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El nuevo estancamiento del cine mexicano

El cine mexicano está estancado. Ya había pasado en la década de los 70’s y 80’s con el cine de ficheras como resultado del escaso apoyo a la industria cinematográfica del país, a pesar de que en los 40’s habíamos vivido una época dorada en la que el gobierno apoyaba fielmente su producción. Pasamos de una era gloriosa a un estancamiento que poco a poco nos brindó dicha decadencia. No fue hasta el sexenio de Salinas de Gortari que se impulsó nuevamente a la industria, llegando así el nuevo cine mexicano, del cual surgieron nuevos directores que actualmente se han hecho con más de una estatuilla en los premios de la academia. Sin embargo tras una época de bonanza, el apoyo y amor la industria ha vuelto a caer y nuevamente estamos estancados.

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La época de oro

Si bien, la industria cinematográfica mexicana había comenzado a crecer en los años 30, era opacada por las grandes producciones de Hollywood, de la cual tomábamos algunas ideas y las adaptábamos a nuestro estilo y cultura, como lo fue el cine ranchero, inspirado en los westerns.

Durante la segunda guerra mundial, Hollywood dejó de lado sus producciones por la situación del país, dando así una oportunidad al cine mexicano de poder destacar al no tener gran competencia tanto con Estados unidos como con las producciones europeas. Con el crecimiento de la industria comenzaron a realizarse película tras otra, dando el surgimiento de nuevos talentos, tanto de directores como de actores.

Fue en el sexenio de Miguel Alemán que el gobierno ofreció un mayor apoyo a la industria y se realizaron más de 100 películas por año, sin embargo, la decadencia comenzó cuando se raciona el presupuesto y la calidad de las películas comienza a bajar, aunque no el número de producciones, además de que al terminar la segunda guerra mundial las potencias mundiales recuperan su industria.

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Por aquellos años se creó el género de rumberas, en el cual la censura comienza a ser menos estricta y se expone a una figura femenina sensual y exótica en un ambiente urbano. Éste género basa su conflicto en una mujer que sale de un escenario rural y su estilo de vida cambia drásticamente al introducirse a un mundo nuevo como lo es la ciudad, y una nueva clase social. También comienza a despuntar un nuevo género de gran importancia para nuestro país: el cine de luchadores, el cual tomaba a grandes estrellas del cuadrilátero con un gran número de seguidores y se enfrentaban a monstruos conocidos por Hollywood como Drácula, los hombres lobo, las momias, etc.

Es importante mencionar que en éstas producciones retomaban el elemento de la mujer sensual y exótica, aunque muchas veces era irrelevante para la trama. Cabe recalcar que éste estilo de películas se hacía con un presupuesto aún más bajo con tal de poder entregar más filmes al año ya que al público le encantaba ir al cine a disfrutarlas.

Al producir más películas en menos tiempo tuvo como resultado lo que se conoce como “Churro”.

 

Cine de ficheras

La época dorada había terminado. El cine de luchadores perdió su impacto. Hollywood acaparaba el mercado con sus grandes producciones que tenían un impacto a nivel mundial.

Durante el sexenio de López Portillo se intenta sin éxito volver a apoyar de nuevo la industria y surge el género que dio un gran estancamiento a nuestro cine: el cine de ficheras.

El cine de fichera fue inspirado en el ya mencionado cine de rumberas, pero motivado por una especie de revolución sexual, toda censura desapareció, convirtiéndose en cine de explotación. En dichas películas predominaban los desnudos gratuitos; la presencia de albures y majaderías también era destacada; bailes “Eróticos” y chistes de mal gusto bajo la etiqueta de “Sexycomedia”. Todo esto representado por las mismas actrices y las mismas historias. Pero a fin de cuentas, era un cine que se consumía a pesar de que uno como espectador ya sabía lo que vería.

El presupuesto de este género no era el mejor, pero era suficiente para hacer una y otra y otra película de este género. Si lo analizamos, éste tipo de producciones tomaba los elementos que habían funcionado durante la época de bonanza; la música de salón, la mujer exótica, el ambiente social urbano, el personaje galán que conquista a todas; sin embargo, no todo era malo en estos ayeres, había producciones independientes de mejor calidad que exploraban otros géneros y se aventuraban a hacer cosas nuevas, pero eran pasadas por alto ya que el público prefería ver a Sasha Montenegro en paños menores.

 

Nuevo cine mexicano

Durante el sexenio de Salinas de Gortari se da un nuevo apoyo al cine mexicano, el cual estaba en su peor etapa. Se crea una nueva ley cinematográfica, se otorgan estímulos y se abren las puertas a nuevos talentos para impulsar un cine de mejor calidad y que ahora competía con los mercados extranjeros al tener una mayor distribución y un mejor presupuesto. Se  dan así conocer figuras como Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Gonzales Iñárritu. Se exploran nuevos géneros, se crean propuestas interesantes. Estados unidos comienza a coproducir con nosotros.

Nuestro cine empieza a verse en todo el mundo, entramos a festivales, recibimos reconocimientos y llegamos a los premios Oscar. Gracias a éste movimiento, el cine mexicano recuperó su camino, pero al igual que la época de oro, solo sería por cierto tiempo. Ésta vez un tiempo más corto.

