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José Guadalupe Posada: el artista detrás de la Catrina

Día de muertos: fallecidos y vivos conviven en un mismo mundo.

Estamos a vísperas de una de las celebraciones más emblemáticas y representativas a nivel mundial de la cultura mexicana, ‘Día de Muertos’, tradición que alude al recuerdo de las personas que físicamente ya no se encuentran con nosotros; su origen se remonta a la época prehispánica.

Festividad pintoresca y folclórica donde vivos y fallecidos se unen y conviven en un mismo mundo a través de las hermosas ofrendas de cada hogar mexicano; de la esencia del pan de muerto, el color intenso de la flor de cempasúchil, de las escenas populares representadas en el papel picado, la picardía de sus calaveritas literarias y la elegancia de la catrina.

Todos estos elementos tienen un significado propio. Enfocaremos esta nota al nacimiento de uno de los íconos con más proyección a nivel mundial, surgida de la mente de uno de los artistas gráficos más importantes de México, la ‘Calavera Garbancera’ del talentoso José Guadalupe Posada Aguilar, que posteriormente, evolucionaría en la Catrina, nombre acuñado por el famoso muralista Diego Rivera en 1947.

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¿Cuál es su origen?

 

La caricatura política […] es el arma del débil y el libro del pueblo que aún no sabe leer 1

En tiempos de Porfirio Díaz la población mexicana era influenciada por la sociedad francesa; se adoptaron elementos populares, estéticos y arquitectónicos de la cultura gala, debido al gran gusto que sentía el General oaxaqueño por el país europeo.

La clase adinerada y aristocracia, pretendía aparentar un estilo de vida que no le correspondía, pues muchos de ellos tenían raíces indígenas, incluyendo al propio Díaz.

Esta tendencia extranjera era vista con malos ojos por el pueblo carente, sin educación y con hambre; y también por la gente clase mediera consiente de la deplorable situación de los estratos rurales más golpeados dela sociedad. Arrojando una brutal crítica en contra del gobierno porfirista y sus costumbres a través de manifestaciones coloquiales como corridos, dichos o caricaturas impregnadas de un alto sentido burlón y satírico en periódicos de combate con acceso para todo el pueblo.

Cuyo objetivo fue mostrar las dos caras de México: el poder, la extravagancia y riquezas de la clase pudiente y la miseria e inmundicia del resto del país.

 

En los huesos pero con sombrero francés o con plumas de avestruz.

En la efervescencia de este contexto nace la ‘Calavera Garbancera’ en 1873 en un grabado en metal, emergida de la mente de uno de los grabadores más destacados de todos los tiempos, oriundo de Zacatecas, José Guadalupe Posada Aguilar (1852-1913), la cual representaba a los comerciantes de garbanza, quienes al obtener ganancias monetarias comenzaron a rechazar su sangre indígena, comportándose y ataviándose como europeos. Esto desencadenó la burla de los demás pobladores europeos: en los huesos, pero con sombrero francés o con plumas de avestruz.

Así, el surgimiento de la ‘Calavera Garbancera’ de Posada, tuvo un carácter de crítica política y social, en tiempos de total injusticia, al igual que las caricaturas de la época que manifestaban su descontento con gobierno porfirista desde la trinchera de la tinta, de la inconformidad y la miseria nacional.

Estas ilustraciones alusivas a la muerte, cargadas de proclamas subversivas, iban acompañadas de textos en rima, con mofa satírica y picaresca sobre los eventos del país, género que se popularizó entre la clase baja denominado ‘calaverita literaria’, muy comunes en vísperas de Día de Muertos.

 

José Guadalupe Posada: El artista detrás de la Catrina

Posada no solo es conocido por ser el artista detrás de la catrina; a 167 años de su natalicio este insigne zacatecano puso en jaque al gobierno porfirista, ilustrando hojas sueltas, periódicos de combate como ‘La Patria’, ‘El Ahuizote’ y ‘El Hijo del Ahuizote’ y 110 libritos de la Biblioteca del Niño Mexicano, donde a través de diversas formas artísticas, como: litografía, ilustración, diseño tipográfico o grabado, alzaba la voz para protestar por las injusticias nacionales y el descontento del pueblo.

Inició su carrera a los 16 años como alumno del maestro Trinidad Pedroso; en 1872 se estableció en León, Guanajuato, y posteriormente llegó a la capital del país en 1887, ahí trabajó como grabador en el taller de Antonio Vanegas Arroyo.

Al inicio del movimiento armado, Posada brindó al pueblo analfabeto conocimientos sobre las acciones fundamentales de La Revolución y su edificación tales como: saqueos, enfrentamientos, carencia, abuso de poder por parte de las facciones rebeldes; todo a manera de instrucción.

A su muerte en 1913 a causa del alcoholismo, sus restos fueron puestos en las tumbas de sexta clase en el Panteón de Dolores, entre la miseria y la pobreza tuvo fin la existencia del excelso grabador, sin embargo, la Calavera Garbancera, tendría renombre a manera póstuma.

Aunque el maestro José Guadalupe Posada Aguilar tuvo un deceso que nadie recordó, su esencia esta latente en cada postal folclórica que grabó, demostrando las costumbres mexicanas y sus limitantes sociales dentro de un contexto desigual, las sátiras en vísperas de Día de Muertos, y su recalcitrante crítica en contra del régimen porfirista y su aristocracia.

El trabajo más popular del zacatecano, la ‘Calavera Garbancera’, dio proyección mundial a la picardía mexicana, convirtiéndose en un ícono cultural, representando la hermosa festividad donde muertos y vivos conviven en un mismo mundo sin diferencia de clase social, como bien decía el maestro grabador:

“la muerte era democrática, ya que a fin de cuentas, güera, morena, rica o pobre, toda la gente acabaría siendo calavera.”

 

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1. Gantús Fausta, Crítica, censura, y represión en la Ciudad de México, 1876-1888, El Colegio de México, Instituto de Investigaciones Históricas Dr. José María Luis Mora, 2009, 441 p., p. 25. Periódico «La Libertad», 11 de enero de 1879.
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