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10 reflexiones sobre ‘Érase una vez en Hollywood’

‘Érase una vez en Hollywood’ se estrenó hace unas semanas (agosto 23), tiempo suficiente para que todos la hayan ya visto y podamos reflexionar juntos ya que la audiencia y la crítica está dividida por igual. Algunos la alaban y otros la detestan, yo les quiero compartir algunas reflexiones esperando que nos digan sus opiniones acerca de la novena película de Quentin Tarantino.

1. Una de las opiniones más generalizadas sobre ‘Érase una vez en Hollywood’, recabados al escuchar comentarios de la gente saliendo del cine, o platicar con aquellos que la vieron era que “estaba rara”. Siempre hay un ligero toque de surrealismo en Tarantino, pero esta ocasión creo que la extrañeza proviene de que lo ocurrido en pantalla y las acciones de los personajes son una cosa, pero lo que se quiere contar es otra y hay que urgar bastante, tal vez demasiado para descubrirlo en el subtexto.

2. ‘Érase una vez en Hollywood’ realmente trata de la muerte de la inocencia. Ya sea de la niñez de Tarantino o el espíritu de una época, se refleja a través del final de la utopía hippie, cuando un grupo de (pseudo) hermanos de la flor mataron a una actriz en ascenso marcando el adiós a la ilusión del amor libre y la hermandad, ciertamente el fin de una época y el inicio de otra.

3. En lo que se refiere a Margot Robbie, está completamente desaprovechada, claro, las veces que aparece en pantalla luce, pero apenas tiene unos cuantos minutos en una película que dura 2 horas y media, digo, ¿no hubiera sido mejor darle un poco más de tiempo en cámara en vez de hacer cameos serviles como el de la hija de Uma Thurman? Ya ni hablar de Al Pacino.

4. Genial actuación de Leonardo DiCaprio demostrando que es uno de los actores más importantes de su generación y que su selección de papeles y construcción de personajes han dado en el clavo un 80 por ciento de las veces.

5. La escena más impresionante ocurre cuando Rick Dalton (DiCaprio) está teniendo una conversación en la cantina con su antagonista. Una impresionante secuencia en donde Tarantino juega de manera fenomenal con la meta inmersión. Mientras transcurre toda la acción logramos adentrarnos al juego de estar viendo una película dentro de una película, hasta el grado de que se nos olvida, solo para recibir un golpe de realidad de tajo cuando Dalton erra sus diálogos y la cámara regresa a su posición original, para recordarnos que estamos viendo una ficción, genial simplemente.

6. Sigo sin entender la molestia de los seguidores de Bruce Lee por la forma en que fue “representado” el actor. En la escena con Cliff Booth (Brad Pitt), es mostrado como un ególatra busca pleitos, pero es tan solo una ensoñación, un producto de la imaginación del personaje de Pitt, no es ni un testimonio ni un documental.

7. Hay una serie de tramas que se crean con mucho potencial y tensión, pero terminan por decepcionar en medida de que su entrelazado resulta tibio y decepcionante. ¿Cuál es el sentido de que Booth visite el Rancho Spahn y pueda parecer que ‘La Familia’ le guarde rencor al personaje cuando al final nada de eso importa y su encuentro en la escena final es meramente anecdótico en vez de tener una consecuencia.

8. ‘Érase una vez en Hollywood’ puede ser la película más íntima de Tarantino, en la que no teme reflejar sus gustos, aficiones y recuerdos de su niñez creciendo en el Hollywood del 69, más que compararla con toda su obra anterior, se relaciona con películas tipo ‘Carta de amor’ a una época como ‘Roma’ de Cuarón y ‘Dolor y Gloria’ de Almodóvar.

9. Es quizás también la película más inocente y optimista de Tarantino, su final es romántico y plantea la pregunta del “qué hubiera pasado si…”; como si el director hubiera puesto todos los ideales de la época en la figura de Tate y su muerte marcara también el fin de las ilusiones a futuro. ¿El mundo sería diferente si la actriz no hubiera sido brutalizada? tal vez, según Tarantino, es una pregunta pertinente.

10. Tarantino demuestra de nueva cuenta que es un maestro para la construcción de sus personajes y para darles vida a través de sus diálogos, ninguna queja en ese aspecto, pero en lo que se refiere al ritmo narrativo, se siente poco como una película y más como un pastiche de pequeños episodios con poca relevancia, si eso es un logro o una falla, es debatible.

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