Crea Cuervos

Errores más comunes del Zero Waste

Anteriormente en Crea Cuervos publicamos un artículo sobre la filosofía zero waste donde hablamos de las reglas en las que se basa y el porqué es necesario cambiar nuestros hábitos para salvar al planeta. Así que si te interesa lleva una vida más amigable con el medio ambiente debes evitar cometer estos errores del estilo de vida zero waste.

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1. No es necesario comprar un montón de cosas para poder empezar

A menudo las y los gurús del zero waste muestran un estilo de vida eco-minimalista en redes sociales, es decir que viven con la idea de ser felices con el menor número de cosas posibles y generando la menor cantidad de residuos posible. Así que su casa normalmente está pintada solo con colores neutros, está llena de plantas, sin desorden a la vista, solo usan cubiertos de madera, frascos de vidrio exactamente iguales y perfectamente ordenados.

Por ello cuando los principiantes en el zero waste buscamos inspiración, consejos o alguna guía de cómo iniciar, nuestra primera impresión es que para poder hacerlo necesitamos comprar muchísimas cosas cuando realmente no es así.

No necesitas cambiar todos los vasos de plástico por unos de vidrio, ni tirar tus cubiertos de metal para usar solo de madera, es mejor que le des el máximo uso posible a las cosas que ya tienes y deshacerte de ellas una vez que estén inservibles. Si tienes muchas ganas de cambiar tus cosas puedes regalarlas en lugar de desecharlas o ir a algún mercado de trueque para intercambiarlas por algo que te guste más.Tampoco es necesario que compres todo nuevo, siempre puedes buscar en tiendas de segunda mano o reciclar, en lugar de comprar un recipiente de vidrio reutiliza el de la mermelada, mayonesa o jugo que compraste.

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Foto: Aldana Xanso/Flickr

2. Fobia al plástico

Con todas las fotos de animales marinos atrapados en plástico y el hecho de que existen 5 islas de plástico en el océano, pareciera que el movimiento zero waste es lo mismo que «desplastificar» nuestra vida.

Es genial que reduzcas tu consumo de plástico pero hazlo responsablemente.

Por ejemplo, hay personas que por el afán de no tener ni un solo objeto plástico en su hogar comienzan a tirar o regalar todo y entonces generan mucha más basura. La acción responsable seria terminar con la vida útil del producto, ya sea un tupper o un bote de shampoo, porque si no te terminaste el shampoo estás desperdiciando recursos que nadie más va a poder usar.

Foto: Omar García Yañez/Flickr

3. Crees que porque es biodegradable no tienes que preocuparte

Un error común es dejar de cuidar la cantidad de desechos que producimos porque nos sentimos muy cómodos con las cosas biodegradables, por ejemplo con las bolsas de plástico, es cierto que causan un menor impacto ambiental pero sería mucho mejor usar bolsas de tela cuando vayas a la tienda, al mercado o al supermercado. No te duermas en laureles biodegradables.

Foto: Brian-Chrystal & Zoe Johnson/Flickr

4. Fijarte metas muy altas

Zero waste se traduce como cero residuos por ello muchas personas se van con la idea de que necesitas reducir al 100% tus desechos en el menor tiempo posible. Pero esa solo es la meta, sabemos que es difícil cambiar tu estilo de vida y que el sistema económico en el que vivimos limita bastante algunas de las acciones que queremos implementar.

Pero no te desanimes, siempre existen alternativos solo es cuestión de estar dispuestos a investigar mucho para poder encontrarlas y ser muy creativos.

5. No valorar los pequeños pasos

Justamente cuando fijamos metas demasiado altas tendemos a infravalorar las acciones que ya estamos llevando a cabo, como cargar con tu propia botella de agua a todos lados lo cual es un paso enorme en la reducción de PET.

Una opción para visualizar la influencia del “pequeño” paso que diste es visualizar lo que pasaría si continuaras con tu estilo de vida anterior.

