Bäst es un artista urbano nacido y criado en Brooklyn, New York. Como cientos de artistas de la gran manzana a lo largo de las décadas, Bäst ha utilizado las calles de la ciudad como lienzo para crear su arte: entre graffiti, stencil, mural y labels ha creado una gran variedad de ilustraciones muy características, las cuales nos hacen recordar aquel estilo tan peculiar que utilizaba Jean-Michel Basquiat.
Como Banksy, uno de los artistas contemporáneos más populares por sus ilustraciones, pero más por crear un personaje místico alrededor de quién es, Bäst también ha dejado en el incógnito mucho sobre su vida. En su página Bastny, ha puesto a la venta gran parte de sus trabajos, pero hasta aquí no encontraríamos un gran diferenciador sobre la gran cantidad de artistas urbanos alrededor del mundo.
Lo que ha hecho especial a Bastny y ahora ha funcionado para darse a conocer, y más aún, cuestionar si lo que produce es arte o una broma contra el crew de artistas contemporáneos, son una serie de videos que ha subido en Instagram, donde un muñeco, que podría caracterizarlo a él mismo, simula ser el verdadero autor de todas las obras.
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Lo curiosos es que el muñeco no tiene la intención de hacer nada de calidad, y en realidad está muy lejos de ser un animatronic de alta tecnología, es un simple maniquí que se mueve con motores que jalan sus brazos con pinceles pegadas y que solo garabatea sobre lienzos.
Para muchos, esto puede ser una crítica sobre cómo se ha producido arte en masa desde la aparición de art-pop, o cómo el arte contemporáneo supuestamente puede ser cualquier cosa creada por “cualquier otra cosa” también.
Bäst ha colaborado con el colectivo urbano FAILE y el diseñador Marc Jacobs, y sin importar la intención de su muñeco artista, es un hecho que da mucho de qué hablar, criticar y hasta comparar. No lo tomemos mucho en serio, pues el mismo es su descripción solo ha dicho: “Me voy a dormir con una pizza en el pecho. Es vergonzoso”.
