Te imaginas la oportunidad de rentar a un familiar, un amigo, un grupo de extraños que te hagan sentir famoso o incluso alguien que reciba un castigo por ti, suena delirante pero, ¿estarías dispuesto a hacerlo?
En 2019, el director alemán Werner Herzog estrenó su última película llamada: “Family Romance, LLC”. Muchos creyeron que se trataba de un documental por la historia que contaba, los movimientos de cámara y la fotografía que resaltaba la apariencia natural de las imágenes, sin embargo Herzog aclaró que todo se trataba de una ficción por más surrealista que pareciera. La trama es sencilla, personas contactan a una empresa que usa actores para hacerse pasar por familiares, amigos o cualquier deseo que tenga el cliente para satisfacer su necesidad por más extraña que parezca.
Así conocemos a Yuichi Ishii, quien se hace pasar por el padre de Mahiro con quien tiene un encuentro luego de varios años de no verla. La reunión transcurre con normalidad entre el bosque de cerezos en Shibuya y mientras más se frecuentan «padre» e hija, más se fortalece su relación, logrando un vinculo de confianza más grande. Yuichi Ishii, además de ser el padre sustituto, es el fundador de la empresa Family Romance, encargada de rentar familiares con la finalidad que los clientes deseen. Su utilidad es la de comercializar las relaciones afectivas y mantener las apariencias que el usuario quiere; los actores tiene prohibido querer o ser queridos pues todo es parte de una simulación.
La empresa se encuentra en Japón, país donde sus habitantes cada vez sufren más de la soledad o por su propia convicción se alejan de la comunidad, por lo que pareciera el escenario indicado para mostrar el comercio de las relaciones sociales en la actualidad. Este tipo de negocios son comunes en la sociedad nipona debido a sus dificultades sociales para entablar lazos afectivos. Sin embargo, el trasfondo de este falso documental evidencia al miedo como una reacción de supervivencia a la soledad, al vacío o la incertidumbre.
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Con la llegada de los dispositivos tecnológicos, el internet, las redes sociales y nuevas formas de comunicarnos, en los últimos años se ha incrementado el número de personas que padecen soledad no deseada, esto quiere decir que dejan de recibir apoyo social y optan por vivir de manera unipersonal, demostrando que tener tantos medios de comunicación no garantiza un contacto real; se conoce la foto de perfil o el avatar del usuario, más no a la persona detrás de la pantalla.
Yuichi Ishii sufre catarsis debido a la falsa relación con Mahiro, lo que le hacen replantear la base de su negocio, sobre todo la premisa de no querer ni dejarse querer, ya que no es fácil evitar los sentimientos que tiene luego de establecer vínculos con la chica, también lo lleva a cuestionarse si es moral o no lo que hace cuando toda forma de relación que tiene lleva de por medio un contrato y un pago.
A primera vista “Family Romance, LLC” puede resultar inquietante, incluso desconcertante, pero a medida que conocemos la historia comprendemos el motivo por el que algunos usuarios contratan los servicios de la empresa y eso no los justifica, pero sí humaniza su necesidad de afecto y de paso evitar algunos problemas existenciales construyendo realidades falsas que los hagan sentir mejor y continuar en el mundo de apariencias.
Al final, la película de Werner Herzog es una ficción estimulada por diálogos naturales, secuencias filmadas en una sola toma y la puesta en escena bien interpretada por actores y actrices de la misma compañía Family Romance, pero de manera reflexiva la cinta nos plantea la posibilidad de aceptar a la soledad como estilo de vida y negocio a través del engaño preguntándonos si estaríamos dispuestos a sostener la mentira.