El amor, uno de los sentimientos más puros y desinteresados que el ser humano puede llegar a experimentar; ¿Quién no se ha sentido enamorado en algún punto de su vida?, seguro que todos. El impacto que este sentimiento tiene sobre un individuo es tal que inclusive, el amor tiene su propia fecha de celebración. Dentro de algunos días, el esperado 14 de febrero llegará y veremos entonces el desfile de rosas y detalles románticos pasando de mano en mano. Desafortunadamente, quisiéramos decir que el amor solo acarrea dicha y felicidad a quienes lo sienten, pero no es así. El desamor, es uno de los sentimientos que a muchos les has costado más de una lágrima, dejando a su paso lo que nosotros solemos conocer como un «corazón roto». El arte, (en este caso la literatura) curiosamente juega un papel bastante primordial en esta situación de ansiedad y gran tristeza; un papel demasiado reconfortante, más de lo que podría pensarse.
Plasmando el dolor entre páginas
En repetidas ocasiones hemos manifestado la estrecha relación que existe entre los sentimientos y el arte. Cómo estos influyen para que puedan nacer obras de gran hermosura que terminan por retratar los pensamientos del autor, así como su sentir. Si no eres precisamente de los que aman danzar, bailar, o sinceramente te consideras alguien con dos pies izquierdos, no te preocupes, existe una alternativa para ti, y no necesitas ser un gran escritor, puedes empezar por analizar todos esos sentimientos tan profundos que te sofocan, estudiarlos y entenderlos; una vez que hagas eso, necesitarás ciertamente de una redacción y de una ortografía que vayan más allá de lo pasable. Básicamente, lo que harás será transformar todo ese desamor, toda esa tristeza y ese dolor en una manifestación artística; qué tal un poema que hable sobre cómo te sientes. Además de hacer uso de metáforas, deberás dejar que un poco de tu creatividad se fusione con tus sentimientos; digamos que se trata de un trabajo en conjunto. Recurrir a la escritura no solo será un pretexto para que descubras en ti al artista que llevas dentro, sino que también será un aliado a tu favor que ayude a que todo ese dolor se desvanezca.
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Autores que usaron el desamor a su favor
No podríamos excluirlo, ni tampoco apartarlo de su tan merecido primer lugar; entre los autores que saltaron a la fama gracias a su alianza con el desamor, podemos encontrar a William Shakespeare con su famosa obra «Romeo y Julieta», aquel trágico romance protagonizado por dos adolescentes enamorados cuyo destino termina en brazos de la muerte. Otro ejemplo que podemos encontrar es «Don Quijote de la mancha» escrito por Miguel de Cervantes Saavedra, en donde bien, se nos da una clara lección sobre los estragos que puede causar la idealización que desarrollemos por una persona, (y la cual solemos confundir con amor). Por último, mencionaremos como tercer ejemplo a «Del amor y otros demonios» escrito por Gabriel García Márquez.; esta obra saca a relucir el amor prohibido entre un sacerdote y una joven, el final de esta historia resulta ser igual de fatídica. Como podrás haberlo notado, el desamor resulta ser un gran y maravilloso aliado si se compagina con la inspiración, con algún poema o hasta con alguna historia que tenga tiempo rondando en nuestra cabeza. Tras estas tres historias no solo se han encontrado romances prometedores, ni entornos intrigantes, sino que además es muy posible que hayan derivado de algún sentimiento relacionado con el desamor; tristeza o coraje, quizá alguna añoranza que nos despierte en medio de la noche, cuando nadie puede vernos, ni escucharnos.
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Foto portada: fuente / filco.es