Hablar desde la vulnerabilidad, el miedo, el olvido y la indiferencia nunca resulta sencillo; siempre viene cargado de esa dureza que incomoda y que parte del dolor que se vive. En ‘Pelea de gallos’, María Fernanda Ampuero habla de la violencia y desigualdad que envuelve a su país, pero en general a América latina. Son trece cuentos los que componen este libro en el que la escritora ecuatoriana se refiere al entorno familiar como un espacio en el que anida el deseo y el despertar sexual, pero también alberga soledad, miedo, abusos y privilegios para unos cuantos.
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«Subasta»
De familia de galleros y acostumbrada a asistir a las peleas de gallos, una niña decide protegerse y repeler a sus agresores llenándose el cuerpo de vísceras de estos animales. Esta niña, ahora mujer, es secuestrada en un taxi junto con otras personas, quienes se enfrentarán a una subasta en la que el mejor postor decidirá el destino del hombre o mujer que quiera adquirir. Poniéndole precio y abaratando la vida de las mujeres, el hombre pone en venta a la protagonista, quien finge estar loca para evitar que alguien ofrezca algo por ella.
«No podemos verlos, pero sabemos que hay ladrones mirándonos, eligiéndonos. Y violadores. Seguro que hay violadores. Y asesinos. Tal vez hay asesinos, O algo peor».
“Otra”
Cada quincena una mujer acude al supermercado a comprar la despensa y, mientras se encuentra en la fila para pagar, reflexiona sobre sus compras. A través de esta enunciación se desarrolla este relato en el que con toda naturalidad la narradora critica estas relaciones desiguales y jerárquicas que hay dentro de un matrimonio y familia, en el cual la mujer por miedo a las consecuencias, prioriza las necesidades y gustos de sus esposo sobre los suyos y los de sus hijos.
“Sigues mirando el carrito. No llevas la caja de cereales que te han pedido los niños y te da pena. Si la llevabas, no te iba a alcanzar la plata para la carne a él le gusta el lomo fino, sin un pellejo sin una gordura”
“Griselda”
En este cuento, la ilusión de un pastel, una fiesta y de la propia infancia se ve menguadas por la muerte de doña Griselda, una pastelera que alimentaba y materializaba los deseos de los niños a través de un pastel. De forma cruel y dura, la narradora muestra como la inseguridad que los rodea acaba con la vida de las personas, pero también irrumpe la vida y las ilusiones de los infantes.
Pelea de gallos
En una entrevista María Fernanda Ampuero menciona que la vida es como una pelea de gallos: sangrienta, cruel, dura, donde todo el tiempo estás teniendo que luchar por sobrevivir. Y precisamente esta vida es la que retrata en sus trece relatos; historias fuertes en las que la realidad está tan bien reproducida que no causan sorpresa, sino miedo por lo que encontramos en ella. Sus personajes no resultan extraños ni tampoco sus historias; son personas que diario sobreviven aún con el dolor, la inseguridad e injusticia que los rodea.
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Foto portada: fuente / razon.com.mx