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‘El castillo de la pureza’, la historia real que superó la ficción

‘El castillo de la pureza’ es una película mexicana del año 1972, protagonizada por Claudio Brook y Rita Macedo. Filmada en  Donceles. Contó con Arturo Ripstein a cargo de la dirección y con José Emilio Pacheco a cargo del guion. La película trata sobre una familia que ha estado encerrada por 18 años y cuyos hijos nunca han visto el exterior debido a que el padre de familia quiere protegerlos de la maldad del hombre. Es una de las películas más emblemáticas de la cinematografía de nuestro país y hasta la fecha sigue siendo comentada y analizada debido al tema que aborda. Sin embargo, esta historia se basa en un caso real ocurrido en México en 1959, cuyas diferencias más notables al momento de la adaptación son tan superficiales como el cambiar los nombres o el lugar donde ocurrieron los hechos.

castillo

El 25 de julio del año 1959 la policía irrumpió en una casa ubicada en la calle Godard cruce con la avenida Insurgentes norte. Esta era conocida como «la casa de los macetones» por los vecinos, debido a las macetas que adornaban la fachada de la entrada principal. Los oficiales acudieron a un mensaje de auxilio escrito en un pedazo de papel que un transeúnte había encontrado tirado en la calle. Cuando la policía entró al lugar se encontró con un grupo de niños desnutridos, vistiendo harapos, encerrados en un lugar en mal estado y que jamás habían salido del lugar. El padre de familia, de nombre Rafael Pérez Hernández fue arrestado y condenado por cargos como la privación de la libertad, pues había mantenido prisionera a su familia por 18 años y ésta sufría maltratos al ser disciplinados a la manera del hombre.

Rafael Pérez era un hombre que había perdido un brazo en un accidente ferroviario. Se casó con su esposa Sonia y se mudaron al domicilio ya mencionado en la ciudad de México. Tuvieron seis niños de nombres: Indómita (Quién escribió el mensaje), Libre, Soberano, Triunfador, Bien Vivir, y Libre Pensamiento. Éstos peculiares nombres estaban relacionados a la visión de Rafael de mantenerlos alejados de la maldad y la crueldad del hombre. Rafael pensaba en moldear a sus hijos de una forma pura y criando una nueva generación ajena a la corrupción del mundo exterior.

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Durante 18 años los niños fueron educados en casa por parte de Sonia, pues Rafael se negaba rotundamente a que asistieran a la escuela, por ésta razón los niños apenas sabían leer y escribir. Eran obligados a trabajar en el negocio de Rafael, elaborando raticidas caseros en un laboratorio. Trabajaban durante horas para elaborar el producto que el hombre salía a vender durante el día. Como era de imaginarse, los niños eran castigados severamente en cuanto desobedecían las reglas. Fue hasta que la hija mayor escribió el mensaje de auxilio en un pedazo de papel que arrojó desde la azotea hacia la calle que se descubrió el secreto que Rafael ocultaba a los vecinos, quien lo describen como un hombre serio y tranquilo.

Después de haber sido encarcelado en el palacio de Lecumberri Rafael continuó negando los hechos y se declaró inocente hasta el día en que se ahorcó en su celda en 1972, curiosamente el año en el que se realizó la película basada en su crimen. Sin embargo, El castillo de la pureza no fue la única obra basada en éste peculiar caso. El escritor y periodista Luis Spota se inspiró en este caso para escribir su novela titulada «La carcajada del gato».

Como se habrán dado cuenta, la noticia conmocionó al país entero en cuanto apareció en la nota roja.

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