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3 óperas primas de los 90 del cine que hoy son películas de culto

La década de los 90 nos ha dejado grandes obras cinematográficas. Cineastas que durante los 80 cosecharon grandes triunfos, pero sobre todo una gran expectativa por ver que eran capaces de hacer en su futura y prometedora carrera.

Algunos lograron consagrarse, otros no tanto; sin embargo, existen unos cuantos que su camino a la fama y al reconocimiento frente a la crítica y público general, se vio apresurado y corto. Claro, esto sin demeritar la calidad de su ópera prima. Quentin Tarantino, Kevin Smith y Sam Mendes. Son los tres nombres que durante este artículo se estarán repitiendo constantemente.

1. ‘Perros de reserva’ de Quentin Tarantino

El origen

Para poder entender el resultado de ‘Perros de reserva’ sería ideal conocer un poco del camino que tuvo que recorrer Tarantino para lograrla. Quentin viene de una familia completamente disfuncional, su mala conducta durante la adolescencia hizo que fuera expulsado del instituto a los 15 años, aunque los profesores reconocían su gran inteligencia y su forma tan elocuente de pensar, esto no quitaba su intenso déficit de atención y su poca tranquilidad. 

Una de las pocas cosas que Tarantino podía hacer en calma y enfocarse sólo en eso era el ver películas. Quentin asistía al Carson Twin Cinema en Los Ángeles cada sábado y domingo. Veía tres películas al día, así, tendría la fortuna de ver clásicos provenientes de Europa y también se haría un experto de películas de series B y de géneros como el black exploitation, martial arts y el spaguetti – western.

Quentin a los 17 años decidió matricularse en una escuela de arte dramático en Toluca Lake y comenzó a presentarse en diversos castings. Al paso de unos años, y después de mucho rechazo, Tarantino, empezó a buscar otras maneras de conseguir dinero; la que mayor tuvo repercusión en él fue el trabajar en Video Archives, una cadena de video clubes en Los Ángeles.

Éstas largas jornadas de fines de semana, sentado frente a una pantalla en su completa soledad, anudado a la gran cantidad de películas vistas del catalogo de Video Archivies, sembrarían pequeñas semillas en Tarantino, dando como resultado el gran conocimiento al momento de dirigir su ópera prima sin haber estudiado cine.

Esa famosa frase del director “El trabajar en Video Archives fue mi escuela de cine” tiene cada vez más significado cuando vas conociendo la historia de su origen como cineasta. Incluso, es curioso como algunas historias de directores de los 90 se alinearon. La crítica los empezó a nombrarlos “Generación de video–club” a la hora de encuadrar a Tarantino, Kevin Simth, Rober Rodríguez, entre otros jóvenes directores de aquél tiempo.

Realización

Después de que en 1991 Tarantino vendiera dos de sus guiones: ‘True Romance’ (1993) y ‘Natural Born Killer’, escribiría el tercero, una historia violenta sobre las consecuencias de un atraco.

Presentó su proyecto a varios productores que eran poco reconocidos o modestos en cuestiones económicas. En concreto, uno de ellos, Lawrence Bender, quien se mostró entusiasmado; sin embargo, no contaba con el dinero suficiente.

Gracias a un amigo de Tarantino, el guion llegó a manos del director Monte Hellman, a este le gustó tanto el guion que de inmediato quiso estar involucrado. Tarantino fiel a su idea original no quiso que él lo dirigiera. Después de unos días y varias conversaciones, Hellman se hizo a un lado para que joven Quentin lograra su objetivo: dirigir su primera película.

Hellman pasaría a ser productor de la cinta, logrando que se empezara a grabar de inmediato.

Tarantino y su amigo, mano derecha y productor principal, Lawrence Bender, apenas tuvieron problemas para organizar un rodaje que en su mayor parte transcurría en un almacén. Quentin había planeado cada escena, cada mínimo detalle de encuadres en su storyboard; no obstante, no estaba cerrado a cualquier sugerencia o improvisación de su gran elenco.

Por ejemplo: El plano secuencia que se grabó de forma magistral en el que el señor Rubio se acerca hasta su coche a recoger la gasolina para quemar vivo a su rehén. Esto fue logrado gracias a la gran comunicación que existía con su director de fotografía, el polaco Andrzej Sekula (otro debutante en el cine).

Consagración

El estreno mundial de ‘Perros de reserva’ fue en el festival de Cannes de 1992, donde diversas distribuidoras de cine compraron la película. Tarantino se convirtió en la gran sensación de esa edición del festival y comenzó a viajar a diferentes países para promocionar la cinta y recibir reconocimientos importantes.

