Durante muchos años, los programas de concurso gozaron de gran popularidad en la televisión mexicana, pero como todo, a pesar de ser emisiones de corte familiar, su ciclo al parecer hoy día ha llegado a su fin.
De la radio a la tele
Como es sabido, para arrancar la televisión, se tomó por decirlo de alguna manera una base radiofónica, pues los formatos que destacaron en el medio sonoro fueron adaptados al medio que en los 50´S veía sus primeros pasos en el entorno de la comunicación.
Una vez que la televisión fue ganando terreno, los concursos fueron de los primeros formatos que le dieron notoriedad, puesto que en estos el principal protagonista no eran las grandes celebridades, sino personas comunes y corrientes, las cuales veían además de una forma de entretenerse la oportunidad de salir con premios tanto económicos como materiales como electrodomésticos o automóviles.
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Como dos programas que destacaron y que marcaron época podemos mencionar:
- El gran premio de los 64 mil pesos conducido por Pedro Ferriz Santa Cruz, el cual consistía en que las personas que fueran seleccionadas pasaban a una cabina donde el conductor les hacía preguntas de un tema en específico y semana a semana iban avanzando con la intención de conquistar ese premio económico que le daba título a la emisión.
- Sube Pelayo sube, bajo la conducción de Luis Manuel Pelayo, el cual consistía en que las personas del público que eran escogidas concursaban en diferentes pruebas y si ganaban se llevaban electrodomésticos modernos para la época como lavadoras, licuadoras o televisiones.
El auge de los concursos
Para 1967 llegaría a las pantallas de canal 2 un proyecto que duró 48 años al aire y que consagró a su conductor como un personaje histórico de nuestra televisión, y que también se volvió la ventana perfecta para los patrocinadores; se trata de En familia con Chabelo, emisión dominical matutina donde a lo largo de 3 horas “Chabelo” realizaba juegos con los afortunados que resultaran seleccionados y que al final, 3 de ellos tenían la oportunidad de pasar a la icónica catafixia, donde tenían la oportunidad de llevarse sus regalos o arriesgarse a llevarse un premio mejor o caer en el engaño y escoger la opción que contenía un regalo de broma.
Para los años 90, los formatos de concurso tuvieron su mayor auge, pues el hecho de ser una oportunidad para que el público ganara premios le resultaba atractivo a la gente que deseosa buscaba obtener una oportunidad de participar en estos espacios, por ello, tanto Televisa como TV Azteca les dieron una importante proyección.
Aquí podemos mencionar Llévatelo presentado por Paco Stanley, La rueda de la fortuna conducido por Laura Flores, Jeopardy bajo la conducción de Omar Fierro, Atínale al precio y 100 mexicanos dijeron, estos últimos con Marco Antonio Regil al frente y con los cuales él terminó por consolidarse dentro del gremio de conductores de nuestro país.
Es así que la fórmula se solidificó al tener un conductores agradables que se prestaban a jugar y bromear con la gente creando así un ambiente ameno que era coronado con el triunfo y la obtención del correspondiente premio.
Más adelante, siguieron saliendo al aire más programas de este tipo, donde la televisora del Ajusco vio un nicho importante. Emisiones como Sexos en guerra, El rival más débil, Doble cara, Aguas con el muro, Asgard, Password, la palabra secreta, entre otros.
Televisa por su parte, presentó producciones como Espacio en blanco, A comer con Coca Cola, Todo el mundo cree que sabe, 100 mexicanos dijieron, Recuerda y gana, El juego de las estrellas yMinuto para ganar.
Declive y aparente extinción televisiva
Si bien, por la naturaleza de este tipo de contenido, se pudiera considerar como atemporal, pues tanto en el pasado como en la actualidad, los concursos pueden resultar atractivos para el público, en fechas relativamente recientes, otros formatos ganaron protagonismo como los reality shows y conductores insignia del género de concursos como Marco Antonio Regil pasaron a llevar la conducción de las otras emisiones.
En el caso de Televisa, lo más reciente de este género fue la tercera temporada de Minuto para ganar VIP emitida en 2021 y que fue presentado por Adrián Uribe en su personaje de «Vitor», situación que a mi parecer no fue una estrategia tan efectiva, pues dicho personaje pasó por un momento de sobreexplotación mediática. Y en julio de este año en la señal de canal 5 lanzaron ¿Cuál es el bueno?, que marcó el regreso de Facundo a la televisora que lo vio nacer profesionalmente.
En el otro lado, la situación de TV Azteca respecto a los concursos, si bien, tuvo una buena etapa produciéndolos, lo más reciente que hicieron fue Escape perfecto, Mi pareja puede, espacio que marcó formalmente el ingreso de Facundo a la empresa y Don’t no lo hagas con Adal Ramones, estos dos últimos títulos no tuvieron el impacto esperado pese a ser conducidos por personajes destacados que gozan de cierta preferencia por parte del público.
Y tomando en cuenta a Imagen Televisión, recién se ha anunciado que para el próximo año, producirán dos emisiones de este género, habrá que ver qué tal les va.
Definitivamente, los concursos en televisión marcaron una época, pues cumplían con la función de entretener al espectador, y de alguna manera fungían también como un elemento que unía a las familias, pero quizá para quienes hoy se encuentren al frente de las áreas de programación no los consideren tan relevantes y esto está dando paso a su extinción de las pantallas, cosa que a título personal me parecería un error, pero bueno, es solamente una opinión.