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El Ángel de la Independencia NO es un ángel

El Ángel de la Independencia, esa escultura parada en Paseo de la Reforma en la Ciudad de México, donde los mexicanos de la capital acuden o a celebrar o a manifestarse inconformes, sí ese símbolo de la Ciudad de México recibe un nombre erróneo. Aunque se le vea con el torso desnudo, finas facciones y un par de alas, resulta que dicha figura está lejos de ser parte de la cosmovisión cristiana.


Historia del «Ángel de la Independencia»

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Fuente: 101viajes

Bien, vamos a revisar la historia de esta figura. El Monumento a la Independencia debe su nombre a la razón de su construcción.

Era 1902 y el entonces presidente de México,  Porfirio Díaz, preparaba uno de los eventos que marcarían su trayectoria política, el centenario de la independencia de México y para ello mandó construir con el arquitecto Antonio Rivas Mercado una escultura conmemorativa.


Entonces ¿qué es?

Bueno, pues esta creación  del arquitecto Rivas Mercado, es una Victoria Alada, una Niké. La Victoria Alada, también llamada diosa de la victoria,  es una figura proveniente de la mitología griega que se encargaba de coronar a los vencedores de las distintas competencias llevadas a cabo en los Juegos Olímpicos —por nombrar los más famosos— y otras competiciones. El laurel que podemos observar lleva el emblema de la independencia mexicana representa la corona que originalmente recibían los vencedores, que conllevaba el honor para la polis y para el deportista.

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Fuente: Usuario de Twitter @amenaepilepsia

¿Por qué le llaman ángel?

Ésta última parte es mera especulación; sin embargo, es creíble pensar que el sobrenombre tan famoso fue puesto por la gran cantidad de mexicanos que acudieron  al festejo o que vivían allí, y que aunque no habían recibido educación —característico del México de entonces— era creyentes católicos y conocedores de su religión por lo que de inmediato, al ver un par de alas, un ángel llegó a su mente.

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