Hasta la fecha los actores, productores y personal que estuvo involucrado en la realización de este filme la recuerdan con gran cariño. El mismo Harvey Keitel ha declarado en algunas ocasiones que es la película de la que se siente más orgullosos, especialmente por haber contribuido en la producción.

Después del rotundo éxito, a Tarantino se le ofrecieron diferentes proyectos para dirigir, pero siguiendo a su instinto y su gusto por rodar su siguiente película como guionista/director no aceptaría. El siguiente proyecto sería ‘Pulp Fiction, pero esa historia, es para otra ocasión…

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2. ‘Clerks’ de Kevin Smith

El Origen

El trasfondo de cómo Kevin Smith logró realizar su ópera prima no está tan alejado a la historia de Tarantino. Smith viene una familia considerada “solida”, su padre, era empleado en una empresa de correo, mientras que su madre era una ama de casa sumamente católica.

Kevin estudió en un colegio regentado por monjas el cual le influiría de manera determinante en sus futuros proyectos, como director, escritor y guionista.

Después de terminar el colegio, Smith empezó a tomar clases en la High School Henry Hudson, ubicado en Nueva Yersey. Aquí destacó por sus buenas notas y excelente redacción; sin embargo, fue expulsado por su mal comportamiento y su explosivo carácter.

Para Smith era algo lejano e incluso imposible dirigir películas, por eso, se inclinó más a la escritura de guiones, pensó que esa podría ser una mejor manera de lograr llegar a su meta.

Uno de los sueños guajiros de Smith fue el de ser actor. Dedicarse a la interpretación de tiempo completo le llenaba el ojo. Su gran sueño era aparecer en el elenco principal de SNL. (Saturday Night Live). Sin embargo, él mismo reconoce que es un pésimo actor (de ahí, que nunca hable en sus propias películas).

Al paso de los años, y para poder independizarse, Kevin consiguió trabajar como cajero de una tienda llamada Quick Stop a lado de un video club llamada RST Video.

En pocos meses Kevin vería un anuncio en el Village Voice, en cual se publicitaba un curso de ocho meses en la escuela de cine en Vancuver, Canadá. Smith decidió emprender viaje, vendió su amplia colección de cómics y solo logró recaudar dinero para poder vivir cuatro de los ocho meses que duraba el curso.

A pesar de que su intención era aprender todo lo posible en ese curso, lo tomó más como un lugar de relaciones públicas. Conoció a gente justo como él; personas interesadas en el cine y sobre todo, con amplios deseos de lograr su primera ópera prima.

Conoció y se hizo muy amigo de David Klein, quien se encargaría de dirigir la fotografía de sus películas en un futuro. También conoció a Scott Mosier, con cuál había establecido un trato: en cada proyecto que Kevin dirigiera, Scott participaría como productor, promesa o trato, que sigue hasta el día de hoy.

Desgraciadamente, Kevin y compañía apenas lograron juntar dinero o interés en el proyecto y no quedó de otra más que Smith regresara a su lugar natal, donde volvió a su antiguo puesto de trabajo en Quick Stop.

Realización

Smith vio como una oportunidad el regresar a su trabajo original, pues lo podría usar de set para desarrollar su guion. Calculó que apenas necesitaría treinta mil dólares para poder realizarla. Scott llegó poco después de Nueva Jersey, y entre varios prestamos familiares, venta de artículos y desfalcar a las tarjetas de crédito, lograron juntar 26.800 dólares, suficiente para comenzar a rodar.

Haciéndose pasar por estudiantes, compraron película Kodak barata en blanco y negro en varios laboratorios. Más tarde alquilaron una pequeña cámara Arri SR -2 de 16 milímetros y pidieron permiso a los dueños del Quick Stop y del video club vecino. Mosier y Smith comenzaron grabaciones de ‘Rude Clerks’, título provisional hasta ese entonces que después sería simplificado a ‘Clerks’.

El rodaje duró alrededor de tres semanas, que en lo general fueron grabaciones nocturnas., pues era la única oportunidad que tenían para poder grabar en sin gente. De ahí que las persianas duraran cerradas durante toda la película.

Los costes de la producción apenas subieron durante el rodaje, tan sólo un aproximado de mil quinientos dólares más de lo presupuestado. El montaje del material y su edición fue lo que tardó mucho más. Para ahorrar costos, el propio Smith fue el encargado de la edición.

