como información adicional; el Sealand moderno tiene una herencia ideológica futurista, lo que se conoce en inglés como seasteading o creación de asentamientos permanentes en el mar.

Las personas que pugnan estos asentamientos flotantes planean crear sus propias naciones, en lugar de comandar estructuras existentes.

“Estas personas piensan en grande y en forma más glamurosa” señala Joe Quirk, Director de Comunicaciones del Seasteading Institute.  Sin embargo de muchas maneras comparten los mismos ideales de la forma de vida de Sealand: independencia, libertad y aventura.

Fuente: viajes.elpais.com

El proyecto de las ciudades flotantes, se basa principalmente en lograr una locación y un diseño, una vez hecho esto se tiene que llenar la ciudad. “Buscamos gente interesada en mudarse al proyecto de ciudad flotante” dice Quirk.

Eventualmente el plan es mudar las ciudades flotantes a mar abierto a más de 300 kilómetros de la costa. Según Joe Quirk, académicos le han dicho que esto garantiza verdadera independencia.

También destacó que la idea de naciones flotantes puede ganar aceptación cuando los efectos del cambio climático se hagan evidentes.

Sealand, la micro nación que hoy en día permanece a 12 kilómetros de la costa, es visible de cerca sólo en barco y a pesar de su tamaño se ha convertido en la favorita de aventureros y periodistas.

Fuente: medium.com

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