Dentro de cualquier establecimiento, hay personal de limpieza que sin duda es indispensable. Ya sea para trabajar, recibir atención médica, hacer algún trámite, estudiar o simplemente andar por ahí. De hecho, este personal debería considerarse parte del equipo de héroes nacionales de la famosa pandemia del coronavirus, ya que siguen trabajando sin descanso y no solo en los hospitales; incluso siguen trabajando aunque la demanda de limpieza ya no es con tanta intensidad por falta de personal en las oficinas o lugares de trabajo. Además del personal que perdió su empleo.
Este personal de limpieza, llega a vivir injusticias, ya sea por la poca paga que reciben o por el mal trato que viven por parte de otros trabajadores de la misma empresa o de las personas que se dirigen a un establecimiento para ser atendidos.
Poca paga y mucho esfuerzo
Es posible que cualquier persona ha hecho labores de limpieza y por lo tanto puede comprender que el desgaste físico que requiere mantener cualquier lugar limpio es muy fuerte, si se considera que a pesar de que se respete o no, a veces resulta imposible dejar de ensuciar. Además, cada lugar requiere especificaciones y modos de limpiar diferentes. De esta forma, lavar baños requiere más esfuerzo y cuidado sanitario que trapear algún pasillo, por otro lado, se requiere mayor precaución de accidentes en cocinas de cualquier tipo que en los salones de clases de alguna escuela.
Según varias páginas web que publican empleos, el salario promedio de un trabajador de limpieza es de $4 800 al mes, siendo el más bajo de $3 600 y el más alto de $6 500. Se podría argumentar que para hacer la limpieza no se necesita tener estudios universitarios y que cualquier persona puede hacerlo, pero eso no justifica que incluso en establecimientos privados les paguen alrededor de $4 000 mensuales y que no les den a veces los insumos necesarios para hacer su trabajo, como por ejemplo, unos guantes para no meter las manos al inodoro y evitar infecciones. Y si se considera que la mayoría de las veces trabajan una jornada completa, es imposible conseguir otro trabajo para completar los gastos que requieren hacer al mes para ellos y sus familias.
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Mal trato y sumisión
¿Alguna vez has escuchado: “tira la basura por ahí, hay que darle trabajo a los de limpieza”? Es un pensamiento absurdo si lo ponemos en otros términos: “instala un virus en tu computadora, hay que darle trabajo al personal de informática”, o que tal, “debemos lastimar a alguien, hay que darle trabajo al personal médico”. Lo anterior se puede corregir entendiendo que en cualquier aspecto laboral es muy importante el respeto y que toda persona que conforma una empresa es parte de un equipo y al final todos dependen de todos. El personal de limpieza ayuda a mantener un espacio limpio, donde se pueda trabajar en armonía; está comprobado que un lugar limpio ayuda a nuestro cerebro a sentirse organizado y en paz, listo para realizar cualquier trabajo. Si en cualquier momento se cae algún alimento o cualquier sustancia, ellos ahorran el tiempo de la limpieza, es imposible dejarlos allí para que después el lugar se llene de plagas.
El objetivo de este texto no es generalizar, pero sí reconocer que hay personas que no tratan debidamente a los trabajadores de limpieza, son groseros y déspotas, creyendo que todos los inferiores a él o ella están para servirles, dejando así una suciedad exagerada en su lugar de trabajo o en los baños por ejemplo; pero una vez más, toda actividad puede ser comparada y entonces comprendida. ¿Que tal si todas las personas exageraran en lo que hacen para complicar el trabajo de otros? Ya sea que en la entrega de materia prima en una industria alimenticia se agregue basura para que en su lavado se tarden mas, o que a una oficina entreguen las hojas para imprimir en pliegos, listas para recortar; ¿suena absurdo verdad? Definitivamente muchos mexicanos aplican el “como te veo te trato” y si la persona es de limpieza, no merece amabilidad. Además resulta difícil que alguna persona de este grupo se manifieste y exija lo mínimo necesario para trabajar, pues es muy fácil que los corran por no tener contratos sólidos con las empresas. Resulta que son una pieza más del equipo que puede ser fácilmente sustituida.
Los trabajadores de limpieza son como cualquier persona, cuya actividad favorita no es limpiar la suciedad, algo diferente es que ya están acostumbrados y que dependan de ello para vivir. Entonces la próxima vez que esté en tus manos no dejar extrema suciedad en los baños o en tu lugar de estudio o trabajo, puedes pensarlo dos veces, para ser solidario y justo.
COVID – 19
El personal de limpieza no ha tenido la opción de quedarse en casa durante esta larga cuarentena, tal vez algunos han trabajado menos días de los normales por que les rolan los turnos, pero la gran mayoría sigue trabajando arduamente y los encontramos en las calles, hospitales y cualquier establecimiento. Ellos así como el personal medico sienten terror cada mañana mientras se preparan para ir a trabajar. Están conscientes que cada día puede ser el último de su vida y ni hablar de todos aquellos que viven con la mayoría de su familia incluidos a los adultos mayores, cuyo miedo incrementa por el riesgo de contagiarlos.
A pesar de lo anteriormente mencionado en la mayoría de establecimientos no se cuida con justa causa al personal de limpieza, un ejemplo de ello es una noticia publicada en junio de este año por EL PAÍS, donde narra que para esa fecha, habían reportados más de 40 casos de muertes de recolectores de basura. Está cifra se obtuvo de una página de facebook de los trabajadores de la limpieza de la Ciudad de México, sólo falta imaginar la cifra real, pues contar mensajes por inbox no proporciona datos reales. La persona entrevistada, menciona que el gobierno ha prometido otorgar protección, prestaciones y hacerles pruebas. De lo cual apenas les toman la temperatura.
El entrevistado también mencionó: “Aunque todos hablan de que somos esenciales, nadie nos ayuda. Estamos solos viendo como mueren nuestros compañeros”. En la nota también aclaran que aproximadamente 20 000 personas, con o sin contrato, trabajan recogiendo basura en la CDMX, de los cuales ninguno puede parar de trabajar bajo esta situación.
México y el mundo pasa por un momento difícil, pero aún falta mucho que aprender durante esta pandemia. Desgraciadamente, la mayoría de los trabajos deben continuar, pero no nos cuesta nada pensar en todas y cada una de las personas que están detrás de los servicios que recibimos y más si se encuentran vulnerables ante el COVID – 19. Desinfectar la basura que viene de pacientes con coronavirus, no exagerar en la suciedad que dejemos en las áreas donde trabajamos o estudiamos y capacitar al personal de limpieza, así como proporcionarles los materiales necesarios para su cuidado personal, son actividades mínimas que todas las personas podemos llevar a cabo.