Fuente: bbc.com

 

El nuevo estancamiento

Aunque el movimiento proponía temas nuevos e interesantes, así como actores talentosos y estudiados, había costumbres que no se dejaron atrás: la desnudez, las groserías y albures. Si bien, en películas como ‘Sexo pudor y lágrimas’ o ‘Y tu mamá también’, eran justificados por la temática de las cintas, había otras películas en las que éstos recursos seguían siendo innecesarios. Aunque muchos de los nuevos talentos habían triunfado de éste lado, no se quedaron aquí y siguieron sus carreras en el extranjero, dejando a una nueva generación un camino cimentado, pero en lugar de avanzar, se tropezó con los mismos errores del pasado.

En lugar de crear historias nuevas o innovar en el arte, comenzaron a hacerse remakes innecesarios o explotar la misma temática. En lugar de preocuparse por la calidad y la historia, se preocuparon más por mostrar rostros bonitos para llamar la atención del público, preocupándose más por la imagen que por el talento o nulo talento que éstos tienen. En lugar de preocuparse más por vender, se preocupan más por vender…bueno eso sigue estando igual, y ese es el problema, los productores se centran más en cuanto pueden ganar que en saber si su película realmente le gustó al público o no.

Estamos en la calca de la calca de lo que fue nuestro mejor cine. Si analizamos a los actores que acostumbramos a ver en las nuevas producciones y los comparamos con los del cine de oro, nos daremos cuenta de que comparten muchas características: actor chistoso o cantante solista que hace el mismo papel en todas sus películas, filma como 10 películas al año, es galán y conquista a todas y tiene parentesco con otros actores con quienes hace colaboraciones, etc.

Pero, ¿cuál es la diferencia del actor actual con el del cien de oro? Que el actor del cine mexicano actual no tiene talento y no conecta con la mayoría de su público. Tal vez en el cine de luchadores, los protagonistas no eran actores ni se habían preparado para ello, sin embargo el público los admiraba y conectaban con ellos. Además de que tanto el cine de luchadores, como el ranchero, como el de rumberas aportaron mucho a la cultura mexicana.

Aquellos actores del pasado fueron y son hasta la fecha caras reconocidas que forman parte de nuestra historia. Entendían el tono de sus personajes y entendían el contexto. Los actores del cine de ahora ni siquiera viven aquí, solo vienen a grabar, cobrar y se van sin interesarse en nada más.

Hoy realmente no vemos una dedicación o pasión por interpretar a un personaje, cosa que puede ser una calca del cine de ficheras, de quien por cierto conservan los albures, chistes de sexo de mal gusto y nuevamente los desnudos. No vemos gran diversidad en lo que nos entregan, solo son refritos con temáticas básicas del hombre o chica que se enamora y tras varias circunstancias adornadas por temas musicales básicos, terminan juntos. No hay mensaje, no hay premisa no hay nada, las bromas carecen de ingenio, las situaciones son inverosímiles.

En el cine de oro los enredos eran creativos, las situaciones eran originales y los actores eran carismáticos. Aquí nuevamente se gasta el conflicto de la chica que escapa o es obligada a huir de su ambiente habitual y se enfrenta a las adversidades de entrar a un nuevo mundo, el pobre que se hace pasar por rico, la rica que tiene que convivir con “pobres”. Esto ya lo vimos en el cine de rumberas, donde por cierto sí había una crítica social fundamentada. En las nuevas producciones hay una “lucha de clases” muy estereotipada que da a entender que los escritores no saben nada del tema del que hablan y solo usan los clichés básicos para hacer reír a la gente en caso de la comedia romántica, o hacerlos “pensar” y reflexionar en el caso del melodrama.

La pregunta es: ¿si tan malo es éste nuevo cine, por qué se sigue haciendo? Y la respuesta al igual que en el cine de ficheras, es porque se sigue consumiendo, los productores van por lo seguro. Pongamos un ejemplo: una película protagonizada por “X” actor dirigida por “Y” director es un hit y gana mucho dinero aunque haya sido pésima. El próximo año, se realiza una convocatoria para brindar un estímulo y llevar a la pantalla grande una historia, llega un estudiante de cine con una idea buena pero no hay garantía de que sea un éxito, después llega el director anterior anunciando una idea de una secuela de su película que fue un hit, es obvio que le darán el dinero a él.

Por último, poniéndonos en los zapatos de un espectador promedio; trabajas duro toda la semana, descansas el fin y te sientas a relajarte con tu pareja a ver una película en un servicio de streaming, te dan dos opciones. La primera es un melodrama ambientado México de los 70 en blanco y negro. La segunda es una comedia actual sobre un hombre que es poseído por el espíritu de Pedro Infante y debe recuperar el amor de su pareja. ¿Cuál elegirías para ver?

Éstas son algunas de las razones por las que el cine mexicano actual está estancado nuevamente haciendo más de lo mismo. Sin embargo a diferencia del primer estancamiento, las nuevas generaciones han adquirido la conciencia de que las películas actuales carecen de calidad y originalidad. Por suerte ahora hay más jóvenes artistas explorando el cine mexicano independiente que nadie ve, y gracias a esto podemos estar seguros de que en un futuro no muy lejano, nuestro cine saldrá nuevamente de su decadencia, nos brindará un nuevo movimiento y traerá nuevos talentos, ya nos tropezamos con la misma piedra dos veces. Ya es hora de avanzar.

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