La Santa Inquisición fue fundada al sur de Francia en el año de 1184 para suprimir la herejía de los cátaros, miembros pertenecientes a un movimiento religioso gnóstico.
Herejía, la palabra que se utiliza para definir a toda creencia que se encuentra en desacuerdo con las costumbres establecidas por una o más organizaciones religiosas. Y el motivo por el que muchas personas a lo largo de la historia hayan sido excomulgadas, castigadas, señaladas, y hasta asesinadas.
La santa inquisición fue justamente una de esas organizaciones religiosas (quizá la más importante y la más sobresaliente de la que se tenga registro) que tenía por objeto suprimir la herejía, y por ende, castigar a todo aquel que la ejecutase.
En la era medieval, la santa inquisición europea castigaba a los herejes con la muerte, pues lo consideraban como la mayor de las faltas en contra de la religión católica. Cualquier interrogante que se hiciese en contra de lo estrictamente establecido por dicha organización era un indicio de herejía que merecía seguimiento, y si se comprobaba que tras ese cuestionamiento existía una forma de pensamiento «amenazante» entonces la situación del condenado se complicaba a tal grado de ser aprehendido, torturado, y ejecutado si no se retractaba de su comportamiento.
La santa inquisición, ha sido catalogada por muchos como el lado más macabro y ruin de la religión católica, pues los medios que se utilizaban para castigar a todos aquellos que estuviesen en contra de las leyes establecidas, han sido descritos hasta nuestros días como los instrumentos de tortura más sádicos y crueles de la historia.
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Antecedentes y origen
Para hablar de la santa inquisición y de sus antecedentes, tendremos que remontarnos a la época medieval, cuando la santa inquisición medieval (también conocida como inquisición episcopal) fue fundada al sur de Francia en el año de 1184 (en la zona de Languedoc) para suprimir la herejía de los cátaros (miembros pertenecientes a un movimiento religioso gnóstico, propagado en en Europa occidental a mediados del siglo XI).
La santa inquisición medieval, no obstante, sería abolida en el siglo XIX, pero solo para resurgir en el año de 1231, esta vez, bajo el liderazgo del papa Gregorio IX.
En el año de 1252, el papa Inocencio IV autoriza el uso de tortura para obtener la confesión de acusados, recomendando a los torturadores no mutilar, ni ultimar.
En España, la santa inquisición se estableció en la Corona de Castilla en 1478 por el papa Sixto IV con el objetivo de erradicar las practicas judaizantes de los judeoconversos en Sevilla, y con el apoyo directo de los reyes católicos. Al rededor del año 1483, la santa inquisición se extendió a los reinos de Aragón, incluyendo Sicilia y Cerdeña. y algunos territorios de América, en donde inclusive; se establecieron tribunales de la santa inquisición en México, Cartagena de las Indias, y Lima.
En México, la santa inquisición se estableció inmediatamente después de que la colonización española culminase, y los primeros casos de los que se tiene registros son las famosas «ordenanzas» en contra aquellos que injurian en contra de Dios, la Virgen María o alguna imagen religiosa. Luego de la conquista, se instaló el Tribunal del Santo Oficio, el cual, dependía enteramente del Consejo de la suprema Inquisición, el que se encontraba liderado por el inquisidor de la monarquía Hispánica.
Además de la herejía, ¿Cuáles eran los delitos que la Santa Inquisición juzgaba?
La Santa Inquisición, como se explicó anteriormente, se encargaba de castigar a todo aquel que se mostraba en contra de la religión cristiana, y la fe católica. Así como también a aquellos que se negaban a renunciar a su creencia en favor del catolicismo, razón por la que inclusive, una cantidad considerable de judíos fuesen condenados a la hoguera, suerte que infelizmente también tuvieron todas las mujeres que eran consideradas brujas, así como los libros que eran catalogados como una amenaza para la fe. Sin embargo, también tenía por objeto juzgar el delito de apostasía, el cual, consistía en el abandono total de la fe católica para profesar otra religión. Los delitos contra la moral y el Santo Oficio, también eran delitos que la Santa inquisición sentenciaba duramente.
Además de esto, la Santa Inquisición practicó la tortura y lanzó cruzadas mortales contra todas las comunidades que eran consideradas como infieles.
Desgraciadamente, con todo lo que se ha expuesto, se puede llegar a la penosa conclusión de que existencia de la Santa Inquisición marcó un periodo muy oscuro para la iglesia católica y la religión. Fue un periodo sumamente lúgubre para todos aquellos que no compartían creencias cristianas. Eran castigados, humillados, y ejecutados de formas impensables. De formas tan viles que incluso papas contemporáneos en nombre de la iglesia han pedido perdón por lo atrocidades cometidas por dicha organización religiosa.