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‘Distrito 9’, sin lugar para los alienígenas

Distrito 9 es una película de ciencia ficción, escrita por Blomkamp y Terri Tatchell, siendo Peter Jackson el productor. La llegada de una nave alienígena a Johannesburgo, Sudáfrica, abriría toda una plétora de oportunidades para el comercio armamentístico.

Estas formas de vida extraterrestres, guardan una tecnología muy avanzada; armas que solamente se activan con su ADN. Lamentablemente se han quedado varados por veinte años en nuestro planeta.

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La MNU (Multi-National Unite), es una privada que se hace cargo de los alienígenas debido a que las Naciones Unidas no se pone de acuerdo.  Hay un gran interés en monopolizar el avance biotecnológico y armamentístico, y MNU lleva la iniciativa.

¿El método? La legalidad impuesta por medio de la fuerza militar y la búsqueda absurda del papeleo (burocracia y elitismo) y normativas que solamente están diseñadas para seguir implementado las estrategias de expropiación.

La intervención de MNU representa al capitalismo rapaz, debido a que están legitimando a las «langostas» (como normalmente les llaman) en un sistema que no puede soportar la alteridad; para poderles sacar su valor de uso, primero deben asimilarlos.

Como todo sistema, este tiene una gran falla potencial: las langostas, las cuales son equiparadas a los trabajadores en el sentido de que han perdido la iniciativa, y solamente están en modo piloto. Son la masa sin rostro. Pero al igual que los trabajadores, tienen la capacidad de realizar el cambio necesario para modificar la situación.

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Las langostas tienen el potencial de generar un valor comercial, es ahí en donde se puede palpar la tensión de la película; en la utilidad de estos seres. Sin un interés económico, no existiría un gran despliegue militar ni agencias de investigación especiales.

Los trabajadores como las langostas son lo que hay que explotar para generar las ganancias deseadas. Sin ellos el sistema no opera, pero a su vez, ellos tienen la posibilidad de hacer que el sistema falle.


Civilización: capital sin alteridad

Las langostas no tienen noción del concepto de propiedad privada, sin embargo, caen en las trampas del sistema. El “pacto” civilizador, manifestado por la legitimación de normas, documentos, firmas, huellas, etc., es la necesidad que tiene el ser humano de adentrarse en aquello que es lo otro, pero ya una vez moldeado a semejanza de uno, porque de lo contrario, se impide la asimilación.

Un ejemplo concreto sobre la actividad de civilizar a las langostas está consumado en que para ellas su platillo favorito es la comida para gatos, un bien de consumo sumamente irrisorio porque, ¿para qué necesitan esto si está toda la naturaleza disponible? En este punto ¿se parecen a nosotros?

Hay otra sentencia que deja ver la desproporción entre la élite y las personas de escasos recursos: «En donde hay pobreza, hay crimen». Con esto justifican la intromisión de fuerzas armadas a la zona de las langostas.

El discurso de desprecio convierte la marginación en algo condenable. Hace ver a la zona de las langostas como algo a lo que se le tiene que poner orden. Así se justifica lo indebido; el uso de armamento militar al servicio de intereses mezquinos.

Ningún ser extraño escapa al sistema, hay que imponerle por medio de la fuerza los mecanismos que lo hagan rentable.

Estos alienígenas poseen un doble fondo; son extraños para nosotros y conservan ese rasgo notándose en la xenofobia, pero a su vez, se hacen asimilables por la implementación de mecanismos que los convierten en objetos de valor.


Giro inesperado

La trama gira cuando uno de los agentes clave de MNU es rociado con una sustancia alienígena y empieza a transformase en uno de ellos. Ahí está el nudo. Esto es algo insólito, un humano convirtiéndose en un extraterrestre.

Obviamente que toda la atención estará sobre él, pero por su valor mercantil, porque dicen: » Se convirtió en el negocio más valioso sobre la Tierra» Su verdadero valor residía en que podía operar el armamento. Así es, podía operar el armamento debido a que su ADN ha cambiado, y MNU quiere saber el alcance de estas armas.

El que fue operador del sistema, se convierte en un extraño, al cual le quieren hacer pasar por los mismos mecanismos que habían implementado en los otros alienígenas.

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