Cuando se escucha el apellido Addams no podemos evitar relacionarlo inmediatamente con las películas y series de ‘Los locos Addams’.
Desde que su creador, el caricaturista estadounidense Charles Addams decidió ceder los derechos de su creación de Los Addams a la revista The New Yorker, la gente quedó fascinada por las ocurrencias de tan peculiar familia.
Su éxito fue tal que las cadenas televisoras compitieron entre ellas para poder obtener los derechos y pasarla a la pantalla chica.
Es así como en 1964 hasta 1966, la cadena transmisora ABC emitió sesenta y cuatro capítulos de treinta minutos cada uno, filmados en blanco/ negro, y fue aquí donde se incluyó por primera vez la famosa melodía de entrada que los caracteriza y nos hace chasquear los dedos.
Lo singular es extraordinario
El tema central de las películas y series que se han creado hasta el momento siguen las aventuras de esta extraña familia y como la sociedad que les rodea les juzga por como se ven y hablan sin llegar a conocerlos realmente.
Además de añadirles el toque de que tienen habilidades sobrenaturales, aunque en ningún momento se da una explicación de donde provienen, los Addams son una familia con intereses macabros que hacen que la audiencia pase un buen rato.
Junto al rico y entusiasta Gomez Addams, la refinada Morticia, con los traviesos hijos Miércoles y Pericles, el tío Lucas, el mayordomo Largo, Dedos, la abuela, y el Tío Cosa, se han encargado de amenizar no sólo las noches de Halloween como lo hace ‘Mi pequeño angelito’ en navidad, sino que nos han demostrado que los monstruos pueden ser divertidos y simpáticos a su manera.
Dentro de esta familia se nos muestra el otro lado del terror, un lado desconocido donde para dejar de tener miedo y hacerle frente a aquello que nos aterra, la mejor manera es riéndonos de nosotros mismo y de las ridículas situaciones que suelen bloquearnos.
Sin embargo, La familia Addams no fueron los primeros en burlarse del terror y es que en el siglo XIX, la ficción gótica cobró una relevancia fundamental lo que llevó a que se crearan comedias de terror como ‘Sleepy Hollow’ (Washington Irving), ‘Gremlins’ (Joe Dante, 1984), ‘La pequeña tienda de los horrores’ (Frank Oz, 1986), ‘Hocus Poccus’ (Kenny Ortega, 1993), ‘Mars Attacks’ (Tim Burton, 1996) o ‘Beetlejuice’ (Tim Burton, 1988).
Lo que sí no hay duda es que Los locos Addams es una de las que mejor series que se ha reído de la muerte y que no se ha marchitado con el tiempo, al contrario los admiradores siguen sumándose para seguir riéndose del terror.
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La escuela de valores de los Addams
Otra cosa que hace de los Addams buenos maestros de la vida, es que a través del humor negro y con personajes macabros que parodian la vida cotidiana, estos han servido de base para que se haga una auténtica sátira de los valores de la contemporaneidad.
Frente a nuestros ojos y sin percatarnos de ello terminamos por amar lo extraño y cuestionarnos aquello que la sociedad nos ha dicho que está bien o mal por que se sale de lo convencional.
Nuestro esquema tradicional que la sociedad ha creado y que de vez en cuando influye en nuestras decisiones, encuentra su punto de quiebre en la comedia terror, ya que invita a sentarnos por un rato del otro lado de la valla y adoptar una nueva perspectiva desde el punto de vista de lo freak.
En donde por un momento nos vemos extrañados pero maravillados al mismo tiempo por un mundo oscuro pero divertido, repleto de personajes que, por la razón que sea, no responden con lo normativo.
Por otro lado, aunque parezca que no tienen código moral dentro de su círculo, la verdad es que ‘Los Locos Addams’ poseen sus propias reglas, a la vez que miran con agitados a quienes les rodean.
Lo que nos hace cuestionarnos ¿Qué pasaría si lo normal fuera totalmente lo opuesto? ¿Acaso no miraríamos preocupados como una sociedad se preocupa más por la belleza que emana una rosa que por las espinas que pasan desapercibidas y son a veces amputadas por ser consideradas peligrosas?
La familia Addams rompe con lo convencional al mismo tiempo que causa risa y se cuestiona con ironía aquello que la sociedad considera que es normal.
En su mundo que al principio parece oscuro, macabro y todo de cabeza, después de un rato si observas con detenimiento es una invitación a cuestionarnos ¿No será que nosotros somos lo que estamos al revés? ¿Por qué con tanta facilidad juzgamos algo solo por no ser considerado bello según lo dictado?
