Crea Cuervos

A 49 años del «Halconazo», los asesinatos impunes del Gobierno

En pleno siglo XXI

El 25 de mayo del 2020, el mundo fue testigo de lo miserable que puede llegar a ser la humanidad.

George Perry Floyd Jr. habitante de la comunidad afromericana de la Ciudad de Minneapolis, Minnesota, fue brutalmente asesinado a manos de la absurda  intolerancia racial de cuatro policías, quienes al arrestarlo, hicieron uso de su poder; los oficiales al mando:  Derek Chauvin, Thomas Lane y J. Alexander Kueng, sometieron a Floyd y lo esposaron; Chauvin colocó su rodilla contra el cuello del indefenso hombre, quien durante casi 10 minutos repetía desesperadamente «no puedo respirar».

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La impunidad se hizo presente y con ella la muerte de un inocente, como este caso tan execrable, la historia del mundo ha vivido infinidad de pasajes inolvidables por el contenido de sus acciones inhumanas; estamos inmersos en una atmósfera de represión e ineficiencia por parte de los cuerpos policíacos, el sistema de justicia y el desinterés de nuestros gobiernos por encontrar una solución pacífica.


¿Y México?

El 5 de junio del presente año, en una manifestación cuyo recorrido fue Paseo de la Reforma, la Embajada de Estados Unidos y Casa Jalisco en Polanco, precisamente condenando el asesinato de Floyd; una joven estudiante de 16 años, cayó al suelo mientras era correteada por un grupo de policías, quienes al ver la desgracia, la patearon en la cara y cabeza, provocándoles severos daños de salud.

Foto: Twitter / @AlesitaNaty

Me recuerda aquellos tiempos de rebeldía cuando al encender la radio The Doors y su Break on Trough (to the other side) dominaban el contexto, The Beatles y The Rolling Stones secundaban las listas de popularidad del ambiente juvenil, ¿qué tiene que ver con estos hechos? la represión, el abuso de autoridad y la censura política, ¡eso tiene que ver! Quizá los tiempos han cambiado, pero lo cierto es que los hechos que se han venido fraguando son herencia del pasado.


Todo empezó

A postrimetrías de los 60 y principios de los 70, la juventud mexicana fue protagonista de una transformación social, cultural y política que fundamentó un cambio de paradigma en cuanto al estudiantado como sujeto histórico, crítico de su realidad y su necesaria participación dentro de ella.

Encaró un álgido momento, producto del contexto mundial: la represión gubernamental, el excesivo expansionismo norteamericano cristalizado en la execrable e inhumana brutalidad ejercida sobre el pueblo vietnamita, el socialismo latinoamericano en ascenso y un profundo sentido de rebeldía hermanada al uso de estupefacientes contrastantes con la ácida carga sexual de los icónicos grupos de rock psicodélico.

La sociedad clase mediera nacional, menor a 40 años, secundó el efervescente discurso global a través de manifestaciones artísticas como la música, el cine o la literatura, configurando así la contracultura, pacífica y eficaz herramienta de la feroz crítica lanzada al régimen priísta de los severos presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez.

A 49 años del «Halconazo», Crea Cuervos recuerda los actos impunes del Gobierno, mismos que siguen estando vigentes mediante el abuso de autoridad ejercido en pleno siglo XXI.


Hace 49 años…

Después de los deplorables hechos acaecidos el 2 de octubre de 1968, México no ha vuelto a ser el mismo; presos políticos, jóvenes desaparecidos, crímenes de Estado, ex dirigentes exiliados, violación de derechos humanos y la lista podría seguir; esperando fuera la última vez que se violentara al sector estudiantil.

Transcurría la década de los 70, Echeverría custodiaba la banda presidencial con una brutal censura a la población juvenil de aquella época rebelde; se resentía el eco de las voces de los finados en Tlatelolco, repercutiendo en la memoria herida de nuestro país; por lo cual, toda manifestación artística, política, o social que ejerciera influencia sobre una posible insurrección adolescente, fue motivo de veto.

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Durante este sexenio también se llevó a cabo la matanza de Corpus Christi, un jueves 10 de julio de 1971; los manifestantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), demandaban: liberación de presos políticos, rechazo a la privatización de la educación y el apoyo a la huelga de los estudiantes la Universidad de Nuevo León;  la marcha mantuvo un caudal pacífico, hasta que un grupo paramilitar denominado «Los Halcones», irrumpió violentamente contra los estudiantes que avanzaban sobre la México-Tacuba.

Ese día estuvo marcado por la violencia de «Los Halcones», quienes irrumpieron hospitales para dar el tiro de gracia a los estudiantes que yacían inmóviles y heridos. Se ha dicho a través del tiempo que el número de víctimas fue de 120, cifras otorgadas por Estado, por lo cual es difícil de creer.

El coronel Manuel Díaz Escobar fue señalado como creador de este grupo de choque, entrenado por la CIA en territorio norteamericano bajo las disciplina del Kendo, cuya finalidad fue frenar movimientos estudiantiles, obreros o civiles durante el sexenio de Echeverría.

Totalmente organizados, granaderos, policías, Halcones, tanques y vehículos militares  reprimieron con a los jóvenes que marchaban; dos tipos de armas diferentes fueron utilizados en el ataque, en primer momento palos y porras, posteriormente  armas de calibre alto.

La información oficial del gobierno señaló que el grupo fue formado por miembros radicales dentro de los contingentes de  manifestantes (caso similar al de 1968), sin embargo, posterior al golpe perpetrado por «Los Halcones», hubo detenidos que confesaron la culpa de los altos mandos.

Al ex presidente Luis Echeverría Álvarez y su Secretario de Gobernación Mario Moya Palencia fueron investigados por el delito de de genocidio, no obstante, en 2006 fueron exonerados, lo que una vez más dio impunidad a los crímenes de Estado.

«El Halconazo» tampoco se olvida, ni el 2 de octubre, ni los 43 maestros que perdió el país, y más injusticias responsabilidad del Gobierno, 49 años han pasado, nunca hubo detenidos de cuello blanco pero la memoria de aquellos jóvenes aún sigue en la memoria histórica de nuestro país.

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