Por ejemplo: Supongamos que una persona adulta que debe consumir 2 litros de agua al día nunca carga con una botella de agua reutilizable, en lugar de ello todas las mañanas compra una botella de 1 litro antes del trabajo y todas las tardes cuando sale a comer comprar otra botella de 1 litro. Esta rutina se repite 5 veces a la semana, por lo que en un mes estaría produciendo 40 botellas de PET y en un año serían 480 botellas.

Así que no te desanimes por estar dando “pequeños pasos” porque cada uno de ellos tiene un gran impacto. Es mejor que miles de personas produzcan menos residuos a que un par de personas produzcan cero residuos.

Foto: Ricardo Bernardo/Flickr

6. Sentirte el diablo cada que compras algo de plástico

Por más que intentes ser zero waste a veces se te escaparan un par de cosas. Tal vez prefieres comprar un jabón artesanal que viene en una bolsita de plástico y apoyar al comercio local a comprar el que viene en papel con cubierta de plástico en un paquete de plástico dentro de una bolsa de plástico biodegradable, pero aún así te sientes culpable.

Para estos casos debes recordar que estas haciendo un esfuerzo e intentar ser amable contigo mismo. Usa esa culpa como motor para hacer las cosas cada vez mejor y encontrar alternativas que cumplan con todas tus expectativas (porque hay muchas).

También puedes tener un mecanismo de defensa para evitar volverte loco o loca. Cuando te sientas mal porque traicionaste a tu espíritu ecologista comprando algo con empaque plástico fíjate una cuota de basura que puedes ir recogiendo en el camino de la tienda a tu casa o de la tienda al bote de basura más cercano. Así como en la primaria te ponen a recoger 10 papelitos si te veían corriendo en el recreo.

Hay muchas cosas buenas que puedes hacer para compensar al planeta y aliviar tu culpa. Recoger basura es una pero también podrías inscribirte a un curso para hacer tu propio jabón y nunca más comprar de esos que traen envoltura de plástico (hasta podrías iniciar tu propio negocio), podrás sumarte a campañas de reforestación, inspirar a tus amigos y familiares a iniciar una vida más amigable con el medio ambiente, o cualquier cosa que se te ocurra. Recuerda que el limite lo pones tú mismo.

Foto: MrsRecuerdos/Flickr

7. Intentar seguir varias ideologías todo el tiempo

Algunas veces comenzamos a seguir diferentes ideologías y estas se contraponen una a otra en ciertas ocasiones. Por ejemplo cuando vamos al super e intentamos hacer las compras para toda la semana siguiendo ciertas normas acorde a nuestras ideologías y una tarea en teoría fácil se torna complicadísima. Esto pasa porque buscamos productos que cumplan con demasiadas normas:

Por supuesto que al intentar cumplir con todas estas normas unas se van a superponer a otras o la gama de productos que podemos elegir disminuye considerablemente, así que en estos casos sería necesario priorizar o categorizar para cumplir con los aspectos más importantes.

Foto: Montreal/Flickr

8. No pedir ayuda

Así como cuando estamos a dieta y nos invitan por tacos, hamburguesas, pizza o cualquier cosa que en ese momento no queremos consumir porque se sale de nuestro plan de acción, lo mismo pasa con cambiar de estilo de vida. Si estamos intentando reducir nuestra producción de residuos y no tenemos el apoyo de las personas que viven con nosotros, será mucho más difícil dejar los viejos hábitos.

9. Ser conformista

Sin duda existen muchísimos errores comunes cuando estás intentando algo nuevo pero el mayor error es conformarse con dejar las cosas tal y como están cuando sabemos que existe una mejor opción. Si tu estás iniciando en el movimiento zero waste no te desanimes y recuerda que sin importar si eres un experto o no, ya corregiste el mayor error de todos.

Foto: Kokua Hawaii Foundation/Flickr
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