El arte vehículo de expresión
El arte constituye una de las más hermosas, multifacéticas y prodigiosas creaciones culturales del hombre, brota de la necesidad de plasmar sentimientos, sensaciones, ideales, concepciones personales o pasajes históricos mediante un lenguaje poético, que emerge a través de bellas edificaciones que surgen a partir de la expresión artística.
Como bien señala el insigne, Aristóteles, «(el arte) es una disposición susceptible de mover al hombre a hacer una creación, acompañada de razón verdadera», convirtiéndose en vehículo funcional de la humanidad, como medio de instrucción, en la formación de imaginarios de un dicurso político, para la admiración estética, como representación de la realidad o simplemente como exteriorización de una manifestación personal; las obras nacidas del sentimiento creativo nos regalan imágenes de un tiempo y espacio dentro de una sociedad y cultura determinados.
Manifestaciones artísticas al finalizar la Revolución Mexicana
México en su discurso histórico ha transitado por varias etapas, las cuales no solo son transformaciones sociales, movimientos armados o cambios de régimen, también ha dado paso a la creatividad y surgimiento de diversos movimientos artísticos, obras importantes a nivel mundial producto de estas fases de ruptura.
Al término de la cruenta guerra civil, tras una década de lucha (Revolución Mexicana), el país quedó destrozado, imperando una atmósfera de hambruna y analfabetismo, aunado a un nuevo régimen liderado por caudillos revolucionarios; era necesaria una ideología unificadora que tuviera un efecto cohesionador dentro del resquebrajado territorio.
Cabe señalar que durante el mandato del general Díaz se tuvo vínculo con Europa, lo cual permitió que artistas nacionales estudiarán en Madrid, Roma y París, aprendiendo nuevos estilos como el cubismo o el art nouvou. Sin embargo, estas corrientes, propias del nuevo mundo, no cumplían con la necesidad nacional: formar una estética influida por la historia, tradición y costumbres, resaltar la «mexicanidad«; esto se plasmó sobre todo en la pintura.
No obstante el arte representativo al termino del enfrentamiento, por antonomasia fue el Muralismo, mismo que servirá como medio para crear la anhelada identidad nacional, «mexicanidad«, corriente nacido en 1910 durante el movimiento armado, sin embargo, es hasta 1921 cuando realmente se constituye el Movimiento Muralista Mexicano.
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Muralismo
Como bien se hace referencia en el párrafo anterior, a principios de los años 20 comienza el Muralismo, a consecuencia de la llegada del prodigioso intelectual, José Vasconcelos, a la Secretaría de Educación Pública, en tiempos de Obregón; época convulsa, de un país divido, sin sentimiento de pertenencia, ni identidad, adolecía aún los estragos que dejó a cuestas la Revolución.
El General Obregón, fue el encargado de delegar a varios artistas la tarea de revestir con murales las paredes de la Secretaría de Educación y la Escuela Nacional Preparatoria. Es ahí cuando la Escuela Muralista Mexicana tiene un brillante despunte a nivel nacional e internacional. Corriente artífice de la mexicanidad posrevolucionaria se caracteriza por la carga del discurso político, cultural y social, prontamente se convierte en una manifestación de resistencia; abarcando temas del México prehispánico, la lucha del pueblo contra del régimen porfirista, y la Revolución.
David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera son los artífices más prolíferos del Movimiento Muralista Mexicano.
David Alfaro Siqueiros
José de Jesús Alfaro Siqueiros, conocido como David Alfaro Siqueiros (1896-1974). Oriundo de Chihuaha, militar y pintor. Sus obras plasman el combate social por obtener derechos políticos, con tintes surrealistas y expresionistas. Uno de los murales más destacados del maestro Siqueiros es “La Marcha de la Humanidad” del Poliforum Cultural Siqueiros de la Ciudad de México, retrata el embate de mujeres y hombre en el devenir histórico cuya finalidad es la mejora del habitante en su sociedad.
José Clemente Orozco
José Clemente Orozco (1883–1949). Insigne muralista jaliciense, pintor autodidacta. Al inicio de su carrera realiza dibujos y caricaturas cargadas de temas sociales. Durante su viaje a Estados Unidos, en 1927, se convirtió en firme divulgador de los temas mexicanos en el país vecino, a su regreso en 1934, continua su labor con el movimiento muralista mexicano. Es uno de los artistas nacionales con injerencia en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Museum of Modern Art (MoMA) con su obra ‘Bombardero en picado y tanque’. Sus murales más representativos son: ‘La trinchera’, en San Ildelfonso; ‘Omniscescia’ en la Casa de los Azulejos en el maravilloso Centro Histórico; ‘El hombre en llamas’ del Hospicio Cabañas en Guadalajara; ‘Katharsis’, Palacio de Bellas Artes.
Diego Rivera
Diego Rivera (1886–1957). Guanajuatense, referente de la plástica mexicana del siglo XX. Estudiante prodigioso de la Academia de San Carlos; en 1907 viaja a Europa donde hace estudios en pintura, regresando al país en 1921. El trabajo de Rivera destila una arraigada causa social, a consecuencia de su militancia en el Partido Comunista Mexicano. Sus murales más destacados son ‘La Creación’ en el anfiteatro Simón Bolívar; ‘Murales la Capilla Riveriana’, Universidad Autónoma de Chapingo; ‘La epopeya del pueblo mexicano’, Palacio Nacional; ‘El hombre controlador del universo’, Palacio de Bellas Artes, ‘Sueño de una tarde en la alameda central’, Museo Diego Rivera; en Detroit Institute of Arts o el del Rockefeller Center de Nueva York, que fue derrumbado debido a la carga política comunista, al haber plasmado a Lenin.
Ciudad revestida con murales
El Muralismo dotó al mexicano de identidad y unidad nacional, retrató el proceso revolucionario, no solo como embate político, sino como lucha social donde el héroe es el pueblo que, carente y digno, venció al duro régimen porfirista, retrata las raíces del México antiguo y la exacerbada carencia de la zona rural.
El área metropolitana se encuentra plagada de estás hermosas obras de arte, sedes y recintos históricos las albergan, guardianes de la historia a color.
¡Conócelos y disfrútalos!
Cada que observes un mural, recuerda que fueron personajes principales dentro de la reconstrucción del país posrevolucionario y la creación de tu identidad como mexicano.
