Al ver el trabajo de Shintaro Ohata es muy complicado catalogarlo, pues éste combina esculturas que dispone frente a una pintura que funciona como fondo de sus protagonistas. Ambas con el mismo estilo en su acabado y tonos de color que cualquiera utilizaría el término 3D, pero en este caso no lo es, pues no es un efecto digital, sino real.
El estilo de sus obras también tiene un toque de anime, pues representa figuras desproporcionadas como las de las caricaturas, casi siempre chicas que pasan un rato por la ciudad y que son iluminadas por atardeceres de un color específico.
Las obras parecen melancólicas por sus colores y soñadoras por las escenas, esto, combinado con la técnica tan original que ha usado nos llama mucho la atención para, por qué no, también intentar formar parte de las pinturas-esculturas.
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