La ciencia ficción se trata de un género literario, televisivo y cinematográfico, el cual, como su nombre lo dice, nos lleva a través de la imaginación hasta puntos cuya posibilidad es latente, teniendo como punto de partida las ciencias e intentando visualizar como son, han sido o serían las cosas tal y como las conocemos si llegamos a realizar ciertos descubrimientos, avances y tecnologías.
La ficción científica, como también se le conoce, nos transporta a un sitio donde hemos alcanzado las estrellas, colonizado otros planetas a millones de años luz de distancia, conocido civilizaciones inteligentes de galaxias lejanas, viajado en el tiempo gracias al uso de artefactos que van desde automóviles hasta relojes. Nos ha colocado como protagonistas en batallas interestelares, en dimensiones paralelas a la nuestra y como nuestros propios verdugos al llevarnos nosotros mismos a una hecatombe mundial. Nos proporciona la habilidad de hacer de la inteligencia artificial algo increíble, crear robots con capacidad de pensar, desear y querer.
Dentro de toda la oferta de subgéneros que existen como ramificaciones de la ciencia ficción, está el denominado Cyberpunk. El origen del nombre viene por el boom de la computación y el internet en la década de los 90 y el concepto de rebelión y anarquía. Ambientado en una sociedad distópica, con una marginación social y estilo de vida decadente controlado por corporaciones poderosas, gobiernos represores y grupos de rebeldes que luchan por la libertad.
El futuro distópico de Æon Flux.
Bajo esa premisa, es que durante la década de los 90, Peter Chung, dibujante y director estadounidense de origen surcoreano, llevó a MTV, a través del espacio denominado Liquid Television, la serie animada Æon Flux, serie que representa de manera contundente al cyberpunk y la ciencia ficción ambientada en una época distópica. La serie, que además mostraba clara influencia del anime, fue dirigida principalmente a una audiencia adulta, donde elementos como el sexo y el fetichismo, violencia desatada por doquier y un humor bastante ácido, la colocaron rápidamente en el cajón de los programas de culto, lugar que tiene bien merecido.
La historia se desarrolla en los países de Bregna y Mónica, que se encuentran divididos por una gran muralla fuertemente armada y custodiada. Todo comienza cuando Clavius, líder de la nación de Bregna desaparece repentina y misteriosamente, dejando así el camino libre para que Trevor Goodchild tome el poder de la nación. La agente proveniente de Mónica, Æon Flux, quien es también una mercenaria y que cuenta con una asombrosa capacidad acrobática, descubre que Trevor constantemente tiene ideas extremadamente bizarras para llegar a un control total de la población, que van desde formas de vida artificiales, clones de la misma Æon, seres divinos provenientes del espacio y rayos para cambiar el rumbo de la evolución humana. Por supuesto, nuestra protagonista intentará evitar que Trevor logre su cometido infiltrándose una y otra vez al país vecino para sabotear sus experimentos.
Fueron muchas las ocasiones que ambos tuvieron para terminar el conflicto, pero la mayoría de oportunidades terminaron en pasión. Han pasado de ser enemigos a ser amantes, e incluso han trabajado juntos. Amor al más puro estilo apache.
La serie tuvo una adaptación cinematográfica en el año 2005. La directora Karyn Kusama fue la encargada de realizar la película. La cinta fue protagonizada por la actriz Charlize Theron, y desafortunadamente el filme no gozó del éxito esperado.