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‘Nightmare Alley’, una faceta más oscura de Guillermo del Toro

Luego de cuatro años de haber filmado La forma del agua (The Shape of Water) 2017, Guillermo del Toro regresa a la pantalla grande con una nueva película que marca un estilo diferente en su filmografía. Si antes había explorado la fantasía, la belleza del horror y la bondad en medio de la crueldad, con esta película se reinventa y nos ofrece lo que, parece ser, una nueva faceta más oscura en su carrera.

El instinto y la curiosidad del director siempre lo han llevado a explorar caminos en lo que continúe haciendo películas con su marcado universo visual y aspectos narrativos que proyecten las aversiones que desde pequeño lo marcaron. El Callejón de las Almas Perdidas (Nightmare Alley) es un cambio de estilo que conserva la esencia de su cine siguiendo sus instintos como creador.

Nightmare Alley
Fuente: IGN Latam

Este thriller psicológico inscrito en el género noir, cuenta la historia de Stanton Carlisle, interpretado por Bradley Cooper, un hombre que huye de su pasado y lo hace llegar a una feria donde exhiben freaks shows con personajes extraordinarios por sus capacidades físicas y mentales, pero también alojan a personas con deformidades y enfermedades extrañas que generalmente eran explotados por su condición.

Stanton es aceptado en la comunidad porque ve en ellos la oportunidad de un nuevo comienzo, a nadie le importa de dónde viene o lo que hizo, todos son itinerantes y lo que pase alrededor les importa poco, por ejemplo, estar en vísperas de la segunda guerra mundial. Pronto descubre su talento para el ilusionismo y espiritismo que lo hacen llegar a nuevos lugares y tener el éxito que siempre quiso.

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En su camino conoce a la psiquiatra Lilith Ritter, interpretada por Cate Blanchett, que desde su primer encuentro se empeña en descifrar la estafa de Stanton, aunque sus habilidades mentales la intrigan y pronto se vuelven cómplices de una aventura que muestra la crueldad y el egoísmo de las personas. Para quienes dicen que en esta película no hay monstruos, claro que los hay y como dice Guillermo del Toro: “los peores son los humanos”.

Fuente: Austin American-Stateman

Desde que se planteó la idea de hacer un remake de la cinta, Del Toro sabía que era difícil sobreponerse a la versión de 1947 dirigida por Edmond Goulding, pues la considera una obra de arte. No obstante, el tratamiento del guion y el diseño de producción realizado bajo las convenciones del género noir, realzan el drama de esta versión presentando un lado más sombrío de la historia y sus personajes.

Como ya mencioné, Guillermo del Toro es uno de los directores más constantes en su universo visual y en Nightmare Alley ningún detalle de la producción falta o sobra. Recurren al set puntual, donde el escenario forma parte integral de lo que se narra y su significado refuerza la puesta en escena y las condiciones de sus personajes. El vestuario y maquillaje nos llevan directamente a los años cuarenta y para muestra las espectaculares escenas de Cate Blanchett en modo femme fatale.

Otro de los aspectos visuales es la fotografía y su paleta de colores dividido en tonos fríos y ámbar que dan un toque vintage a la cinta, aunque el mismo director sugirió verla en blanco y negro pues, además de ser el formato del cine noir, la película recibió un proceso especial de color para que estos no perdieran su calidad y apoyaran la narrativa.

Fuente: The Wrap

El aspecto que también diferencia la versión del 47’ con esta, es el final. Pero no solo es contraste entre las versiones, también es el factor más distintivo de esta nueva faceta de Guillermo del Toro pues no tiene comparación con ninguno de los finales de sus respectivas películas y aunque a muchos puede gustarles o no, lo cierto es que sigue haciendo películas maravillosas con una gran calidad visual y argumental.

Nightmare Alley está disponible en cines.

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