Un dato curioso es el que tras varias discusiones entre Scott y Smith, dijeron eliminar el final que se tenía previsto en el guión y que incluso había llegado a roda. En su lugar prefirieron ir con un final mucho más alegre y abierto.

Consagración

Cuando todo el montaje de ‘Clerks’ estaba terminado, y dos años después de su grabación, la película consiguió ser seleccionada en el Festival de Sundance, donde se estrenó en enero de 1994. El éxito fue tal en el festival, que los derechos de exhibición fueron adquiridos por Harvey Weintein para Miramax.

El título de la ópera prima se convirtió en un sinónimo de culto en el circuito independiente. A pesar de que su éxito comercial y de taquilla fue poco, esto ayudó para que Smith y compañía pudieran establecerse como un director con una carrera prometedora.

 

3. ‘Belleza Americana’ de Sam Mendes

El Origen

Sam Mendes viene de una familia artística. Su abuelo Alfred Mendes, escribió varias novelas; su tío Stephen es un arquitecto reconocido; mientras que su padre, James Peter Mendes, era un reconocido profesor universitario de literatura; además que su madre es una importante escritora de libros para niños.

Los padres de Mendes se separaron cuando él tenía solo cinco años. Sam se mudó con su madre a Oxford, donde estudió en el Magdalene School. Desde temprana edad mostró gusto por la literatura y especialmente por el teatro.

En 1982 empezó sus estudios universitarios en la escuela de Cambridge, más que nada para poder independizarse de su madre. La principal pasión de Sam era el teatro, después de algunos montajes en la universidad se graduó de arte dramático en 1987.

Al poco tiempo de graduado fue escalando entre la comunidad teatral, convirtiéndose primero en un joven aprendiz para después convertirse en un joven director que pronto fue reconocido mundialmente.

Al paso de los años Sam Mendes fue consiguiendo éxito tras éxito con sus puestas en escena. Dirigió obras como: ‘Troilo y Crésida’, ‘Ricardo III’, ‘Othelo’ y la más exitosa de su carrera: ‘Cabaret’, presentándose en Broadway.

Sam ganó cuatro Tony en 1998, incluyendo Mejor Obra Musical y Mejor Director. Entre el publico que asistió a una de las presentaciones de ‘Cabaret’ se encontraban Bruce Cohen y Dan Jinks, contratados por Steven Spielberg para la Dreamworks. Ambos estaban en una misión de conseguir director para el siguiente proyecto para la compañía, así es: ‘American Beauty’.

Después de una cena en donde Spielberg conoció a Mendes, Steven le ofreció de manera formal la dirección del filme, empezando así el camino a la realización de la ópera prima de Mendes.

Realización

Después de unas semanas Mendes se trasladó a California para incorporase a la preproducción de ‘American Beauty’. Como director a cargo puso varias condiciones, por un lado, se reservó elegir él mismo el reparto principal; por otro, exigió que antes del rodaje se dedicasen dos o tres semanas para ensayar.

Al tener poca experiencia en set de filmación y sobre todo, al tener a cargo a cientos de personas que prácticamente obedecían a todo lo que él dijera, Dreamworks, lo cobijó con personas de mucho renombre y amplio recorrido en la industria. El director de fotografía fue Conrad L. Hall y el compositor fue Thomas Newman, ambos claves para el éxito de la película.

La película se grabó durante 60 días aproximadamente en los estudios Burbank de Los Ángeles.

El ser conocido por su buen manejo de actores le permitió a Mendes el tener la oportunidad de improvisar en algunas escenas, aunque previamente, Spielberg le había pedido que no se cambiara ni una sola coma del guion original.

Algunas escenas quedarían marcadas para la eternidad, por ejemplo: el momento en el que Lester estrella su plato de comida en la pared no estaba escrito en el guion, fue idea del actor Kevin Spacey.

Tampoco estaba escrito el inicio de la película en donde el personaje de Spacey anuncia su muerte prácticamente en los primeros enunciados que narra.

Consagración

‘American Beauty’ se estrenó en diciembre de 1999 con una excelente crítica y comercial. Se dice que la influencia de Spielberg está en toda la película, sobre todo, en dos escenas: la de los pétalos de flor cayendo cuando Lester sueña despierto con Angela, y la de la grabación de la bolsa de plástico flotando en el aire.

El éxito de la película fue tal, que estuvo nominada a los Oscar de ese año en ocho categorías diferentes, finalmente consiguió cinco de ellas: Mejor Fotografía, Mejor Guion, Mejor Actor, Mejor Película y finalmente, Mejor Director.

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