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En el «Bosque de los Suicidas» se encuentra un cuerpo cada cuatro días

El bosque Aokigahara significa Mar de Árboles, se encuentra a una hora y media aproximadamente de la capital de Japón, Tokio, y una media hora de Monte Fuji. Es uno más de los cientos de bosques que se encuentran por todo Japón, pero sin lugar a dudas es el más famoso a nivel mundial del país Nipón.

Es conocido mundialmente como el «Bosque de los Suicidas», y es que anualmente se encuentran alrededor de 100 cuerpos, casi uno cada cuatro días. La mayoría de los suicidios es a causa de ahorcamiento, envenenamiento o sobredosis; y a pesar de que el lugar mide tan solo 35 km cuadrados, es inevitable mantener cada rincón vigilado las 24 horas. La alternativa de cerrarlo no es viable, pues como este bosque hay muchos y solo se cambiaría el sitio de donde se presentan estos suicidios.

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Muchas son las razones que se acreditan a este elevado número de suicidios y aunque los suicidios son la suma de varias de estas razones, se debe atacar el problema a nivel cultural y como sociedad; el bosque no es el problema, sino las personas que lo visitan.

Una de las razones que se le acreditan es un tanto mitológica, pues al bosque se le acreditan ciertas energías demoniacas de épocas antiguas. Existen poemas de hasta mil años de antigüedad que hablan sobre maldiciones que habitan en este lugar. En el Japón feudal del siglo XIX muchas familias pobres dejaban a su suerte a niños y ancianos, quienes terminaban muriendo en el bosque, dejando una maldición para quien lo cruzara.

Otra de las razones habla sobre la tradición japonesa del Harakiri, un ritual de suicidio japonés por desentrañamiento. Y aunque pocas son las muertes en el bosque por esta técnica, las bases de este ritual hablan sobre la perdida del honor, razón por la que muchas personas se han quitado la vida en el bosque y quedan a descubierto luego de dejar notas relacionadas con el tema.

A veces el fanatismo ha legado a cobrar la vida de algunos en el lugar. Un popular libro de Tsurumi Wataru llamado ‘Manual completo de suicidio’, habla sobre este bosque y que es un lugar ideal para morir; no solo eso, sino que describe el ahorcamiento como una obra de arte. O que decir del cuento de Seicho Matsumoto llamado ‘Kuroi Jukai’ (‘El negro mar de árboles’), que narra cómo dos amantes se quitaron la vida en el bosque.

El bosque tiene una estampa única, pues en él habitan árboles muy altos y cuevas formadas por los recorridos de lava que dejaban la erupciones del Monte Fuji en la antigüedad. Hay musgo por doquier, y aunque es un sitio hermoso por su naturaleza, también es tétrico por la escasa luz que pasa por los árboles, el silencio casi total y los detalles que llegas a encontrar de familiares que dejaron algún recuerdo por un fallecido.

Los estacionamientos son lugares sumamente vigilados por las autoridades del bosque, pues un carro que permanece más de un día estacionado, probablemente sea de una persona que está o cometió suicidio, y eso es triste, pues sucede con tanta cotidianidad que saben que seguramente tendrán que pedir una grúa para llevarse el auto.

«El Bosque de los Suicidas» es el segundo lugar del planeta con más suicidios en el mundo, solo detrás del Golden Gate en San Francisco, Estados Unidos.

La cultura japonesa siempre ha estado arraigada a un sentimiento de nacionalismo y honor, por ello han adoptado ciertas conductas de dar su vida por mantener ese honor o defender a su país, tal es el caso de los Kamikazes, quienes eran pilotos suicidas que se estrellaban en pro de defender la causa de su país.

El gobierno ha cerrado algunas áreas del bosque y solo deja las áreas vigiladas para la vista de los turistas. En muchos puntos se encuentran letreros que invitan a los posibles suicidas a reflexionar, ahí se escriben teléfonos de psicólogos o ayuda que podrían encontrar antes de decidir quitarse la vida.

“Tu vida es un hermoso regalo de tus padres. Por favor piensa en tus padres, hermanos e hijos. No te lo guardes. Habla de tus problemas”

La leyenda de este bosque ha crecido a tal magnitud que se han hecho varios documentales y hasta una película hablando de la maldición. En el 2016 se estrenó la película de terror ‘The Forest’, inspirada en la historia reciente del bosque.

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