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México, un país donde tirar comida es el pan de cada día

Según la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, México es un país megadiverso donde se encuentran 10% del total de especies en el mundo. Siendo el quinto lugar con mayor número de especies de plantas y segundo en mamíferos. Parte de esta diversidad se manifiesta en la pluralidad de alimentos que podemos consumir diariamente. Teniendo un país con variedad de ecosistemas y climas que permiten la cosecha de diferentes alimentos y que por lo tanto, no solo hay variedad, sino que abundan

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Fuente: CONABIO

Según una nota publicada por Heraldo de México de febrero de este año, en el país cada minuto se tiran 53 toneladas de alimentos, siendo que existen 24.6 millones de personas que no pueden adquirir una canasta básica y 23 personas fallecen al día a causa de hambre. Tan solo la mitad del desperdicio total diario, representaría darle 249 kg de alimentos variados a cada mexicano al año. Se sabe que en el 2019 el desperdicio de alimentos aumentó en 44% respecto al dato del 2018 y que México desecha el 22% de alimentos totales de los países Latinoamericanos, pero el 2.15% del desperdicio en todo el mundo.

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La educación e información respecto al desperdicio de los alimentos en México es insuficiente. Se cree que porque una fruta o verdura ya están algo “maltratadas”, ya no se pueden consumir, a la gente no le agrada el sabor o simplemente no tiene buen aspecto. Incluso esta idea está sustentada cuando en los centros de compra de estos productos, las frutas o verduras se encuentran segregadas de acuerdo a su tamaño, a su aspecto y a su madurez. 

Foto: Ecoosfera

Lo cierto es que hablando bioquímicamente, en general, un tipo de fruta o verdura tiene los mismos nutrientes, aunque la cantidad cambia dependiendo de su madurez. Así es como un plátano sabe más dulce mientras más maduro se encuentre, ya que la cantidad de almidón es hidrolizado para convertirse en azúcares más simples. De esta misma forma, se pierden características organolépticas como la firmeza de la pared celular de las células y por lo tanto la mayoría de frutas y verduras se vuelven blandas conforme más maduras son. 

 

Fuente: as.com

Generalmente los alimentos se desperdician más, si estos abundan en las casas; alguien que trabaja en el campo y sabe el esfuerzo que se requiere para cultivar una sola hortaliza o producir una cabeza de ganado y que además sabe el valor del agua y el tiempo, no desperdiciara fácilmente los alimentos. Se sabe gracias a un artículo de aguasresiduales.info, que el 70% de la huella hídrica en todo el mundo, se atribuye al gasto de agua para la producción de los alimentos

 

Fuente: aguasresiduales.info

Del mismo artículo, podemos observar en la infografía de Aquae todo el requerimiento de agua que se necesita para ciertos alimentos. Por ejemplo, 2400 Litros para elaborar 1 hamburguesa, 1700 Litros para cosechar medio kilo de arroz, 70 Litros para cosechar una sola manzana, 13 Litros para cosechar una lechuga o un tomate y 1000 Litros para generar 1 Litro de leche. Estos son solo algunos ejemplos que ayudan a dimensionar que cuando se tira un alimento, se tira el tiempo de las personas que la producen, miles de litros de agua que se invierten en su producción y por otro lado, el esfuerzo de control de plagas o enfermedades según sea el caso. 

Otra consecuencia negativa de tirar los alimentos, es la contaminación que esta genera. Según datos de la FAO, el 30% de la tierra agrícola es utilizada para cultivar alimentos que NUNCA serán consumidos y 21% del agua se desperdicia para esa producción. Para que al final estos desperdicios generen el 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero. En la página de caja de ahorro y préstamos (CGV), se hacen 8 recomendaciones para evitar desperdiciar los alimentos y que además ayudan a la economía familiar. 

  1. Almacenar adecuadamente los alimentos.
  2. Calcular correctamente las cantidades a cocinar o consumir.
  3. Colocar a la vista los alimentos más cercanos a caducarse.
  4. Consumir los alimentos en una fecha considerable que sea lejana a la caducidad.
  5. Aprovechar los alimentos viejos para otra comida.
  6. Planificar menús semanales.
  7. Hacer listas de compras.
  8. congelar correctamente los alimentos.

Querer lograr un cambio y no desperdiciar los alimentos involucra un cambio en los hábitos de alimentación. Donde por ejemplo, no se quiera retirar las «coloquialmente» llamadas cáscaras de algunas frutas y verduras. Para una ensalada dulce de manzana o una ensalada con zanahoria, por ejemplo. Ya que en su mayoría estas contienen fibra. Por otra parte, si no se puede evitar este hábito, se puede hacer composta con esos desperdicios en vez de tirarlos a la basura. Otro factor importante a cambiar, es la cantidad de alimentos que se sirve en los platos, ya sea de forma personal o cuando se asiste a un restaurante, ya que la mayoría de las veces estas son excesivas

En general, lograr un cambio en los hábitos de los mexicanos, donde es muy común tirar los alimentos a la basura, involucra una educación que englobe aspectos bioquímicos de las hortalizas, entendiendo que “echar a perder” no es lo mismo que “la madurez del fruto o vegetal”. Además de una concientización en cuanto al esfuerzo requerido para tener alimentos en la mesa y solidarización con las personas que no pueden adquirir alimentos fácilmente. Por otra parte sería interesante ver un seguimiento a las regulaciones de desperdicio de alimentos en México, donde no se vean montañas de alimentos «en buen estado» cuando visitamos mercados en cualquier parte de México. 

¡Anímate a informarte y cambiar tus hábitos, además de enseñar a aquellos que aún no son conscientes!

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