Notre Dame sobrevivió revueltas, tiempos de esplendor y epidemias, dos Guerras Mundiales y en el futuro probablemente resurja de las llamas como un Ave Fénix para continuar inspirando a artistas alrededor del mundo.
Tras el incendio ocurrido el pasado 15 de abril el paisaje parisino nunca volverá a ser el mismo, sin embargo, la herencia cultural que inspiró Notre Dame quedará grabada en la historia.
Aquí te dejamos algunos datos para dar crédito a su incalculable legado y dos de los acontecimientos más lamentables ocurridos dentro de sus paredes.
La novela que salvó Notre Dame, el comienzo de todo
Victor Hugo fue un novelista y dramaturgo perteneciente al romanticismo, que admiraba la arquitectura gótica. Decidió escribir su novela más famosa ‘Nuestra Señora de París‘ con la finalidad de enaltecer la belleza de la Catedral y así evitar que los pobladores continuaran agrediendo su estructura.
Esta novela no sólo tuvo un gran éxito cuando fue publicada en 1831, logrando la conservación de edificios históricos en París y el surgimiento de la arquitectura neogótica, sino que también continuó inspirando a otros creadores.
‘Nuestra Señora de París’ y sus aportaciones
En la actualidad existen más de 11 películas y programas televisivos, 3 obras de teatro, 1 ópera, 1 ballet, infinidad de cuadros y hasta 1 videojuego que toman la obra maestra de Víctor Hugo y a la Catedral como punto de partida.
Es curioso que en la mayoría de las adaptaciones de la novela ‘Nuestra Señora de París’, los acontecimientos son narrados de forma más sutil, alejándose sustancialmente de la versión original. Una de las diferencias más notables es el final real que, a diferencia del que se presenta regularmente, no es precisamente feliz, pues lo cierto es que Esmeralda muere ahorcada y Quasimodo abraza su cuerpo inerte hasta fallecer de hambre.
Victor Hugo vertió en 11 libros una historia que tocaba a todas las clases sociales de Francia (algo que nunca había ocurrido antes), cargada de sexualidad y violencia.
El suicidio de Antonieta, la amante del arte
Antonieta Rivas Mercado fue sin duda una mujer preparada y culta para su época, considerada una actriz, escritora y promotora cultural consolidada, también fue políglota, feminista y una talentosa bailarina que consiguió ejercer la danza profesionalmente en el Ballet de la Ópera de París.
Sufrió los desastres de la Revolución Mexicana, pero su vida jamás se alejó del arte. Formó parte del patronato de la Orquesta Sinfónica Nacional y apoyó económicamente a más de 10 de los mejores artistas de su tiempo, entre los que destacan Xavier Villaurrutia y Salvador Novo.
Antonieta se mudó a París tras su divorcio, donde se encontró con el filósofo y educador José Vasconcelos. Se dice que, tras el rechazo de éste, Antonieta entró por última vez a la Catedral de Notre Dame para suicidarse, su cuerpo fue hallado con un disparo en el pecho y con la pistola de José Vasconcelos cerca de su mano.
Vierne y su vida en Notre Dame
En el año 1900, Louis Vierne adicionó para ser el Organista Titular de la Catedral de Notre Dame, uno de los puestos más prestigiosos del mundo de la música.
A la audición acudieron aproximadamente 500 de los instrumentistas más talentosos de su época, sin embargo, la plaza fue otorgada a Vierne, un hombre ciego que dedicó su vida al monumental instrumento, no solo deleitando al pueblo de Francia con sus interpretaciones, si no también dejando a la humanidad un legado de varias sinfonías y piezas de su autoría.
Su muerte ocurrió dentro de la Catedral, cuando en 1937 Vierne se encontraba interpretando su concierto número 1750 y repentinamente cayó desvanecido sobre los teclados.
