Crea Cuervos

Hortolano al armañac, el platillo macabro que ofende a Dios

Fuente: elmundoviajes.com

Seguramente en tu vida has probado unos tacos de pastor que se han convertido en una experiencia casi religiosa, pero te apuesto a que nunca en tu vida has degustado el siguiente platillo, el cual sí está considerado como algo divino.

Fuente: gastronomistas.com

Me refiero al hortolano al armañac, ese platillo que se rumora fue la última cena del primer ministro francés Francois Mitterrand, el cual surgió en el siglo XVII y ha estado prohibido en Europa desde 1999.

Pero, ¿por qué tanta controversia con dicha comida? La respuesta viene desde que está hecho con un ave en peligro de extinción conocido como escribano hortolano y cuyo tamaño es casi equiparable al de una tarjeta de crédito.

Fuente: rarebirdalert.co.uk

Pero aún hay más, para la preparación de este plato el desafortunado animal es sometido a diversas vejaciones: primero se ceba durante días, se le emborracha con armañac, se le sacan los ojos, se despluma y se asa (en un proceso que no permite la dubitación).

Pero todo esto sería un desperdicio sin el ritual adecuado que encumbre lo delicioso de su sabor; por lo cual, a la hora de comerlo, el comensal debe cubrir su cabeza con una servilleta de lino, para “esconderse de los ojos de Dios”, pues la crueldad que significa la preparación y el ingerir dicha ave, puede ser vergonzoso.

Aunque algunas personas que quieren quitarle lo místico al asunto, subrayan que es para poder absorber mejor las fragancias emitidas por el hortolano.

Fuente: bbc.co.uk

La forma de consumirlo es de un solo bocado, se corta la cabeza con los dientes y se acompaña con un trago de borgoña o burdeos, hasta que éste se deshace en la boca.

Por supuesto no es difícil imaginar que este platillo fue catalogado como algo exclusivo de reyes, emperadores y dioses, por lo cual aún se sigue consumiendo a escondidas en círculos exclusivos.

Fuente: m.hankookilbo.com

Por que como todos saben hay un Dios que está en el cielo y por todo lo ve, así que aún no sabe bien a bien cuál será el destino de este platillo que se considera como una tradición cultural de Francia; si está condenado a seguir en la prohibición o se permitirá seguirlo preparando en ocasiones especiales bajo pretexto de mantener el legado culinario de dicho país.

Salir de la versión móvil