‘Capsula Mundi’ es una idea que propone un cambio que ayudaría al planeta y la ecología, pero que tiene muchas trabas a nivel técnico, biológico y legal.
Estamos en una época donde debemos de pensar a conciencia cuántos y cuáles de nuestras acciones provocan un daño al planeta. Es cierto que muchas empresas comienzan a establecer políticas de conciencia social y a ser más amigables con la ecología. El uso de materiales reciclables, la renovación energética y hasta cambios en nuestra dieta son una pequeña parte de lo mucho que aún nos falta por hacer para realmente ver un cambio significativo en el mundo.
Anna Citelli y Raoul Bretzel son los dos diseñadores detrás del concepto ‘Capsula Mundi’, un ataúd que más que ser biodegradable, es el alimento de la naturaleza, pues de él nacerá un árbol.
El concepto es sencillo, la idea es que una persona antes de morir decida ser enterrado sin un ataúd o ningún tipo de embalsamamiento en posición fetal dentro de un huevo hecho de almidón producido de maíz o papas. Previamente la persona elegiría que tipo de árbol o semillas serían las que su cuerpo nutriría. Existe también una opción de ser incinerado y enterrado en un huevo más pequeño.
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Los diseñadores eligieron diferentes tipos de árboles según la zona geográfica para que el crecimiento de los árboles sea el ideal: para zonas montañosas se prevén enebros y abetos, para zonas mediterráneas olivos y eucaliptos y en zonas de clima similar al Atlántico olmos, castaños y endrinos.
El proyecto ‘Capsula Mundi’ está aún en etapa de prototipo, y la principal barrera está a nivel legal, pues en Italia y en muchos países en el mundo cuestionan los estándares de salubridad del proyecto, si es que existen terrenos ideales para esto y en muchos sitios es un problema la regulación de ley para disponer de un cuerpo de esa manera. Además, también hay un discurso donde se cree que es una falta de respeto el enterrar un cuerpo de esa manera o hasta para ciertos grupos la idea les resultado un tanto tétrica.
El futuro podría estarnos avisando que pronto podríamos ver cementerios repletos de árboles que ayudan el ecosistema y al planeta en general, lejos de grandes terrenos con lápidas que lógicamente, cada vez se hacen más grandes, no más pequeños, recordemos.
