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La autodestrucción: el demonio que habita en ti

¿Cuántas veces te has sentido frustrado porque has insistido en qué no terminarás ese proyecto o qué no conseguirás ese trabajo para el que te postulaste? ¿Cuántas veces has actuado obsesivamente y manera negativa para contigo mismo (sentimental, física, académica o profesionalmente)?

Si respondiste a estas preguntas con un número mayor al 5, déjame anunciarte que el demonio que te posee es el de la autodestrucción, el del autosabotaje.

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Fuente: teleamazonas.com

¿Qué es lo que alimenta el demonio del autosabotaje?

1) Insultos internos, como: soy un tonto ( y sinónimos de esta palabra).
2) Auto limitaciones: no soy suficiente, no lo lograré jamás, no puedo, no tengo lo necesario, soy fe@, no soy tan inteligente, no soy capaz (los NO, actúan y se albergan en el cerebro como limitantes).
3) Saber que algo te hace daño y no evadirlo, por ejemplo: si estás en una dieta baja en carbohidratos no puedes comerte dos pizza completas, porque las consecuencias que le traerá a tu cuerpo no serán benéficas para ti, ni física ni emocionalmente.
4) Ante situaciones placenteras (logros personales) empiezas a sentir culpa, remordimiento o decepción.
5) Provocas situaciones que evocan estados de ánimos decadentes, por ejemplo: hacer enojar a tu pareja para después sentirte decepcionado.

Este tipo de acciones que llevas a cabo en ti, son producto de experiencias pasadas (desagradables), alguien te hizo daño, dígase familiar, amigo, compañero, jefe, ex jefe; quien haya sido, sembró en ti esa semilla de negatividad (que desafortunadamente a la única o único que ha perjudicado es a ti mismo), y en lugar de luchar o manifestarte en contra de aquellos insultos, has permitido y has alimentado a ese demonio afirmando lo que alguna vez te hicieron sentir.

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Fuente: villaconmundial.net

El sentimiento es persistente

Pensamientos negativos llegan a tu cabeza constantemente y te sientes defraudado e incluso vacío una y otra vez. Sientes que no eres suficiente para nada y para nadie: recuerda esta frase, atesórala y aprende de ella: «Tú eres tu peor enemigo».

Al insultarte interna y repetidamente, no eres consciente del daño que estás provocándote y por lo tanto, no prevees el daño que puedes ocasionarte a futuro.

¡Tu cerebro ya ha automatizado este proceso!  

La autodestrucción, ese demonio que habita en ti y que proviene de ti. Desafortunadamente todo (lo malo, claro está) absolutamente todo lo que te han dicho, figura en tu cerebro de manera inconsciente y negativa, haciendo que te odies y te menosprecies, trayendo como consecuencias una baja autoestima, falta de voluntad y falta de coraje para enfrentar la vida.

Foto: especial

Entonces, ¿cómo evito al demonio de la autodestrucción?

La mayor parte del tiempo nuestra mente está en constante fluir psíquico y pueden aparecer millones de pensamientos que nosotros podemos hacer conscientes, y si pasa un pensamiento de algún recuerdo que te hizo sentir mal o incómodo contigo mismo, déjalo estar, acéptalo, pero no lo alimentes, recuerda que aquello ya pasó y ahora solo es un recuerdo. Estás aquí y ahora, si una persona en tu pasado te hizo sentir extraño o menospreciado, mantén en mente que eso ya sucedió y hoy, ahora mismo ya no te estás sintiendo así.

Deja que esos pensamientos pasen y déjalos ir; no te obsesiones y no te cuelgues de ellos. 

Recuerda que si un pensamiento no te aporta, deséchalo y busca oportunidades positivas. El demonio de la autodestrucción te quita tiempo y en casos más graves puede provocar que procrastines en múltiples de tus actividades, consumiendo tus energías dejándote varado y deprimido.

Evita la autodestrucción

Deberás llevar un proceso contigo mismo, edificar una buena autoestima, construir seguridad y mantener una buena relación contigo.

Tú eres con el único que convives 24/7 ¿Cuál es el punto de odiarte, de hacerte menos, de compararte, de agredirte? ¡No tiene sentido! Tú eres lo único que tienes y con el único que cuentas, en lugar de contaminarte y envenenarte con situaciones, pensamientos y sentimientos  negativos, haz ejercicio, lee, realiza alguna actividad que disfrutes, quiérete, edifícate, consiéntete y constrúyete.

Foto: especial
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