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La romántica fachada de la gentrificación en las ciudades

La colonia Roma y la colonia Doctores en la Ciudad de México son dos lugares bastante diferentes pero que se encuentran prácticamente uno al lado de otro. Al transitar por la Av. Cuauhtémoc, la avenida que divide a ambas colonias, uno no nota realmente la diferencia, pero basta con caminar un par de calles hacia adentro de cada una para notar la diferencia. Sin embargo, la verdadera diferencia más fuerte entre ambas, es el valor de la renta y la compra de las propiedades en cada una, ya que vivir en La Roma puede llegar a ser hasta 8 veces más caro que en La Doctores, a pesar de estar solo a algunas cuadras de distancia.

La colonia Roma, y muchas otras del poniente y sur de la ciudad tienen un valor de millones de pesos más alto que muchas otras colonias del norte y el oriente. Esto les ha brindado un mayor nivel de vida, con mayor seguridad en las calles, más parques y espacios arbolados, negocios y servicios bastante diversos, vida nocturna y mejor transporte público. Mientras tanto, otras colonias se han visto rezagadas y algo olvidadas entre la pobreza, la sobrepoblación y la inseguridad. Estas dos situaciones, son productos de la gentrificación específica de ciertos sectores de la ciudad, un fenómeno un tanto silencioso que tiende a ser muy atractivo y casi romántico para la población.

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Colonia Doctores / Foto: Nick Sherman. Flickr
Colonia Roma / Foto: Romain Z. Flickr

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El silencioso cambio

Además de La Roma, otras colonias de la CDMX como Juárez, Condesa, Del Valle (Norte y Sur), Cuauhtémoc, Santa María la Ribera, y muchas otras han pasado por este proceso de gentrificación en los últimos 25 años, luego de haber sido colonias un tanto más populares durante un buen tiempo en los años 70 y 80. En esta época, estas colonias eran habitadas en su mayoría por familias grandes de clase media-baja, que tras el sismo de 1985, muchas decidieron o tuvieron irse hacia la periferia o a otras ciudades. Con ello, muchas propiedades grandes y de ubicación céntrica se vendieron o fueron abandonadas, lo cual fue aprovechado por las clases más altas para comprar estas propiedades de un gran potencial económico por un precio bajo.

Así empezó el cambio en gran medida de estos sectores de la ciudad, que poco a poco se convirtieron en áreas de tendencia para el entretenimiento y la recreación, así como para nuevos habitantes que poco a poco fueron llegando. Estos nuevos ocupantes de los departamentos y casas de la zona en su gran mayoría han sido personas de entre 25 y 35 años, que se han visto atraídos por la oferta de actividades que se desarrolló en la zona, así como por la cercanía a muchas otras colonias de la ciudad, y por la necesidad de mantenerse cerca del trabajo o de la escuela. Sin embargo, la gran mayoría de estos no son dueños de las propiedades, si no que las rentan, y así lo hacen por un largo tiempo, ya sea por necesidad, o por los beneficios que otorga vivir en la zona a pesar de no contar con una propiedad propia.

Colonia Juárez / Foto: Diego Ruvalcaba. Flickr

La mayoría de los inmuebles en estas colonias pertenecen a un grupo escaso de personas, que se encuentran en las clases sociales más acomodadas, los cuales compraron estas desde bastante tiempo atrás por precios bajos, y que ahora pueden rentarlas y/o venderlas por precios exorbitantes y ridículamente altos. De la misma manera, los nuevos negocios que se han instalado en la zona han seguido esta tendencia de alta plusvalía y exclusividad, y venden sus productos por precios innecesariamente altos, pero con etiquetas atractivas para la nueva población ocupante. Por ello, no es raro encontrar negocios como cafeterías, restaurantes, tiendas de ropa, barberías, bares, y muchos otros con ganchos publicitarios para poder ofrecer un producto caro, por el cual se paga en gran mayoría solo la experiencia del lugar.

Colonia del Valle / Foto: Aquarela 8. Flickr

El control de la ciudad

La población joven se ha adaptado a vivir bajo estas condiciones sociales y económicas en los últimos años, principalmente por necesidad, pero también por el engañoso atractivo que ofrece este fenómeno. La colonia Roma, así como muchas otras colonias y barrios en México y en el mundo se han vuelto un atractivo grande para vivir, que ofrece seguridad, entretenimiento, cercanía, pero también un cierto estatus social. Esto sobre todo ha atraído a la población joven de la periferia, lugares donde se vive mayor inseguridad, falta de servicios y recursos y que se encuentran a una gran distancia de las fuentes de trabajo y estudio.

Santa María la Ribera / Foto: Eliel Jimenez. Flickr

Los precios en la Ciudad de México cada vez suben más, sobre todo en el aspecto inmobiliario, y la demanda cada vez se hace más grande conforme la población aumenta, ya que las ciudades y municipios de la zona metropolitana han fallado en proveer y mantener a sus habitantes. Sin embargo, los ingresos en la población no han aumentado o lo han hecho a paso muy lento, lo cual ha orillado a que muchos prefieran tener que rentar y seguir enriqueciendo a aquellos que están arriba, viendo casi imposible el poder hacerse de una propiedad digna y funcional en un futuro.

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